[28 Megas] All the way down, ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh...

“The end comes… drums, drums in the deep… They are coming.” J. R. R. Tolkien. The Lord of the Rings

all the way down

28 megas es una serie de textos dedicados a videojuegos indies gratuitos seleccionados por el autor en base a sus propias preferencias. El título viene del escaso tamaño que suelen ocupar estas obras.

El miedo a las profundidades y el miedo al abismo han encerrado siempre un mismo temor común, el miedo a lo desconocido ¿qué hay debajo de nuestros píes? El ser humano porta en su código genético un surtido de temores naturales dirigidos a un mismo punto, la supervivencia. No tenemos miedo a las alturas, lo tenemos a caernos, no tenemos el riesgo, tememos hacernos daño y no tememos a los profundidades, tenemos pánico a lo desconocido y a que este ente desconocido pueda hacer con nosotros.

El miedo a las profundidades ha sido explotado con acierto por grandes y diversos autores como el decimonónico Julio Verne o los novecentistas Tolkien y Lovecraft. Este último ha realizado especial hincapié en este tipo de temores humanos en sus obras mitológicas sobre el dios Cthulhu y los antiguos, seres que habitaron la Tierra mucho antes que nosotros y que ahora, intentan recuperarla.

El legado de las obras que se ambientaban en dicho universo, escritas en la primera mitad del siglo XX ha sido fundamental para comprender gran parte de la cultura del entretenimiento posterior y especialmente actual, cuando los mitos de Chtulhu se encuentran de plena actualidad.

No son pocas las películas, series o videojuegos que se ambientan o beben de manera directa o indirecta de la creación de Lovecraft. Entre todos ellos hoy vamos a hablar de la aventura gráfica All the way down, obra del colectivo Sanctuary Interactive (Twitter, Web). En esta aventura gráfica de corte clásico, de estilo pixelado e interfaz “point y click” los mitos de Chtulhu son el hilo conductor de toda la obra, y el miedo a lo desconocido su razón de ser.

En All the way down encarnaremos a un montañero perdido que se encuentra, sin saber cómo, en un pequeño pueblo minero de Inglaterra que no aparece en los mapas. Desoyendo las llamadas de atención de los lugareños decide pasar la noche en el pueblo. Una vez allí comienzan a sucederle acontecimientos que podríamos denominar fantásticos y que llevarán al extremo de su existencia al personaje. Su historia es uno de sus puntos fuertes.

Decimos su historia porque las aventuras gráficas dejan caer su peso sobre dos pilares, la historia y los puzles. En este caso el segundo pilar es escaso y apenas existente, aunque existen rompecabezas, estos no guardan mucha dificultad y podrán sortearse en poco tiempo. Será la historia la que reciba la máxima atención. La historia y otros apartados, el estético y el sonoro.

Si nos habéis leído en alguna otra ocasión os habréis percatado del amor que detentamos hacia la estética de los videojuegos nacidos en la primera mitad de los años noventa, especialmente aquellos producidos por LucasArts o Sierra donde, aunque la paleta de colores y el lienzo, eran escasos, la producción final no se resentía y nacían obras de una belleza abrumadora como Indiana Jones & the Fate of Atlantis. Por supuesto, esto no es más que una opinión y una inclinación personal, pero no olvidéis que el “pixelart” o pixelismo, como lo bautizamos, es una técnica nacida, ligada y propia del videojuego.

Pues bien, All the way down recoge esta esencia y la convierte en sublime. Los fondos portan un gran detalle y cuidado, los personajes ofrecen movimientos fluidos y nada bruscos, los rostros de los personajes en el juego no cargarán con ojos ni nariz ni boca, sin embargo sus retratos, cuando hablen con el personaje, muestran un gran detalle y sobre todo se ajustan a la perfección a la temática tenebrosa del juego. La labor de Matt Frith, encargado del apartado gráfico del juego es, sin duda, sobresaliente, como lo es en todas sus obras, como el reciente Foundations, ya reseñado en AKB.

El apartado sonoro lo hemos querido mencionar por el mero hecho de existir, en un juego realizado para una GameJam, la organizada por el motor de desarrollo del juego, Adventure Game Studio, que exista un doblaje de los personajes ya nos parece un aspecto a destacar, pero encima que muestre las cotas de calidad que muestra el juego lo convierte en un aspecto a aplaudir.

All the way down fue realizado, como ya hemos mencionado, por un colectivo de artistas británicos, en su mayoría, dedicado a la creación de videojuegos, o como ellos mismos se definen:

“Sanctuary Interactive is a small game making collective based mostly in the UK. We pool our skills and resources to make interesting, narrative games”

De sus manos han nacido este y otros, también gratuitos, como Eternally Us, del que hablaremos pronto, The McCarthy Chronichles o el próximo, este ya comercial, Latency, el cual esperamos con ansia. Una muestra de cómo el trabajo desinteresado puede, al final, convertirse en beneficio económico sin tener que rehusar a tus principios, normas y valores por el camino, porque si existe un aspecto positivo en el crecimiento, la universalización y la democratización del videojuego a través del capitalismo es la multiplicación exponencial tanto de la demanda como de la oferta, permitiendo que existan obras o propuestas alejadas del canon principal y ajustadas a demandas más específicas.

Puedes descargar All the way down desde Gamejolt.

  1. Magnifico! Creo que a este sujeto tendrían que empezar a pagarle o algo, Foundations me encantó y este parece que irá mejor. Me gusta bastante el tema oscuro y Lovecraft así que si este juego lo toca correctamente seguro irá a favoritos.

    Como siempre un excelente trabajo y un gusto seguir leyendo esto. Saludos

  2. No creas Sendoh, este juego es más narrativo, los puzzles son muy, muy sencillos para que el jugador se centre en la trama, que es lo importante de este juego.

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