Pocos de los que estábamos a las 6 de la tarde en en punto de encuentro que había previsto Activision para comenzar la presentación en sociedad de su nuevo Call of Duty sabíamos lo que nos esperaba en esta jornada de evento.
La cosa comenzó con muchas expectativas sobre lo que nos tendrían preparado. Viaje en autocar, monos de camuflaje y camino a uno de los campos de airsoft más importantes de la capital. Todo presagiaba que la jornada jornada iba a acabar con una sesión de rebozarnos por el suelo, pegarnos tiros a lo loco y colleja final de mi señora por volver a casa hecho un Adán.
Pero no. Haciendo honor a la franquicia, Activision organizó una introducción espectacular, totalmente lineal, para acabar con una competición mutijugador a nivel internacional (otra cosa no, pero coherencia con el producto tienen un rato).
Tras bajarnos del autocar, y ponernos los preceptivos uniformes de camuflaje, fuimos guiados a través de un enorme recinto de edificios en ruinas (sede de la empresa de airsoft WRG) en una espectacular recreación de una batalla urbana, a la que asistimos como privilegiados reporteros de guerra. A pesar de que la producción fue magnífica, y se notó la gran cantidad de dinero que Activision ha invertido en esta presentación, se hechó en falta algo más de interactividad, puesto que todo consistió en hacernos dar vueltas por el recinto mientras veíamos escaramuzas entre guerrilleros, hogueras y explosiones, sin poder hacer otra cosa que mirar, cachondearnos un poco de los pobres figurantes que hacían de muertos, y seguir hasta el siguiente checkpoint. Lo más cachondo de todo es que, por un lado nos querían poner en la situación de estar en pleno conflicto, y por el otro la mayor preocupación de los organizadores era que no nos tropezásemos con nada y nos rompiésemos un tobillo. Escuchar una arenga sobre la desactivación de minas, ver dos explosiones, y que luego te digan “cuidado, un escalón” no tiene precio.
Una vez llegamos al edificio principal del recinto comenzó la presentación en si. Vimos el trailer de presentación del título, recibimos la clásica ducha verbal sobre las bondades del juego y el presentador dio paso a los invitados estrella del evento. Como representante de Treyarch tuvimos a Roberto Sánchez, el productor jefe del desarrollo de la parte de 3D. Como representantes de que Activision maneja más pasta que Buitoni y Giovanni Rana juntos tuvimos a Toni Elias, reciente campeón mundial de Moto2, y a David de Gea, actual portero del Atletico de Madrid. Charlé con cada uno de ellos en unas breves entrevistas personales gracias a la amabilidad de la nunca suficientemente alabada jefa de prensa de Activision Spain. Como siempre, muchas gracias por invitarnos.
Tanto Toni Elias como David de Gea se habían empapado del título, al que llevaban unos cuantos días jugando. David se destapó como un seguidor de la saga desde sus orígenes en la actual generación y me contó que, para él, este era el mejor CoD al que había jugado. También me comento que era seguidor de la saga Medal of Honor y que no sabría por cual de los dos decidirse en un momento dado. Que diplomático. Por su parte, Toni reconoció que esta era la primera vez que jugaba a un Call of Duty pero que le había sorprendido mucho porque el juego había conseguido ponerle en tensión. Lo cual, teniendo en cuenta que es una persona que se gana la vida tumbándose a 2 cm del suelo a 250 kms por hora, es decir bastante.
Después de un secuestro por parte de Televisión Española, y el posterior rescate por mi parte, conseguí hablar un rato con Roberto Sánchez, de Treyarch. En un correcto español me comento las mejoras que han intentado introducir en el juego, como un modo historia más completo y nuevos modos multijugador. Me reconocio que con el 3D activado el juego mostraba una tasa de frames apreciablemente más baja, pero que eso no influía en la jugabilidad. Según Roberto, la velocidad y la rapidez de respuesta son claves para un juego como Black Ops y que han intentado que la introducción del 3D no modifique la experiencia de juego en ese sentido. Todo un reto, teniendo en cuenta que fue un añadido posterior al desarrollo principal del juego. El mejor resumen de su opinión sobre el juego me lo dio en respuesta a mi pregunta de por qué debería comprarse un aficionado a los shooters un juego como Black Ops. “Porque vas a encontrar lo mismo que el anterior Call of Duty, pero más y mejor”. Ahí queda eso.
Tras cumplir con las entrevistas, era el momento de dedicarme a disfrutar de todos los elementos que Activision había dispuesto para los que estábamos cubriendo el evento. En la enorme nave industrial abandonada donde se desarrolló toda la presentación había varias tiendas de campaña militares con bebidas, comida, puestos de prueba del modo multi e historia y, por supuesto, lo más importante, azafatas. No es que la ropa militar sea muy sugerente, pero en fin, no se puede tener suerte siempre. (Rezo todas las noches para que esta santa página me mande a una presentación de algún Dead or Alive Xtreme Beach Voleyball. Solo por Steve Ballmer, por supuesto).
Lo que pude probar del juego me dio las mismas buenas sensaciones que sus antecesores. Velocidad, espectacularidad y un ritmo frenético constante. Y es que Treyarch le ha cogido por fin el punto al Call of Duty. Tiene que ser como los discos Mix de Barney Stinson, no puede tener altibajos, solo pueden tener subidón hacia arriba. Y un control suave como el culito de un bebe.
Pude probar el juego en su modalidad 3D en la tienda de campaña reservada para ello y la sensación fue agridulce. Por un lado la fluidez era mucho mayor de la que me esperaba, pero por otro presentaba algunos efectos un tanto extraños que hicieron que no me acabase de convencer del todo, como la representación de los objetos muy cercanos al punto de vista del personaje, que a veces eran tan forzados que generaban doble imagen, lo que no sería tan grave si no fuese porque te pasas medio juego pegado a la mira de tu arma.
En el escenario principal se estaba llevando a cabo una competición a nivel internacional con la prensa asistente a los diferentes eventos celebrados simultaneamente en otros países. Tengo que reconocer que no me enteré como quedo la cosa, porque en esos momentos estaba en otro punto de la nave disfrutando de un campo de tiro de airsoft que Activision había dispuesto para meternos todavía más en el papel.
Sobre las 10 de la noche tocó recoger bártulos y de vuelta a casa. Activision ha renunciado este año al Gamefest y al Gamelab, pero desde luego en este evento han realizado una presentación a la altura de lo que se merece uno de los mayores lanzamientos del año.