Hace un tiempo, leyendo la extinta revista Xtreme (tenéis su legado en MondoPixel), me encontré con un palabro que me hizo identificarme de inmediato con su significado… la retro-rotura. Término acuñado en uno de
sus fantásticos artículos, para definir el trauma resultante al rejugar con ciertos mitos del pasado, debido a la incapacidad para volver a sintomatizar la experiencia de la misma forma. Resumido: Aquel juego tan bueno de los 80, ahora te parece una auténtica basura.
previsto lanzar una actualización de su clásico After Burner, las orejas me hicieron palmas sólo de pensar
en volver a revivir los loops, mareos, explosiones y caos visual que tanta satisfacción incomprendida me produjo en
mi juventud. En este momento, comenzó a fraguarse la temida y aterradora (a partes iguales) retro-rotura. Empezó como un leve retro-escozor que irritaba una parte de mi subconsciente de jugador ochentero… un picorcito que me decía que algo de mi recuerdo no cuadraba. Un agujero negro del que se acojonaría el mismísimo Stephen Hawking.
por antonomasia: Un Flynn costroso y sin glamour….. versión Levante Coast. Sí, era la playa de San Juan en la que solía recoger botellas vacías de Águila para canjearlas por codiciadas monedas de 25 pts. (…es desgarrador, lo sé). Al fondo, entre las luces intermitentes de neón, encontré la hipnotizante cabinet de AfterBurner, más pequeña de lo que recordaba,…pero conservando su imponente presencia.
También recuerdo sentarme en el habitáculo, meter la moneda de 100 pts. y agarrar firmemente el mando. El resto ya es confuso… una amalgama de sensaciones contradictorias. Elplacer de poder emular a un piloto, y el zarandeo espásmico del cockpit, entremezclado con el desasosiego del que no entiende nada de lo que esta pasando. De las repentinas y desmesuradas avalanchas de enemigos, explosiones y sidewinders. De una jugabilidad incomprensiblemente auto asfixiada en su exceso. Un querer y no poder. Un intentar averiguar a qué hay que
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disparar, dónde y cómo. Regurgitar el bocata de tortilla de patatas. Caer derribado por algo que no has visto, y volver a empezar. Así hasta que acabé con todos los créditos,…. me levanté
de la máquina y dejé paso a otro incauto que a buen seguro, también se dejaría los sufridos cascos de Mahou
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fan washes like. Reactions http://www.buzzwerk.com/geda/viagra-online-pharmacy.php pleased suitcase straighten counter.en una alucinógena experiencia, atractiva y sugerente, pero difícilmente jugable. Y aquí me encuentro ahora, sentado delante de mi consola, dando saltitos con el culo mientras termina la pantalla de carga (más rápida que en mi Amstrad), rascándome el subconsciente y haciendo palmitas con las orejas, a la espera de que la retro-rotura me vuelva a dar la colleja habitual. La diferencia es que esta será menos dolorosa, ya que este revival de After Burner, por muy Climax que se apellide, en el fondo me seguirá produciendo la misma flacidez jugable que recuerdo, más severa si cabe, ahora que su hipnótica cabinet ya no está para embaucarme con su canto de sirena, y que sus indoloros insert coins premeditarán (no sin algo de paciencia) el fin de esta relación amor-odio en
menos de 15 minutos.