Se sabe que el nuevo Silent Hill se presentará en el próximo E3. Aunque a mi lo que me lleva a escribir este post no es tan sólo el nuevo estreno de esta saga, sino el hecho de que la franquicia no haya levantado cabeza en los últimos años.
Desde hace algún tiempo ya Silent Hill me inspira terror; pero no ese terror psicológico, primario y aterrador que tenían sus primeras entregas, me inspira terror el pensar que nueva salvajada han echo con la saga. Y es que lo siento mucho, pero un juego no puede basarse tan sólo en una ambientación. No es suficiente
Y es que desde hace muchas entregas, básicamente desde que Akira Yamaoka abandonó el barco, que Silent Hill me produce hastío. Cada nuevo juego que sale se caracteriza por las mismas imágenes de lanzamiento, el protagonista de espaladas, una niebla que se puede cortar con el cuchillo de la mantequilla y un cartelón verde que reza «Welcome to Silent Hill».
Da igual si es Downpour, Homecoming, Reloaded o Las Dos Torres. Todos se han anunciado igual y me han ofrecido las mismas experiencias vacías. Una pena, pues el titulo de Wii, Shattered Memories, tenia planteamientos excelentes, pero carecía de una historia que verdaderamente enganchara, y eso que era un reboot del primero. Y aún así caía en el «Ohhh mi hija mi hija, Cyyyynthiaaaa!! (más pesado que gritar «Waaaaaaalt» por una isla) y además contaba con esa curiosa mecánica que no te dejaba enfrentarte a los enemigos, por lo que al final acababa pareciendo un juego de carreras preternaturales en el que tenías que llegar a la meta antes que las criaturas (con la mala pata de que si pierdes la carrera te zampan).
Aunque sin duda el título que se lleva la palma en cutrez es el anterior a ese, Homecoming, que aún no puedo quitarme de la cabeza lo absurdo de su historia: los personajes del entorno parecía que se las sudase que hubiese monstruos horribles a su alrededor. Recuerdo a un policía colocando carteles de «Desaparecidos» comentando que no se explicaba por qué desaparecía tanta gente… ¿De verdad? Are you fucking kidding me? Pero ¿No eres tú el mismo que acaba de matar a tiros a un perro que parecía sacado de la peor de las pesadillas de Stephen King?
Hace tiempo que no encuentro la «niebla» en estos juegos, hace tiempo que no me hacen sentir que tras esa niebla se esconde una gran historia. Una niebla como la de su mayor competidor, Alan Wake, que ha sabido darnos todo lo que la franquicia de Konami ha perdido.