Desgraciados, me habían tenido media vida pergueñando insultos contra esos fofos y bobalicones muñecos que con sus rechonchas manitas y estúpidos bailoteos se introducían en nuestros comedores para absorber la capacidad abstractiva de los más tiernos infantes. Sí, hablo de los puñeteros Telettubies, esos engendros diabólicos que por fin, ¡aleluya!, se ha demostrado que son tanto o más peligrosos que los Call of Duty y/o cualquier otro videojuego bélico.
Un reciente estudio, recogido por el diario Daily Mail, advierte del peligro que supone exponer a la televisión a niños menores de tres años de edad. En dicho estudio se afirma que de muchas formas, los Teletubbies y otros programas «educativos» para niños, pueden ocasionar tantos daños psicológicos como un videojuego violento. El asunto es que ver imagenes brillantes en movimiento inhibe la producción de ciertas hormonas, lo que a la larga puede derivar en problemas de salud como obesidad, colesterol o un elevado riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Qué se deriva de mencionado estudio? Algo tan simple como que tu retoño puede sufrir problemas físicos y/o psicológicos tanto si ve los Teletubbies como si te ve jugar a Alan Wake. La conclusión es obvia: ya no tendrás que tragarte semejante engendro con tu hijo delante. Además, los Teletubbies no están tan mal…
¡Massive brain damage, hoygan