Pasaron casi 14 años para que un nuevo juego de Voodoo Vince pisara una consola de Microsoft. En esta ocasión el gracioso muñeco vudú regresa de forma remasterizada a Xbox One pero cometiendo los mismos errores del pasado.
Hora de salvar a nuestra creadora
La historia de Voodoo Vince es muy simple. Madame Charmaine, una bruja experta en temas de vudú, es secuestrada por Kosmo y sus secuaces, los cuales quieren apoderarse del polvo zombie, elemento que le brinda los poderes a Charmaine. En primera instancia logran su cometido, sin embargo la bruja logra comunicarse telepáticamente con Vince, indicándole la manera de rescatarla.
A partir de ese momento controlamos a Vince por varios e interesante niveles, donde debemos superar obstáculos, enemigos y acertijos hasta llegar a la feria de Kosmo, lugar donde Madame Charmaine se encuentra secuestrada.
Un juego de plataformas muy variado
En primera instancia Voodoo Vince se presenta como un título de plataformas 3D, pero a medida que vamos avanzando nos podemos dar cuenta que el juego es muy variado. Tenemos momentos donde conducimos vehículos, otros donde debemos utilizar nuestro ingenio para resolver acertijos y también otros donde debemos acabar con hordas de enemigos.
Me parece que esta variedad es muy positiva para la aventura, ya que al inicio Voodoo Vince se siente un tanto monótono y repetitivo. Conseguir objetos, derrotar a los enemigos de cada escenario y continuar la siguiente parte hacen que sea complicado engancharse al titulo fácilmente.
Aprendiendo a través del dolor
Este juego fue lanzado originalmente en 2003 para la primera Xbox y de allí que muchas de sus mecánicas se basen en el típico ensayo y error. Caer al vacío o perder vidas (si este juego aún conserva ese mítico sistema de vidas) intentando alcanzar una saliente o comprendiendo el patrón de cada enemigo son pan de cada partida.
Pero más a allá de eso, a lo que me refiero es que Vince es un muñeco vudú, recibe daño para hacer daño, por lo que al inicio puede ser confuso el identificar la manera de atacar o superar a los jefes, ya que, así como lo leen, el personaje debe hacerse daño para poder ser efectivo contra los enemigos.
El mejor ejemplo de esto que menciono son precisamente los poderes vudú. Habilidades que Vince obtiene al encontrar unas estatuas moradas y cuyo resultado es hilarante y devastador a la vez. Muerte por guillotina, correr con tijeras o agujas clavadas en la cabeza son algunos ejemplos de estos poderes que una vez activados, pueden acabar con varios enemigos a la vez.
Los defectos sobresalen más que el personaje
Vince es un gran personaje. Gracioso, gamberro, malhumorado e impaciente, pero lastimosamente todo esto pasa a segundo plano, principalmente por el ya conocido error de este tipo de juegos, la cámara. En espacios abiertos va bien, pero cuando estos son cerrados es una pesadilla. Me llegué a marear e incluso a lanzar varios improperios en este tipo de escenarios, porque de verdad que resulta frustrante.
De igual manera los controles y las mecánicas no resultan ser muy pulidas, el doble salto muchas veces requiere un grado de perfección increíble y cuando se aprende la habilidad de colgarse de unos aros dorados, muchas veces te encontrabas muerto al no saber por qué el personaje de descolgó.
Otro tema muy común en este tipo de juegos, y que se nota sobremanera en este, es lo relacionado a los coleccionables. A lo largo del título podemos aumentar nuestra vitalidad y también la cantidad de poderes vudú a realizar, pero lo decepcionante es que al final nada de eso importa, los dos últimos niveles del juego dependen más de las vidas que tengas, ya que el enemigo de un golpe siempre te mata y si caes al vacío también mueres de inmediato. No tiene sentido obtener hacer ese esfuerzo, si al final el beneficio es prácticamente nulo.
Y hablando de los últimos niveles, Voodoo Vince pide a gritos la implementación de check points. Resulta desesperante tener que comenzar todo el nivel de nuevo, sobretodo porque a alguien se le ocurrió poner un ataque en el cual Vince realiza un clavado, en el mismo botón que se usa para tirar las agujas y engancharse a los aros. Fueron incontables las veces que perdí de esa manera, clavando inevitablemente al vacío.
Un lavado de cara aceptable
Al comparar Voodoo Vince con su versión original se nota el cambio, en especial en el protagonista, ya que sus texturas están muy bien cuidadas, al igual que la iluminación y los acabados de varios de sus niveles. Sin embargo se le notan los años en muchos de sus acabados, llenos muchos polígonos y con diseños algo bruscos.
En cuanto al diseño de los niveles tengo una opinión dividida, ya que algunos me parecieron muy bien logrados y otros no tanto, en especial porque terminaban siendo espacios muy amplios con muy poco que hacer y donde el mismo juego te limitaba el acceso, pero tengo que abonar el hecho de que alguno son bastante interesantes y novedosos.
Conclusión
Voodoo Vince es un juego que no engancha fácilmente, con nivel de dificultad bajo, que sube estrepitosamente en los momentos finales y que a pesar del carisma que tienen sus personajes, estos se ven opacados por los defectos que el título arrastra de la versión original.
Puede que en su momento, en el año 2003, la nota hubiese sido más alta, pero viendo que esta entrega es una remasterización, me parece que era la oportunidad de corregir los errores no se aprovechó y simplemente se dio un lavado de cara para darse a conocer a un nuevo público. [65]