Gracias a la fantástica cuenta de Twitter PixelProspector – recomendadísima si te gusta la escena independiente de los videojuegos – descubrí Seasons after Fall (2017, Swing Swing Submarine).
Puzles y plataformas fusionados
Este videojuego indie es un plataformas con una estética que evoca enormemente a esa maravilla llamada Ori and the Blind Forest (2015, Moon Studios). Seasons after Fall, así, es precioso hasta decir basta.
Las alabanzas no se limitan únicamente a su cuidada estética, pues hay que destacar también su elegancia a nivel sonoro. Una banda sonora tan hermosa como melancólica, compuesta por el artista francés Yann van der Cruyssen, con gran protagonismo de violines, nos acabará de transportar a un mundo mágico en el que el mayor reto es no perderse los detalles que componen el mundo creado por Swing Swing Submarine.
A nivel jugable la propuesta es tan simple como gratificante. Seasons after Fall mezcla las plataformas con los puzles, convirtiendo los retos en puntuales peajes a superar en el paseo generalizado que es el juego. No tiene pinta que sea largo en absoluto, llevaré como mucho una hora y tengo la sensación que el juego me ha enseñado todas sus armas, pero, sin entrar en spoilers, la curiosidad por descubrir cómo evoluciona visualmente al ir avanzando es el principal aliciente que tengo por completar Seasons after Fall.
Amor en los detalles
Me gustaría destacar algo, que quizá pueda sonar a accesorio pero que le acaba de dar empaque al conjunto: el uso de la vibración para transmitir el movimiento del zorro cuando corre por el campo. Sí, es un detalle, pero combinado con la música y los visuales, crea una experiencia que me ha hecho soñar despierto. Lástima de los tiempos de carga, mucho más elevados de lo que yo esperaba encontrar en un juego así.
Seasons after Fall está disponible para PS4, One y Steam a un precio de 20€. Si te parece algo alto pero eres fan de los juegos preciosistas deberías al menos apuntártelo para cuando baje de precio, algo que, en esta Industria, es únicamente cuestión de tiempo. Por cierto, ojalá fuera obligatorio que los títulos tan preciosos como este salieran en Switch, la mejor consola del momento.
Yo me lo pasé y es una pequeña maravilla. Muy muy bonito.
No, la verdad es que visualmente es de ensueño. Que pasada.