Dead Space es sublime

Sublime 1. adj. Excelso, eminente, de elevación extraordinaria. U. m. en sent. fig. apl. a cosas morales o intelectuales. Se dice especialmente de las concepciones mentales y de las producciones literarias y artísticas o de lo que en ellas tiene por caracteres distintivos grandeza y sencillez admirables. Se aplica también a las personas. Orador, escritor, pintor sublime.

Wallpaper de Dead Space

Mucho hemos hablado de Dead Space, de su productor, de sus gráficos, de lo acojonántemente terrorífico que es. Pero ahora que lo he jugado verdaderamente a fondo, ahora que he recorrido todos los pasillos del Ishimura, ahora que por fin he descubierto el destino del protagonista, Isaac Clarke, puedo decir, con fundamento, que Dead Space es, junto a Bioshock, la aventura más envolvente que he jugado en esta generación. Es por ello que estos dos juegos son los únicos que me he pasado con ganas en esta Current-Gen.

Los puntos en común con Bioshock son muchísimos. Desde lo agobiante de un entorno clausurado, pasando por la soledad del que se cree el único – o de los únicos – supervivientes, un argumento que se va desvelando el misterioso argumento del juego, el anónimo – y silencioso – protagonista… Los juegos de 2K Games y de EA son dos grandes aventuras cortadas con el mismo patrón, pero con personalidades diferentes. Porque Dead Space es, ante todo, un juego de terror. Da realmente miedo.

Es dificil quedarse bloqueado en alguno de los 12 capítulos de los que consta Dead Space – unas 10 horas de juego si se va a saco -, obviando, claro, el terror que sentiréis si lo jugáis de noche, a solas, y con el volumen a tope. Gracias al equipamiento que Clarke dispone sabremos en todo momento cuál es el siguiente hito en el camino. Aún así, es muy aconsejable que la ignoréis por momentos para investigar todas las salas que tengáis cerca. Será la mejor forma de equiparos al mejor precio.

Me gustaría comentar algo que me preocupaba antes de ponerme a los mandos de este juego, y es hasta qué punto los puzzles llegarían a cortar el flow de la acción. Una vez superado el juego debo decir que los puzzles no cortan el rollo, sino que están integrados en la historia y están más que justificados. Mención aparte a los minijuegos (baloncesto, galería de tiro…) que amenizarán la partida y servirán para recordaros que en esa nave realmente vivía gente.

Gráficamente es sublime. Salvo pixelaciones puntuales, Dead Space es una absoluta maravilla visual, desde los diseños de los escenarios, los sublimes efectos de luz- los paseos por el exterior del Ishimura, el sistema de menú holográficos y el efecto de linterna del arma en los oscuros pasillos son fx antológicos -, el modelado de los personajes y el efecto de colisiones, que permitirá el desmembramiento táctico, técnica que el productor de juego, Glen Schofield, ya anunciaba desde las primeras fases de desarrollo.

Quizá la única pega que le pueda encontrar a este Dead Space es la falta de un componente trágico, de una mayor personalidad del protagonista. Porque aunque en Bioshock ésto casi no importaba – es más, era un importante elemento del sorprendente giro argumental final -, en Dead Space sí que había espacio para un personaje que sufriera, igual que nosotros lo haremos, emociones, miedo y drama. Y más teniendo en cuenta la intachable localización del juego – lástima de los graffities con sangre de las paredes, de la publicidad y de alguna cosilla más… Eso sí, ya os adelanto que el final es mucho más impactante que el del juego de 2K.

En cualquier caso, Dead Space es inolvidable. Es, con diferencia, el juego que más cerca ha estado – yo diría incluso que lo ha conseguido – de hacernos sentir como la Teniente Ripley en Alien, o como Laurence Fishburn en Horizonte Final, notar la angustia, el terror, el miedo, la opresión… Y encima con un apartado técnico de cine. ¿Se puede pedir más? Sí, claro, conseguirlo gratis. Pues en ello estamos. Permaneced atentos…

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