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¿Hay esperanza para Pro Evolution Soccer? [Breve Reflexión]

Paseando ayer con mi novia por un pueblo costero – no de vacaciones, ya me gustaría, sino de escapada vespertina entre madrugón y madrugón – notaba que la gente se fijaba en la camiseta que llevaba puesta mi pareja. La zamarra en cuestión era la de I love PES, la misma que lleva el avatar que uso en AB y que tantas veces había pedido a Roswell que me cortara a mi y a mi novia, hasta que al final sucumbió a mis ultimatums. Lo que me hizo reflexionar no fue el hecho de que la gente se quedara mirando a la camiseta, normal porque la llevaba puesta ella y no yo, sino por los comentarios en plan «Qué caña de camiseta del Pro». Y es que PES sigue teniendo su legión de seguidores acérrimos que suspiran por cada nueva entrega, a pesar de que desde la llegada de la Next-Gen hace ya unos años ha echado por tierra casi toda la reputación que, entrega tras entrega, Seabass y los suyos se habían ganado religiosamente. Siempre obviando, claro está, la tan fantástica como independiente versión para Wii. Porque cambiar el control nunca será la evolución de un juego que alcanzó la perfección en la jugabilidad prematuramente. Y eso quizá le ha pasado una factura demasiado cara.


Pro Evolution Soccer, cuando aún se llamaba ISS, ha sido el estandarte de PSX, pero sobre todo de PS2. En esa máquina están sin duda las mejores versiones de PES, o lo que es lo mismo, los mejores juegos de fútbol del planeta. ¿Qué aficionado puede reprimir una sonrisa al recordar la falta de licencias de las primeras versiones, de esos míticos motes «Ronnarid» o «Ravoldi» bajo los que se escondían los mejores jugadores del planeta. Disfraz que quedaba en entredicho ante el fantástico trabajo de los grafistas y, sobre todo, animadores, capaces de caracterizar tan sólo con la secuencia de golpeo del balón a los mejores futbolistas del planeta y hacerlos completamente identificables.

Incomprensiblemente para los aficionados, la mayor potencia gráfica de los sistemas actuales ha supuesto más un handicap que una ventaja para que KCET continuara la serie en la Next-Gen. Tras la sobria versión de PES 6 para 360, un calco de la de PS2, llegó la bochornosa PES 2008. Y, a pesar de 2 decepciones seguidas, a escasas semanas de que se presente PES 2009, con la presión – al menos en términos de calidad – de FIFA 08 y la venidera entrega anual, somos legión los que miramos de reojo cada día a blogs como éste y esperamos encontrar algo que nos devuelva la ilusión: Un Pro Evolution Soccer Next-Gen a la altura. Mientras, seguiré jugando con el PES 6.

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