Es evidente que Sony va a volver a dar un golpe sobre la mesa este E3 con PS4 Neo; lo que no tengo tan claro es si van a hacer que nos levantemos de la silla del mismo modo que con el E3 2015, pero al menos sí habrá una lucha con Microsoft, que ahora parece que tienen también algo bajo el brazo para llevarse a California.
Nintendo NX, de forma incomprensible, se pierde el E3. Vamos a tener un stand de Nintendo con decenas y decenas de Wii U, GamePad y amiibo entre vitrinas, pero no habrá más juegos par aprobar de la gran N -o eso han dicho-. Entonces, viendo que ahora hay nuevos indicios para creer que Xbox One tendrá un modelo Slim en Los Ángeles, me pregunto si verdaderamente este próximo E3 2016 va a ser de esos como el de 2013, donde los juegos se vieron absorbidos por el clamor de las nuevas consolas.
Para qué engañarnos, ese momento en que se quitan las mantas y vemos “lo nuevo”, aunque sea solo un cambio de carcasa, es muy especial; si Microsoft se limita a haber puesto a régimen su actual máquina doméstica, sin mejorarla absolutamente nada por dentro, podríamos hablar de un fallecimiento prematuro, pero si la equiparan a su competidora quizá la generación tenga todavía algo de interés, porque si no esto va a parecer un partido de fútbol con un 0-5 a favor de Sony y en pleno minuto 90…
Creo que sí, que vamos a tener un E3 muy centrado en hardware y que marcará la segunda mitad de esta generación, con juegos que se verán retrasados a 2017 para poder ser más pulidos y adaptarse a estas nuevas máquinas intergeneracionales.
Gracias, Windows Central.