«Viva Piñata: Trouble on Paradise es tremendamente adictivo» [Análisis]

No he jugado a la primera entrega. Es más, yo soy de los que se reían de la gente que jugaba o alababa a Viva Piñata. Me parecía una absoluta niñatada, una especie de frikada infantil a la que no se le podía encontrar más gracia que el hacer el primo un rato. Pero, gracias a Microsoft, he podido jugar a Viva Piñata: Trouble in Paradise y me he enganchado. Lo reconozco. Me he convertido en un adicto a criar piñatas.


Una Piñata, al menos en el mundo real, es esa figura/caja/bolsa repleta de caramelos, regalos, etc. que se cuelga alto en las fiestas y un inocente niño, con los ojos vendados y equipado de un palo, debe destrozar a golpes para que los regalos que oculta caigan al suelo. Aquí en España tan sólo lo he visto en una fiesta, pero en los USA, en México y en China, de donde es originaria esta tradición, es algo muy común.


Pues bien, los antaño adorados creadores de Rare le dieron la vuelta a esta tradición, o, mejor dicho, se montaron una fantasía equiparable a la fábrica de Coca-Cola regentada por enanitos que se esconde dentro de cada máquina dispensadora. Concretamente, imaginaron un mundo en el que las Piñatas, que son los alter ego de los animales reales pero con nombres al más puro estilo pokémon, se crían como animales de granja, incluyendo alimentación, reproducción, etc., y luego se venden a los organizadores de fiestas de todo el mundo. El objetivo, así, es montarse un jardín/zoológico en el que convivan todo tipo de Piñatas, observando sus necesidades individuales y proveyéndolas de todo cuanto puedan necesitar/desear, principalmente comida, para que así su interior se rellene de dulce y podáis colocarlas en el mercado de piñatas mundial. Vamos, como si criáramos cerdos y los cebáramos de bellota para hacer jamones, pero con piñatas. Aparte, podréis/deberéis aparearlas para que tengan bebés, pues algunos clientes quieren piñatas pequeñitas. Como véis, todo muy sordido y escabroso… Si no fuera porque estamos hablando de piñatas, claro.

A medida que vamos consiguiendo superar misiones y atraer nuevas piñatas, irán apareciendo nuevos ¿animales?, herramientas, el jardín aumentará de tamaño… Vamos, que la experiencia ganará en complejidad. Por cierto, para complejos los logros, que eso de que se vayan desbloqueando logros a medida que vamos jugando, algo común en otros muchos juegos, en este Viva Piñata no me ha pasado: O vas a por ellos o no los cosecharás.

Ahora, en Trouble in Paradise – es lo único en inglés que tiene el juego, está totalmente doblado y traducido -, se añade un componente multijugador local de 2 a 4 jugadores, nuevos terrenos a los que acudir para ir a buscar piñatas que cebar y posteriormente vender y… Poco más, por lo que he leído por ahí. Como no he jugado al primero no os puedo decir si merece la pena comprarlo teniendo ya la entrega inaugural, pero lo que sí que os aseguro es que si nunca habéis jugado a un Viva Piñata y sois adeptos a los juegos estilo Sims, Harvest Moon, Animal Crossing o similares, en Viva Piñata disfrutaréis como enanos. Muy recomendable.

  1. La gente parece que ha descubierto una gran cosa con este juego, pero el primero ya era genial y extremadamente adictivo.
    Y ahí me he quedado yo, que habiendo empezado el primero este verano no me voy a comprar este nuevo que es lo mismo con algunos añadidos.

  2. [quote comment=»140259″]no me voy a comprar este nuevo que es lo mismo con algunos añadidos.[/quote]

    Lo de jugar hasta 4 personas a la vez en el mismo jardín puede ser muy grande… Pero supongo que, más allá de eso, la fórmula será la misma.

    Pero que conste que al primero no he jugado, así que no puedo comparar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

veinte − 12 =