Ya conocía Va-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action de antes. Es por ello que ya hablé en su momento sobre muchas de las cosas que planteaba y sobre cómo lo hacía. Su llegada a Nintendo Switch no hace sino confirmar lo que ya sabía entonces: Va-11 Hall-A es un juego único en su especie.
Más que servir bebidas
A simple vista, la premisa de Va-11 Hall-A puede parecer, en sí misma, básica. Servir bebidas en función de nuestro cliente para ver cómo reacciona, sonsacarle información o desvelar más acerca del personaje en sí puede parecer una mecánica simple y repetitiva. Nada más lejos de la realidad. Lo importante en Va-11 Hall-A no es la mecánica en sí. Servir bebidas no es el fin de Va-11 Hall-A, sino un medio para descubrir todo lo que hay oculto en el juego que nos plantea Sukeban Games. Además, este carácter despreocupado y sencillo en cuanto a gameplay convierte al título en uno de esos juegos que brillan con luz propia en Nintendo Switch.
Porque Va-11 Hall-A va de servir bebidas, sí, pero también va de sus personajes, de sus vidas, sus sueños, sus preocupaciones y sus deseos. Jill, la protagonista a la que encarnamos, no es sino un alma más en un futuro distópico en el que, a pesar del avance de la tecnología, los seres humanos siguen teniendo los mismos problemas que podemos tener nosotros hoy en día, pero adaptados a su tiempo. El Va-11 Hall-A es el remanso de paz dentro de una selva hostil en la que muchas personas tratan de vivir su vida como pueden.
Y es precisamente por esto, por el subtexto, por lo que Va-11 Hall-A se convierte en una pequeña joya a tener en cuenta, en uno de esos juegos que, como Undertale, esconden mucho más de lo que muestran a simple vista. Puede que servir bebidas se nos dé mejor o peor, o que se nos vuelva o no repetitivo, pero lo realmente importante es ver lo que ocurre cuando las servimos. Lo importante en Va-11 Hall-A no es la mecánica en sí, a pesar de que esta sirve perfectamente al fin hacia el que apunta el juego, sino el fondo, todo lo que hay tras la mecánica de servir bebidas.
El envoltorio y el caramelo
Ya hemos hecho hincapié en la importancia que tienen en Va-11 Hall-A las interacciones y los personajes, pero todo ello viene recubierto de un envoltorio que casa perfectamente con la premisa del juego, con lo que quiere transmitir. La estética píxel art en un universo cyberpunk es un acierto por parte de Sukeban Games. Además, este universo cyberpunk no se nos presenta por sí solo, como se hace en muchos otros juegos, sino que se abre a la imaginación del jugador a través de las conversaciones y de los eventos que tienen lugar a lo largo del título.
De nuevo, Va-11 Hall-A sabe cómo colocar su pequeña parcela de paz, su remanso de tranquilidad, en un mundo decadente y peligroso más allá de su puerta. Cada personaje tiene su historia y podemos llegar a empatizar más o menos con ellos, pero lo que es innegable es que el título presenta un diseño de personajes exquisito con sus arcos diferenciados y definidos, algunos de ellos entrecruzados, dentro de un lienzo mucho más amplio que, a pesar de no presentársenos, se nos deja intuir.
Es difícil juzgar a Va-11 Hall-A como se haría con un juego tradicional, ya que su planteamiento y sus mecánicas son tan arriesgadas que acaban por funcionar de una forma excelente. No obstante, la propuesta cyberpunk de los desarrolladores venezolanos no deja de sorprender a propios extraños con una personalidad única dentro de una industria en la que los triple A destacan por su espectacularidad y los indies por su atrevimiento. Va-11 Hall-A, por supuesto, pertenece al segundo grupo, pero aporta también algo muy raro: su propia esencia.
Conclusiones
A pesar de lo bien que he hablado de Va-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action, he de decir que no es un juego para todo el mundo. El diálogo tiene más peso que la jugabilidad en sí, y la curiosidad por saber más acerca de los personajes y de las historias que les acompañan chocará con aquellos jugadores que quieran juegos con un enfoque más directo. Sin embargo, recomiendo a cualquiera que lea este análisis probar Va-11 Hall-A, ver vídeos en YouTube, informarse sobre el juego… Ya que es una obra única en su especie. [90]
Pintaza. No sé por qué me ha recordado por tu texto a los juegos de Pope.