Hoy sale a la venta el esperado Sea of Thieves para Xbox One y Windows Store y lo he podido jugar durante unas 3 horas. Gracias al cambio de franja horaria y tras un viaje relámpago a la región de Nueva Zelanda vía configuración de la consola Xbox one, lo cual me permitió adelantarme a la hora prevista del estreno en España y estas son mis impresiones
Todo un espectaculo visual y sonoro
La versión final del juego presenta innumerables cambios respecto a las alfas, betas y más betas de las que hemos disfrutado. En primer lugar es digno de destacar el apartado técnico en la versión mejorada para Xbox One X donde la belleza del título alcanza un nivel extraordinario y un acabado visual espectacular gracias a su estilo artístico y su resolución, el mar es una auténtica salvajada, pero lo nuevo de Rare no se queda ahí y el juego en tierra tampoco decepciona.
Puedo asegurar que estamos ante la recreación más espectacular del océano jamás vista y aunque cueste de creer, existen otros detalles que te dejarán boquiabierto, como los atardeceres y amaneceres o la estampa del cielo estrellado en la noche visto mientras buceas con el vaivén de las olas en la superficie, es algo hipnotizante y magico.
Sea of Thieves no se quedó corto a nivel sonoro tampoco, con unas melodías que te hacen vibrar en los momentos de acción, al igual que los efectos del viento, el choque de espadas o el crujir del barco, contundentes y realistas. Otro buen detalle lo encontramos en la vibración del mando, donde puedes notar la potencia del disparo del mosquete en tus manos de manera realista. Después están los detalles finos, como la alerta que avisa al que maneja el timón que éste está centrado, gracias a una pequeña y sutil vibración.
Aun falta mucho por navegar
Viendo la versión final podemos comprobar que habrá muchas misiones y aunque las de nivel más bajo son simples y cortas, se antoja que con el avance del juego aumentarán tambien la complejidad y variedad, aunque ciertamente está por ver y es el gran miedo que tenemos todos con Sea of Thieves.
A parte del NPC de la tienda de campaña que te proporciona lo que parecen las misiones principales, existen otros tipos de misiones distintas o secundarias que nos darán otros personajes en cada puesto de avanzada, donde aceptamos las misiones y llevamos los objetos conseguidos durante la travesía. Unas más enfocadas al comercio, búsqueda de animales salvajes (pollos y cerdos en su mayoria), objetos esotéricos, materiales de cocina como especies culinaria. A pesar de sonar ridiculas, no hay que menospreciarlas, pues la mayor recompensa obtenida durante la sesión de juego fue la entrega de una caja con especies con la que obtuve casi 3000 monedas, una cantidad mucho más apetecible que las recompensas que dan los cofres de las primeras misiones.
Una aventura en compañia
Mi experiencia de tres horas fue compartida con otros jugadores y amigos en un grupo de cuatro, con los que la comunicación era constante y necesaria para izar velas, vigilar los alrededores, reparar los agujeros y achicar el agua o dirigir el rumbo hacia el destino. Es importantísimo colaborar en equipo y trabajar todos a una.
La diversión está asegurada y las horas se convirtieron en minutos y aunque no pude probar el juego en solitario creo que puede ser igualmente divertido. Las opciones son todas válidas, galeote grande para tres o cuatro personas o pequeña embarcación para uno o dos amigos, cada una con sus pros y contras. Las embarcaciones grandes son menos manejables pero resisten mejor, por el contrario las pequeñas son más ágiles y rápidas, pero como podéis imaginar el naufragio está a la vuelta de la esquina.
Algunos relatos de altamar
Como detalle final os contaré que durante la partida solo nos encontramos con un par de barcos, pero evitamos la confrontación, lo que si nos encontramos fue al “temible” Kraken y sin entrar en spoilers, el encuentro me pareció decepcionante . Me da la sensación que lo mejor de Sea of Thieves estará en las micro historias que viviremos en los encuentros con otros navíos y en los pequeños detalles, por poner un ejemplo, durante la partida realicé un salto al mar desde un peñón de 30 metros de altura para llegar rápido al barco, mi personaje cayó justo entre las rocas sin sufrir rasguño alguno, la tensión del momento y la tranquilidad al sumergirme a las profundidades del arrecife, junto a la paz al sentir el agua frenando poco a poco la caída fue un momento simplemente bello.
Durante mi visita a los vendedores de objetos, donde podremos adquirir ítems estéticos, armas y mejoras para el barco, me di cuenta que los precios de todo eran excesivamente altos, un detalle que unido a la cantidad de oro que recibimos durante las primeras misiones me da que pensar en dos opciones que en Rare espero hayan balanceado correctamente: en las misiones más avanzadas la cantidad de oro que recibimos aumenta considerablemente o podemos encontrarnos frente al temido problema de repetitividad para conseguir dichas mejoras.
La aventura debe continuar
Sea of Thieves sigue siendo una incógnita tras las primeras horas de juego y solo descubriremos si triunfa tras jugarlo durante muchas horas más, para hacernos una idea clara de lo que ofrece, no obstante el título exclusivo estrella de Microsoft para estos primeros meses lo tiene todo para triunfar, diversión para un solo jugador, cooperativo online y todo envuelto en una gran súper producción, con un apartado artístico y técnico que encoge el alma y del que es imposible hacerle justicia con palabras, mejor verlo con vuestros ojos. Al abordaje piratas, que corra el ron…
Muy buenas primeras impresiones, caba! Mil gracias por compartirlas. Realmente tiene una gran pinta! Me recuerda (como concepto) los multijugador de RDR y de GTA, en plan pandilla a la aventura.
Es un juego muy divertido y muy de aventuras si. No hablé del cañonazo pero es la pera, meterse en un cañon y salir disparado no tiene precio…
Buenas impresiones compi. La verdad es que era bastante escéptico con el juego pero pese a mi torpeza me ha divertido bastante el rato que he jugado. Le voy a dar más horas que seguro serán divertidas.