Vale. El nombre es lo peor, os lo concedo. Pero es una idea que se me ha ocurrido mientras comía y no puedo menos que compartirla con vosotros: Imaginaros un juego en el que, hiciérais lo que hiciérais, podrías llegar al final. Un juego que os permitiera poneros en la piel de diferentes personajes, cuya muerte o éxito determinarían a qué final accederíais, pero este nunca sería un game over. Imaginad, por ejemplo, jugar a «Rocky». Podrías controlar a un boxeador de segunda que se entrena en su mismo gimnasio, admirar sus progresos, e incluso llegar a retarle. Pero ganárais o perdiérais ese combate, podríais jugar durante todo el juego, pues el argumento de éste no se pararía, seguiría con su ritmo interno, quizá no de tiempo real, pero nunca os conduciría a un bucle de prueba y error: Cualquier decisión o actitud sería correcta, aunque esta interfiriera en el hipotético único desenlace posible.
Imaginad un desastre natural, podríais controlar a un superviviente, y cada vez que vuestro personaje falleciera, ir cambiando de personaje. Y cuando no quedara más, podrías controlar a un bombero que intenta salvar a unas víctimas no controlables… Pero donde esta fórmula sería realmente atractiva, considero, es en los juegos de Súperhéroes ¿Desde cuando la muerte es una opción para Superman o Spiderman? El verdadero reto sería el salvar al máximo de personas, el ser los más respetados por sus conciudadanos, en acabar con el Villano de turno… Esta fórmula evitaría los callejones sin salida, las frustraciones, el obligatorio uso de las guías, y potenciaría el valor de los Finales Alternativos, que acabarían convirtiéndose en la auténtica recompensa para el jugador, ante la certidumbre de que se va a poder presenciar todo el hilo argumental. ¿Qué os parecería jugar a algo así?