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Acción o Efectos del S.N.P.T.L.R.

El Síndrome No Paranoico de las Tres Luces Rojas (S.N.P.T.L.R de aquí a continuación) afecta cuasi a la totalidad a la población aficionada a los videojuegos de este país. Los síntomas son claros. Por una parte tenemos el grupo de los llamados A.M.N.M.P. (A Mí No Me Pillas), formado por los sujetos que, a pesar de estar convencidos tanto por el catálogo como por el servicio Xbox Live, así como por otros «detalles» como el precio de la consola, no se arriesgan a comprar una Xbox 360 debido a su convencimiento de que, más temprano que tarde, sus mañanas/tardes/noches de ocio se verían interrumpidas fulminantemente debido a la aparición del llamado Efecto L.A.D.N. (Luces de Árbol De Navidad). No se les puede catalogar como totalmente paranoicos debido a que se amparan en unas estadísticas totalmente objetivas.

Por otra parte, tenemos al grupo de los catalogados como J.N.P.C.F. (Jugadores No Paranoicos Con Fundamento): Los que ya han comprado la consola y están esperando a que aparezca el Efecto L.A.D.N. El ser conscientes de las estadísticas de pete de la 360 les impide disfrutar totalmente de su máquina, ademas de causar el temido Efecto O.A.L.V. (Ojo A La Virulé), que provoca que los J.N.P.C.F. desarrollen una particular habilidad: La capacidad de centrar su atención simultáneamente tanto al indicador de energía de la 360 como a la pantalla en si. Ésto, además de trastornos en la personalidad, deriva en una constante obsesión por poner a tope el aire acondicionado y reubicar la nevera en el salón, bien cerquita de la consola.

No está claro si el grupo de A.M.N.M.P. sea mayor que el de los J.N.P.C.F., pero teniendo en cuenta la evolución de ventas de Wii y el hecho de que en aproximadamente la mitad de tiempo haya vendido el doble que Microsoft con sus múltiples modelos de 360, y obviando factores como el diferente target de ambas máquinas, uno no puede sino preguntarse si la diferencia de precio entre PS3 y 360 no se debe tanto al Blu-Ray sino a la calidad del diseño de la máquina. Pero debido a las nada espectaculares ventas de PlayStation 3, queda claro que ambas máquinas tienen sus propios handicaps: Una, el precio, y la otra, la tendencia a convertirse en un ladrillo. Si es que no se puede tener todo.

Foto de cabecera | FotoRita

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