Un crimen en el día de la marmota: Análisis de Omensight

Durante los últimos días, Spearhead Games ha sido noticia por ofrecernos de forma completamente gratuita Stories: The Path of Destinies. El motivo por el que han decidido regalarlo no es otro que para celebrar la llegada de su nueva apuesta: Omensight.

Un crimen en el día de la marmota: Análisis de Omensight

Tras los pasos del asesino

24 horas para presenciar el fin de los tiempos. 24 horas para remediarlo. Omensight nos pone en la piel de Harbinger, un soldado místico capaz de revivir —y alterar— los terribles acontecimientos que están a punto de sucederse. El asesinato de la Sacerdotisa Pagana parece tener una relación directa con la ruina que está a punto de ceñirse sobre el mundo de Urralia, representada por un ser oscuro poniendo fin al mundo tal y como lo conocemos.

Harbinger es consciente de que solo hay una manera de evitar el fin del mundo: resolver un asesinato que sabe que va a presenciar. Al volver al lugar de los hechos, podemos —y debemos— relacionarnos con varios de los personajes que protagonizan el apocalipsis en nuestra visión. Cuando el día comienza, podemos acompañar a uno u otro durante sus viajes, en aras de arrojar un poco de luz sobre todo lo que sucede a nuestro alrededor mientras seguimos la pista del asesino.

La historia es uno de los grandes alicientes del juego, tanto por su interesante premisa, como por la particular forma en la que se nos cuenta, logrando que nos sintamos partícipes de su desarrollo. No conviene olvidar que el juego cuenta con escritores de renombre como Nadim Boukhira, Genese Davis y Chris Avellone. Este último ha participado en títulos tan laureados como Planescape: Torment, Icewind Dale o Fallout: New Vegas, entre otros.

Detective de día, guerrero de noche

Parece que el enviado no solo se formó para moverse entre diferentes espacios temporales y descubrir al malhechor; también es un excelente guerrero. Portando una espada de luz y con una agilidad sorprendente, Harbinger está destinado a enfrentarse a una auténtica legión de enemigos, tanto pygmarianos como rodentianos, entre otros. Omensight da mucha importancia a las batallas, por eso Spearhead Games ha concebido un sistema de combate a la altura.

En principio, las mecánicas resultan muy sencillas: lanzamos ataques ligeros y pesados mientras esquivamos mediante el uso de fintas. Personalmente, debo admitir que el sistema de combate me ha sorprendido gratamente gracias a lo dinámico que resulta. Conforme avanzamos en el desarrollo de la historia y conocemos a nuevos personajes con los que debemos cooperar, lo simple se torna complejo, no sin olvidar que la clave para que las batallas funcionen es, de nuevo, su dinamismo.

Cuando empezamos el día podemos subir de nivel y aprender nuevas habilidades

Aunque Harbinger es capaz de aprender técnicas muy poderosas —y divertidas de usar—, el elemento más interesante lo encontramos cuando luchamos codo con codo junto a otro personaje. Estos compañeros no solo resultan trascendentales en lo que a la historia se refiere; también ponen a nuestro servicio sus mejores habilidades. Cada uno de ellos cuenta con una técnica exclusiva y, aunque ejecutarla conlleva esperar casi treinta segundos de recarga, estas habilidades nos permiten cambiar el devenir del combate gracias a sus beneficiosos efectos.

Las posibilidades que tenemos a nuestro alcance resultan muy variadas: usamos demora del destino para ralentizar el tiempo, combinamos con un devastador ataque aliado y rematamos al enemigo asestándole un par de golpes. Es solo un ejemplo de las diversas combinaciones que tenemos a nuestra disposición. Aunque resulta muy asequible de comprender, Omensight es un título relativamente exigente, que se ajusta a todo tipo de jugadores gracias a su acertada curva de aprendizaje. Spearhead Games ha brindado a su propuesta un sistema de combate a la altura de lo que uno espera cuando le dicen que tiene que hacer frente a cientos de enemigos. Equilibrado, dinámico y muy divertido.

Muchas luces y alguna sombra

El mundo de Urralia es bello, muy bello. Con una dirección de arte ligeramente similar a lo visto en Stories: The Path of Destinies, Omensight no tiene problema alguno para conquistarnos fácilmente a través de la vista. Cada vez que emprendemos un nuevo viaje, no podemos evitar sentirnos deseosos de contemplar el siguiente entorno que nos disponemos a explorar. Catacumbas, castillos y algún que otro lugar más propio de otro espacio-tiempo que del mundo real. Los escenarios resultan bastante variados. Lo que hacemos en ellos, no tanto.

Avanzamos haciendo frente a hordas de enemigos, accionamos mecanismos y superamos alguna que otra sección plataformera. Este trío de elementos se repite más de lo que nos habría gustado. No es que sea algo excesivamente repetitivo pero, sin lugar a dudas, una mayor profundidad en el desarrollo le habría venido como anillo al dedo. Aunque no se trata de algo especialmente grave, ni tampoco es algo que se repita hasta la saciedad, la inclusión de algunos rompecabezas e incluso de backtracking habrían dado lugar a un desarrollo mucho más gratificante.

Obtener todas las bonificaciones conlleva encontrar todos los secretos

Por contra, hay que destacar el interesante componente de rejugabilidad que aporta el hecho de toparnos con varios caminos inaccesibles durante nuestro viaje. Si bien es cierto que no podemos desandar el camino una vez pasado el punto de control, siempre podemos repetir cualquier nivel una vez poseemos los elementos necesarios para desbloquear todos los caminos, en aras de encontrar todo lo que cada zona oculta en cada uno de sus rincones. El diseño de niveles no lo tiene fácil para sorprendernos pero, a su vez, no deja de ofrecernos un título bastante rejugable.

Cualquiera que logre superar las primeras secciones del juego recordará haber visto varias cerraduras de colores, así como diversos muros agrietados que, en su momento, tuvo que dejar atrás. Posteriormente, una vez cuente con los medios para desbloquear dichas cerraduras, junto a las habilidades —y conocimientos— necesarios para destruir los citados muros, se morirá de las ganas por volver a revisar todos los lugares anteriormente visitados y comprobar qué ocultaban dichas barreras.

Una sorpresa inesperada

Pese a sus imperfecciones, la llegada de Omensight es una grata sorpresa. Spearhead Games ha concebido una aventura de acción bastante original que nos propone librar combates tan divertidos como gratificantes, sin descuidar una historia que se va tornando cada vez más interesante. Si pretende evitar el fin de los tiempos, el bueno de Harbinger tiene que multiemplearse para investigar, luchar y encontrar al malhechor. Un título que no es perfecto y es consciente de ello, con una propuesta sincera que no desconde sus defectos, en la que sus virtudes brillan con luz propia. [85]

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