El hype es muy malo. Puede provocar que cuando el juego se ponga definitivamente a la venta pasen dos cosas: que no valores sus virtudes por no cumplir tus expectativas o que lo endioses por no ser esa medianía que esperabas. Con Top Spin 4 está pasando precisamente esto y ya los hay los que proclaman a los cuatro vientos mientras saltan desnudos por campos de amapolas que «…es el mejor juego de Tenis de la Historia».
Yo, que no he jugado, lo pongo en duda. Tengo la sensación que para ver algo que rivalice, sin ir más lejos, con el juego inaugural de la saga voy a tener que esperar muchos meses. Como en su momento se tardaron en superar a Virtua Tennis. O a Super Tennis de Super Nintendo. Lo que no dudo en absoluto es que el título de 2K Games tiene algo especial, algo que se desprende de los trailers, que de momento es lo más cerca que he estado de él. Y no me refiero a su prometedor modo carrera o a la infinidad de estrellas que aparecen en el juego, sino a las sensaciones que me dan las animaciones de golpeo. Ya veremos en qué quedan.