Hace meses desde que subí mi primer comentario a una obra de Baroque Decay. Se trataba de El Conde Lucanor, una obra de terror en pixel-art que me fascinó por su planteamiento tan poco habitual de mezclar el miedo con una paleta de colores sorprendentemente colorista. Desde entonces no he podido esperar para poder jugar a Yuppie Psycho en mi Nintendo Switch.
¡Mata a la bruja!
¿Qué se puede decir de Yuppie Psycho que no se haya dicho ya en multitud de análisis? Un juego redondo y muy interesante donde encarnaremos a Brian Pasternack en su primer día de trabajo en Sintracorp, la empresa más grande del mundo. Un lugar extraño donde la cotidianeidad de unos empleados completamente muertos por dentro a causa del trabajo se junta con unos monstruos que parecen dibujados por Shintaro Kago. ¿Y cuál será la tarea del joven señor Pasternack en todo esto? Muy fácil, de hecho: acabar con la bruja que ronda la empresa, el mal de su interior.
Sintracorp está completamente podrida desde hace décadas y muchos son los cazadores de brujas que han perecido en las oficinas tratando de librarla del mal. Con un gameplay que nos recuerda a un Amnesia en dos dimensiones, nuestra forma de avanzar consiste en correr, escondernos y ser más listos que aquello a lo que nos enfrentamos. Movernos entre pisos, relacionarnos con nuestros compañeros de oficina y explorar cada rincón son las claves para desenvolver el misterio y poder encontrar a la bruja. En esta ocasión contaremos con mucho más contenido pues la versión de Switch nos trae también la Executive Edition con nuevas zonas, enemigos y finales por desbloquear. Si no has jugado a la versión original, este nuevo material se integra perfectamente con lo que ya había, por lo que es difícil de separarlo si no has jugado antes al juego (como me pasó a mí, debo añadir).
Es casi imposible no encariñarte con el juego, con esos personajes tan extravagantes, con un prota entrañable y una ambientación tan bien lograda. La locura que respira Yuppie Psycho te intoxica desde el comienzo y no hace si no que quieras jugar más. Cada pequeño detalle, desde el magnífico Videoclub Misterio hasta las voces en ASMR de la bruja (única voz del juego) añaden al producto. Visitar cada planta te transporta a un lugar nuevo, desde el jardín cementerio de la octava planta a la zona de vigilancia de la tercera, pasando por recursos humanos y las oficinas centrales, cada sitio es distinto al anterior en todos los sentidos. Sintracorp se siente viva aunque la muerte aceche en cada esquina.
El pixel-art por bandera
Además, el apartado artístico es una pasada. Mientras juguemos encontraremos un pixel-art sencillo pero que cumple de manera notable su cometido de transmitirnos el terror más absoluto cuando toque, así de como sacarnos una carcajada en los momentos más inesperados. Cada diseño es una gozada, desde los monstruos a losque nos enfrentemos (vivan las fotocopiadoras) hasta los grandes Jason Spader y Hidetaka Suehiro, pequeños cameos hechos de manera magistral por parte de Baroque Decay. Las cinemáticas del juego, por otro lado, se nos presentan con una estética más cercana a un anime hecho a pixel a pixel. Este cambio visual es muy agradable y me recuerda a otro juego con el que Yuppie Psycho guarda relación: VA-11 Hall-A.
Y es que ambos títulos comparten al mismo compositor, Michael “Garoad” Kelly. Es un auténtico gustazo su trabajo dentro del título y sabe ambientar a las mil maravillas toda la obra. Sin embargo, no todo podía ser bonito en la versión para Switch. Esta conversión viene de la mano con unos problemas de rendimiento bastante grandes que provocan bajadas de fps en los lugares más inoportunos. Todo tiene su motivo, pero eso lo dejaré para otro texto, pero por suerte si puedo decir que desde Baroque Decay están trabajando para poder arreglar estos problemas y esperan encontrarles solución lo antes posible.
En resumen
Generalmente cuando escribo un análisis de un producto suelo darle más vueltas, pero, al igual que Yuppie Psycho, creo que pensar mucho en algunos momentos nos quita la oportunidad de ser espontáneos y sorprender. Mi conclusión con este juego es bastante sencilla: compradlo. Es un juegazo, lo siento, no puedo esconder mi admiración por el producto. Un videojuego que me ha tenido enganchado al modo portátil de la Switch, con los consecuentes bajonazos de frames¸ durante tres noches enteras mientras me acojonaba yo solo con los cascos y sufría microinfartitos a las cuatro de la mañana. Todo el mundo puede disfrutar de Yuppie Psycho a partir de hoy en Switch y, si no os gusta la plataforma, lo tenéis en PC disponible en la edición Executive Edition como actualización gratuita para el título. Un juego que no os dejará indiferentes. [85]