No soy aficionado al golf. Nunca me he parado a verlo por la tele, nunca he pisado un campo. De hecho, las veces que he jugado a un minigolf físico pueden contarse con los dedos de una mano. Sin embargo, siento una extraña fascinación por los videojuegos que se basan tanto en el golf como en su más simpático hermano menor.
Algo similar me ocurre con el billar. Será una especie de amor oculto por la geometría y los cálculos de trayectorias. En este sentido, en distintos momentos he podido visitar un puñado de representaciones virtuales, entre ellos los de Everybody’s Golf/Hot Shots, el minoritario Shot Online o los hoyos incluidos como minijuego en Super Monkey Ball Deluxe. También hay muchos otros juegos: los Tiger Woods PGA Tour, el online World Golf Tour, los de Mario, el de Sid Meier o los gamberros Outlaw Golf, narrados por los cómicos Steve Carell y Dave Attell.
Aun así, la mayoría de los anteriormente referidos tratan de reflejar, de maneras más o menos realistas, el golf puro. En lo que respecta al minigolf, existe un notable referente, la saga 3D Ultra Minigolf Adventures, cuya segunda y última entrega salió hace ya cinco años en Xbox 360 y PS3. Hasta ahora, los aficionados al deporte que quisieran jugarlo en PC no tenían más remedio que hacerse con la primera parte, que tiene casi una década. 36 hoyos, editor de niveles y multijugador local son sus principales atractivos.
¿Un nuevo aspirante?
Ahora, un nuevo contendiente disponible en Steam para PC y Mac aparece en escena sin hacer absolutamente ningún ruido a la espera de ganarse el favor de los aficionados al minigolf de pantalla. Viene de la mano del estudio alemán Z-Software y de las editoras Merge Games, rokapublish y Tagstar Games. Su nombre, 3D Mini Golf, es paradigma de lo que transmite. Sencillez, incluso falta de carácter. Casi, y duele decirlo, falta de mimo. No he encontrado ningún otro medio que, a día de hoy, se haya molestado en reseñarlo, pero a pesar de su cualidad de genérico tiene potencial para divertir. Acompañadme a lo largo de esta pequeña aventura crítica para saber por qué un título aparentemente tan irrelevante merece el despliegue de palabras que viene a continuación.
3D Mini Golf refleja satisfactoriamente la combinación de mecánicas básica en todo juego de este estilo que se precie: está la maña, al escoger cuidadosamente la dirección horizontal en la que queremos que vaya la pelota, y la fuerza, representada mediante una barra. Armados con el conocimiento básico de estos dos procedimientos, tendremos a nuestra disposición tres campos temáticos con sus 18 hoyos cada uno, 54 en total. La mayoría de ellos son cortísimos y muy simples; los más complejos, que son igualmente breves, nos enfrentan a los típicos toboganes, rampas, saltos y las ocasionales piezas móviles, presentes en tal solo tres de los hoyos y no muy bien aprovechadas.
Ya juguemos en el modo desafío, torneo o multijugador local, la forma de proceder será siempre la misma: apuntar, echar hacia atrás el palo hasta alcanzar la fuerza deseada (no hay ningún reto en este punto) y ver el resultado. Y así hasta llegar al hoyo. En el modo desafío, conseguiremos la medalla de oro si hacemos un hoyo en el número de golpes que nos indica el par, la de plata por un par+1 y la de bronce por un par+2. Aquí acaba la terminología golfística.
Completar los 54 hoyos en el modo desafío no llevará seguramente más de dos horas. Conseguir todos los oros, a fuerza de ensayo y error, podremos hacerlo en otra sesión de juego más, excepto el hoyo 9 del primer campo, que más de uno ya ha dicho que es completamente imposible y necesita un parche. Conseguir casi todos los trofeos, 30 en total, también es cosa de perseverar.
Los otros dos modos, torneo y multijugador, tampoco entrañan ningún secreto. En el primero, jugaremos cualquiera de los tres campos de principio a fin contra la IA (hay seis niveles de dificultad, de cero a cinco estrellas) intentando terminar con menos golpes que nadie. En cuanto al multijugador, podremos hacer lo mismo pero con hasta tres jugadores más en el mismo ordenador.
Hasta aquí, la panorámica. No tiene mala pinta. No es nada del otro mundo, pero tampoco es que nadie haya propuesto nada distinto desde hace años en este campo. Jugarlo divierte, molestarse en ir a por las medallas de oro es un placer y los momentos de frustración son mínimos. Ahora bien, tampoco es que sea fácil hacer un mal producto en este género. A partir de esta evidencia, surge una pregunta: ¿es un juego pulido y recomendable, además de divertido? Aquí, la respuesta es más compleja.
Las miserias del minigolf
3D Mini Golf da la sensación de ser un proyecto hecho por estudiantes sin mucha ambición y con un tiempo y presupuesto cercanos al cero absoluto. No funciona mal, pero no transmite nada más allá de la corrección. Es genérico, poco mimado. Una muestra, los bordes circulares de los escenarios, tan toscos que se les notan los polígonos cuando su redondez debería ser lo principal si se quiere replicar la experiencia real.
Gráficamente cumple con lo que se le pide, que es representar un minigolf, pero las texturas de todos los niveles son clónicas. Sea cual sea el campo “temático” en el que estemos jugando, el césped artificial tiene los mismos cuadrados, y muchos de los elementos del entorno son también los mismos en todas partes.
De hecho, no debería extrañarnos ver algún día muchos de estos escenarios en otro juego, porque al menos una parte de ellos son obra de otro estudio y se pueden comprar en TurboSquid sin problemas. Este hecho no ayuda a disipar la sensación de que se ha puesto poco cariño en esta obra.
Otro de los problemas tiene que ver con la cámara que sigue a la pelota justo después de golpearla. En pocas palabras, si has dado un golpe fuerte >prepárate para no enterarte ni de dónde rebota la bola mientras la cámara se retuerce intentando seguirla desde arriba.
Después del apartado visual viene el sonido, que es suficiente sin más. Tres melodías con sus tres bucles de sonido de fondo, un efecto de bola rebotando y tres aplausos distintos no son precisamente un despliegue de medios, aunque no sea necesario más que eso para aprobar.
Para terminar, hablemos de bugs. Para ser sinceros, 3D Mini Golf no tiene bugs en cuanto a jugabilidad. A simple vista, la bola rebota donde le hemos dicho y va hacia donde intuimos que tiene que ir. Después de arrearle cientos de golpes, solo en una ocasión la pelota se ha comportado de forma extraña, atravesando el suelo después de hacer hoyo. Dejando este aspecto de lado, sí me he encontrado con un problema que tanto yo como otro usuario hemos expresado en el foro de Steam y aún no ha recibido respuesta por parte de nadie. Algunos usuarios se quejan de que, como ya he dicho, el juego carece de terminología golfística, pero lo que sufro yo es más grave: mi copia no tiene terminología de ninguna clase, porque no puedo ver los textos de ninguna de las ventanas.
En cualquier aviso o consejo que aparece, lo único que veo es un título descriptivo que interpreto que tan solo sirve para marcar el lugar donde debería poner otra cosa. Para mí, el primer campo se llama ScenarioName0. Los hoyos tienen nombres tan sugerentes como ScenarioTitle1Hole8. No he visto jamás una pista o una descripción, tan solo cosas de ese estilo. Si el juego ha tratado de comunicarse conmigo en algún momento, no he recibido nada. Menos mal que no hace ninguna falta para jugar y, seamos benévolos con esto, entiendo que no le pasa a todo el mundo y confío en que lo arreglen pronto.
Concluyendo: ¿divierte 3D Mini Golf? Mucho, y además engancha. Es corto, pero hasta que no lo completas no paras. Además tiene multijugador local, la verdadera joya de la corona. Si sois varios aficionados, tenéis material de sobra para quedar y pasar algún que otro rato. Pero volvamos a lo de antes: ¿lo recomiendo?
Escoja sabiamente
No tiene online. No tiene editor de niveles. La calidad general de la producción es correcta, pero sin pasarse. Y además, vale sus buenos 15 euros (recomiendo, por tanto, guardárselo para cuando llegue un descuento). ¿Qué quiero decir con esto? 3D Ultra Minigolf Adventure vale 10. Tiene editor, niveles más largos y una aproximación arcade que le resta realismo pero que lo dota de algo de personalidad. No lo he jugado, pero sin duda los que lo han hecho lo valoran en general bastante más que los que han jugado a 3D Mini Golf.
Así pues, solo me gustaría que tuvierais en cuenta, potenciales compradores de experiencias virtuales de minigolf, que hay dos alternativas bien claras: una de ellas, la que hoy nos ha traído a este análisis, tiene 54 hoyos y la simpleza por bandera. Ha conseguido que le coja cariño, pero no se pueden pasar por alto sus limitaciones. Un 60 me parece la nota adecuada para este juego, una puntuación que no está nada mal siendo un título que entretiene pero sencillamente no es ambicioso.
La otra propuesta, 3D Ultra Minigolf Adventure, vieja pero de probada solidez, tiene un enfoque más arcade y compensa su escasez de hoyos con un editor. Si pretendéis pasar un puñado de horas solos o en compañía y sin complicaciones, me atrevería a decir que ninguno de los dos os decepcionará. Ahora bien, sabed lo que os vais a encontrar. [60]
Bola extra (sí, ya sé que eso es de los pinball): acabo de encontrar este otro juego. Y es gratis para Windows 8, Windows Phone y Android.