Yakuza: Like a Dragon. El honor vale más que el dinero

Yakuza: Like a Dragon ha sido uno de los juegos más promocionados de cara a la nueva generación, especialmente por el esfuerzo realizado por SEGA al momento de intentar llevar el título a la mayor cantidad de mercados posible. Nuevo personaje, nuevas mecánicas, pero el mismo sentimiento, esto nos deja el nuevo Yakuza.

yakuza like a dragon

Esta es para los inadaptados

Ichiban Kasuga es el protagonista de Yakuza: Like a Dragon, un huérfano, criado por prostitutas, en las calles de Kamurocho, siempre al filo de la muerte, el cual conoce la salvación gracias al líder de la familia Arakawa. Desde ahí comienza su aventura con los yakuza, la cual lo lleva a la cárcel, por un crimen que no cometió (vaya sorpresa), y que le muestra la realidad de las cosas una vez queda libre.

Al verse solo, sin apoyo, nuevamente sin familia y de nuevo al filo de la muerte, comienza a buscar la recuperación como un sin techo en las calles de Yokohama, donde poco a poco conoce personas que le ayudan a salir adelante y a las cuales Ichiban les dará su apoyo incondicional, siempre buscando la verdady con el honor como su principal valor.

Desde ese momento se siente que este nuevo juego de la serie está algo alejado de las entregas anteriores, por lo menos las que yo he jugado, porque aquí comenzamos desde abajo, con poco dinero, sin apoyo de ninguna familia e incluso formando equipo con personajes bastante excéntricos, pero alejados de los lujos que el dinero puede dar.

Yakuza Like a Dragon

Un gusto para los fans

Volver a las calles de Kamurocho siempre es un deleite y en mi caso, habiendo jugado solo Yakuza 0 y Kiwami, debo decir que noto mucho el cambio, las cosas se mantienen en su lugar, la mayoría, pero la evolución del juego y las gráficas le dan otra vida al lugar, sin perder los elementos que lo hacen interesante.

Particularmente con Yakuza: Like a Dragon siento que se exagera un poco con las cinemáticas, prácticamente las primeras tres horas de juego no muestran nada respecto a novedades jugables y se centran más en la historia de Ichiban y los hechos que lo llevan a buscar respuestas y acomodarse a su nueva vida en el 2019.

Sin embargo, para los que ya estamos enganchados a la franquicia, esto no es nuevo y me sigue pareciendo increíble cómo, a pesar de cortar tantas veces el ritmo con tantas cinemáticas y escenas largas, el juego engancha, te tiene ahí y con ganas de saber que viene después. Pero no es solo la historia, los minijuegos, las misiones, no es fácil despegarse.

Yakuza Like a Dragon

Peleas por turnos, el cambio más grande

Lo que más me gusta de la serie Yakuza son los enfrentamientos, ver como dos grandes guerreros se preparan para la batalla, la energía que se siente en esos momentos es indescriptible y cuando la batalla inicia, la sensación es indescriptible. He ahí el primer pero al sistema por turnos implementado en Yakuza: Like a Dragon. Los personajes y las situaciones están ahí, pero se pierde un poco el ritmo al tener que escoger una opción antes de atacar.

Sin embargo, ese sistema se mezcla muy bien con los elementos característicos de la serie. Si algún objeto se encuentra cerca del enemigo, el atacante lo toma antes de dar el golpe, haciendo más daño. De igual manera es posible bloquear o atacar a un enemigo abatido para hacerle más daño, sin esperar un turno. Eso sí, no se puede espabilar, porque a pesar de ser por turnos, todos los personajes mantienen el movimiento y el enemigo no va a permanecer en el suelo por mucho tiempo.

Por lo demás, el juego tiene las características comunes de este sistema. Tomar pociones para recuperarse, lanzar ataques que afectan a más de un enemigo, estados que afectan a los personajes por varios turnos, técnicas que no funcionan, aumento de niveles, uso de elementos para mejorar ataque o defensa. En fin, lo normal. De hecho se presentan varios problemas cuando hay obstáculos en el camino, porque el juego inicia las batallas en el lugar que nos encontremos.

Yakuza Like a Dragon

Todo debidamente ajustado

Como ya lo contaba, Yakuza: Like a Dragon nos aleja de los lujos vistos en otros Yakuza y todas las mecánicas se ajustan a eso. Las armas son bastante comunes, como un palo, un bate o una porra. De igual manera los trajes y qué decir de los ataques. Algunos personajes llaman palomas, otros tiran gases e incluso ruegan perdón para que el enemigo no los ataque.

Allí es donde el juego sigue brillando, el tener una representación de una cultura oriental que puede ser excéntrica para nosotros, pero que no por eso va a dejar de ser utilizada. ese, para mi, es otro de los elementos que engancha. A pesar de las múltiples entregas, los juegos siempre tienen ese algo que atrapa también desde lo cultural.

Precisamente, para intentar alcanzar más público, el título llega con múltiples opciones de idiomas, tanto de textos como de voz, lo que permite globalizar más una franquicia que resulta ser muy de nicho, por su jugabilidad, historia y personajes.

A moco tendido

Lo que me ha sorprendido es que la narrativa de Yakuza: Like a Dragon resulta ser muy triste. La historia de Ichiban, por mucho que él quiera demostrar fuera, es lamentable y eso se lleva a la jugabilidad, se siente que cada centavo cuesta, más aun cuando el protagonista revela su intención de ser como el guerrero de Dragon Quest. A partir de ese punto comencé a sentir más la necesidad de llevar a Ichi por la senda del guerrero.

Pero no solo es la historia principal, varias misiones secundarias resultan bastante melancólicas, en particular por las personas con las que tratamos. Mujeres al borde del desalojo, sin techo tratando de sobrevivir, trabajos muy mal pagos, en fin, creo que lo de la representación del personaje y su entorno está muy bien logrado.

Forzado en lo técnico

Debo decir que por el momento he probado el juego en una Xbox One y se nota el esfuerzo de la consola en ciertos momentos, particularmente cuando el personaje corre o se encuentra en la bicicleta recolectando latas. Los tirones cambiando de ángulo son sumamente evidentes, al igual que el inicio de los enfrentamientos y los tiempos de carga en algunas secciones.

Yakuza Like a Dragon

Me encantaría ver el juego funcionando en una consola de nueva generación y así evidenciar que tanto mejora o si definitivamente esos comportamientos son propios del juego, pero en general creo que cumple, en especial los detalles de los personajes principales y los elementos de la ciudad.

Conclusiones

Por el momento la mayoría de las cosas son positivas para Yakuza: Like a Dragon. Para los seguidores de la franquicia sigue enganchando, para los nuevos, la duración de las cinemáticas y el sistema de combate puede llegar a molestar, pero creo que es manejable. Las palmas van en cuanto a narrativa, personajes y ambientación.

Apenas llevo 8 horas de juego y sé que me falta mucho para terminar. Por el momento he jugado un par de minijuegos y he realizado un puñado de misiones secundarias y como fan de la saga, se que eso apenas es el comienzo de cara al final de la senda del dragón.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 + veinte =