5 cosas buenas
-
-El modo Fantasista es un vicio absoluto, como ya me previno wako. Y eso que ni sé pasar los partidos cuando no juego, ni me aclaro con las diferentes opciones de entrenamiento. Cosas del idioma.
-A mi, que nunca me ha gustado utilizar las combinaciones de botones para regatear, me parece un gran acierto el sistema de este juego, en el cual se potencian los cambios de ritmo y aceleración a la hora de irse del contrario.
–Los chutes de lejos tienen mucho más peligro que en PES 6. La pelota parece mucho más pesada, y enviar un chut desde fuera del area da la sensación de provocar más peligro que en su antecesor.
–Los pases en profundidad recuperan el protagonismo: Un delantero que viva en la linea de fuera de juego puede liarla en un 1 contra 1 a poco que el mediapunta esté inspirado.
–Se han incluido un montón de nuevas animaciones, es una gozada fijarse en los movimientos que irán haciendo los jugadores a poco que caracoléis con ellos.
5 cosas no tan buenas
-
-Saviola está en el Barça… Y Bojan no. Poca cosa más pude ver de las plantillas aunque la verdad me molestó que no estuvieran actualizadas a fecha de hace un par de meses. Aunque eso en los Pros no es nada nuevo.
-Muy lento, los jugadores se mueven como si las animaciones fueran casi eternas. Se puede cambiar la velocidad, sí, pero eso no acorta las animaciones, las acelera como si fuera un video.
–Que no se hayan incluido en la versión PS2 las piscinas.
–Conseguir crear peligro con las faltas es bastante más fácil, anulando ese componente de aprendizaje que te exigía el entrenar y convirtiéndolo en una experiencia más FIFERA.
–Los gráficos, quitando animaciones y velocidad, son casi idénticos a PES 6.