[Microanálisis] My Sims para Wii

Precio: 60 €
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Habiendo pasado horas y horas jugando al primer Sims de PC tenía muchas ganas de probar la interpretación de la serie que Electronic Arts había preparado para Wii. Echando un vistazo atrás, los juegos de Los Sims han cambiado enormemente de filosofía desde el estreno en compatibles: Han pasado de ser un título con unas enormes posibilidades a estar más masticados para el jugador con cada nueva entrega o ampliación. A mi personalmente me parece que la cosa, en vez de mejorar, ha ido a peor, pero tenía la esperanza de el estreno de Los Sims en Wii supusiera un retorno a los orígenes. Por desgracia no ha sido así, más bien al contrario: My Sims es el juego de la saga más lineal del mercado. Es un título enfocado descaradamente al público infantil, o al menos a uno al que le sigue entreteniendo eso de rellenar los cuadernillos de dibujos.

Y eso que, aparentemente, My Sims promete basarse en la libertad para el jugador de poder crear sus propios objetos. Todo empieza cuando la alcaldesa de tu ciudad te propone el devolver la gloria pasada a ésta tras la espantada general de sus habitantes. Resulta que tan sólo determinadas personas son capaces de utilizar las «esencias» para crear objetos y construir cosas, y tú eres uno de esos elegidos. Vamos, una excusa-marco para que el jugador sepa lo que le va a tocar hacer: Personalizar a saco. Hasta aquí todo bien. Por desgracia, esa personalización en la práctica es una mera cortina de humo que esconde una agobiante linealidad, y los patrones restringen tanto la libertad que la culminación de cada nueva tarea se convierte en algo más tedioso que en algo dinámico y divertido, nada que ver con la satisfacción inmediata que se respiraba en Los Sims original. Es más, las condiciones de las tareas incluyen el concepto de «muebles sabrosos»: Primero creas el mueble y luego le añades X piezas de fruta-esencias para hacerlo más atrayente ¿? Sí, así es My Sims.

Con un mando que podría pasar por un ratón tridimensional, los menús de todos los juegos de Wii tendrían que ser un paradigma del Buen Interfaz. Por desgracia, pocos títulos hacen suyo ese propósito, y este My Sims no es precisamente un ejemplo. A pesar de que el control es preciso – con el wiimote apuntamos y con el dualshock nunchaku movemos al personaje – el hecho de seleccionar los objetos o, sobre todo, el colocarlos en los puntos concretos del patrón de los diseños, es algo en ocasiones desquiciante, como si el control de colisiones no acabara de estar del todo depurado. Por fortuna, la linealidad de los diseños ha permitido a los programadores el incluír una especie de efecto imán que hace que podamos colocar con mayor facilidad las piezas correctas, haciendo de paso desistir a los tozudos que intenten personalizar realmente los productos creados en el taller.

Se han eliminado casi todos los indicadores posibles: No hay ni hambre, ni cansancio, ni tan siquiera dinero. Practicamente lo único que cuenta es lo bien que nos llevemos con cada uno de Los Sims de nuestra ciudad y los objetos, fruta,etc. que vayamos acumulando a medida que cumplamos las tareas. Al no haber empleos al uso, conceptos como la progresión del personaje – estudios, forma física, etc – se han quedado por el camino, además de la personalización al detalle del hogar, pues ésta está limitada a la progresión encauzada en el, le llamaré así, «hilo argumental» mediante el cumplimiento de las tareas. Pero sin duda la peor pérdida es la eliminación de cualquier componente multijugador, no ya por online o simultáneo hotseat, sino el hecho de no poder crear una familia o poder manejar diferentes personajes, cada uno con su casa, trabajo, etc., así como la nula socialización con el resto de los habitantes del lugar, más allá de las tareas o una interacción anecdótica. Y es que las relaciones entre personajes brillan por su ausencia, no podréis crear vínculos realmente reseñables más allá de llevaros mejor o peor con cada uno de ellos, aunque la profundidad de las riñas/amistades no va más allá de seleccionar el botón de mal rollo/buen rollo. Por decirlo de alguna forma, quien tenga en mente repetir las relaciones amorosas absolutamente liberales vistas en los títulos de ordenador va muy pero que muy desencaminado. Ni barbacoas podréis hacer…

Lo que queda podría pasar por una aventura de cualquier personaje con algo de tirón entre el público de menor edad, una especie de patio de colegio virtual, pero en ningún caso puede considerarse un Los Sims. Más apropiado sería calificarlo como un Animal Crossing extremadamente light, quizá, pero no un juego que usa el mismo nombre que una de las series más exitosas del panorama de los compatibles. Aunque teniendo en cuenta que la saga ha auspiciado títulos tan discutibles como Urbz o algunas de las numerosas expansiones, hay que reconocer que el error de base de este My Sims no es algo nuevo, sino que viene precedido por un descarrilamiento continuado de su familia. En definitiva, que My Sims resulta curioso como anécdota, pero decepcionante como lo que es, el estreno de una de las series de videojuegos más importantes de este siglo en una consola con tantas posibilidades como es Wii.

¿Jugaría más de 2 horas si no tuviera que analizarlo? No.
¿Porqué? Ésto no es un Sims, es otra cosa diferente. Y no precisamente algo mejor.

Análisis Gametrailers:

  1. Buen analisis,pero ejem me quedo con una frase que has puesto que no es muy afortunada, quizas deberias modificarla… «A pesar de que el control es preciso – con el Wiimote apuntamos y con el «dualshock» movemos al personaje».

  2. [quote comment=»60317″]Buen analisis,pero ejem me quedo con una frase que has puesto que no es muy afortunada, quizas deberias modificarla… «A pesar de que el control es preciso – con el Wiimote apuntamos y con el «dualshock» movemos al personaje».[/quote]

    Patinada neuronal :PPP

    Gracias x avisar, ya está arreglado!

  3. mmm que triste mi ermano no me lo presta casi yo quiero uno me lo compran jaja no ess cierto jaja mi tatara abuelo fue el rey de españa entonces soi princesa soi de españa adios

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