Análisis Binary Domain para Playstation 3

Análisis Binary Domain para Playstation 3

Vivimos una generación de consolas en la que predominan los shooters, tanto en primera como en tercera persona. Son juegos que  logran cosechar muy buenas ventas entre los usuarios pero que comienza a ser un género bastante cansino, pues cada año recibimos una gran cantidad de títulos y sagas que no hacen más que subirse a la ola de esta moda videojueguil.

Toshihiro Nagoshi, creador de sagas tan conocidas como Yakuza o Super Monkey Ball, no ha querido desaprovechar la oportunidad y nos trae un nuevo shooter pero aportando mecánicas jugables que lo hace distinto a los demás. Hablamos de Binary Domain, un título de acción en tercera persona  que nos propone viajar a un mundo futurista plagado de robots y androides donde, al frente de un comando especializado, debemos hacer frente a todo tipo de criaturas de hojalata y salvar a la civilización. ¡Según las leyes de la robótica, un robot no puede dañar a un ser humano!… ¿o tal vez si?

Binary Domain

Año 2080: el planeta tierra ha sufrido los efectos del cambio climático. Las principales ciudades del mundo han sido engullidas por las aguas del océano, siendo la única salvación reconstruirlas sobre sus propios cimientos. Para tal ardua tarea, los humanos contaron con la ayuda de los robots: una mano de obra barata, segura y eficiente. Para evitar cualquier tipo de abuso en cuanto a la fabricación y producción de éstos, se acordó en una convención de Ginebra que jamás y bajo ningún concepto podría darse la fabricación de robots con apariencia humana. Sin embargo, al poco tiempo surgen unos nuevos modelos de androides conocidos como «Hijos del Éter», siendo éstos prácticamente idénticos a los humanos y con una inteligencia artificial fuera de lo común. Como castigo por desobedecer el acuerdo, la Asociación Internacional de Tecnología y Robótica confía a un grupo de soldados de élite, conocidos como Unidad Óxido y liderados por el sargento Dan Marshall, a encontrar a los responsables, detenerlos y acabar con sus diabólicos planes.

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El sistema de juego de este nuevo título es muy parecido al de Gears Of  War, con una jugabilidad rápida y ágil y escenarios repletos de cajas y paredes donde cubrirnos. Tanto el sistema de coberturas como el de apuntado están muy bien implementados, con un control cómodo que responde sin problemas nuestras órdenes. Durante los primeros compases de la aventura nos irán explicando los controles necesarios para que empecemos a disparar a diestro y siniestro, con un manejo sencillo de utilizar que no tardaremos en aprender.

La acción será constante y sin un momento de respiro, siendo necesario que nos cubramos todo lo posible y vigilemos nuestra salud. En las primeras misiones, los robots apenas poseen energía y será sencillo acabar con ellos pero más adelante debemos tener especial cuidado con éstos pues serán más numerosos y poderosos. Al principio puede resultar sencillo, pero debemos tener en cuenta que los enemigos a los que nos enfrentamos son robots y no humanos, es decir, enemigos artificiales que no tienen ningún apego a la vida, por lo que no se cortarán en venir a por nosotros sin importar el número de disparos que reciban. Sin embargo esto no quita a que hayan robots con mayor inteligencia artificial que otros, pues se cubrirán y aprovecharán nuestras distracciones para atacarnos por la espalda o tendernos emboscadas.

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El objetivo principal de nuestros enemigos será destruirnos y no les importará perder extremidades de su cuerpo como los brazos o las piernas con tal de eliminarnos. Si disparamos a sus brazos y les dejamos mancos cogerán su arma con la otra mano y si les destruimos las piernas se arrastrarán por el suelo hasta atraparnos. Para eliminar a las hordas de robots y androides a las que nos enfrentaremos dispondremos de un amplio arsenal, pudiendo escoger entre 4 armas diferentes con la cruceta del mando.

El número de enemigos que nos encontremos será bastante variado, desde el clásico robot de asalto con poca defensa hasta otros muchos más resistentes y agresivos como el Hércules o los vehículos voladores. Al final de cada misión debemos enfrentarnos al jefe final, tratándose de robots especiales con un tamaño, fuerza y resistencia fuera de lo común. Nuestras armas convencionales apenas les causarán daños, por lo que tendremos que equiparnos con lanzacohetes y explosivos para hacerles morder el polvo. Los combates contra los jefes finales son realmente épicos y os entrarán por los ojos.

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A lo largo de la partida no todo será disparar sin descanso, pues nos encontraremos con momentos variados como huir nadando de unos robots de vigilancia, disparar desde el techo de un coche o conducir motos acuáticas. Tampoco faltarán los clásicos Quick Time Events, donde debemos pulsar la secuencia de botones que aparece en pantalla si no queremos ser aplastados o derribados por los enemigos. Todos estos añadidos consiguen que el juego no caiga en la monotonía y estemos siempre pendientes de la partida.

A medida que vayamos eliminando enemigos iremos adquiriendo una serie de puntos que podremos canjearlos en los terminales repartidos por el escenario. A través de ellos accederemos a una tienda virtual donde canjear los puntos por botiquines, armas, munición, nano dispositivos o mejoras de armas. Los nano dispositivos son unos pequeños implantes que nos permiten mejorar las habilidades de los personajes, ya sea las del protagonista como la de sus compañeros. En cuanto al sistema de mejoras, podemos aumentar la precisión de las armas, mejorar el alcance e incluso el número de balas en el cargador.

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Si disponemos de un micrófono podremos dar órdenes a nuestros aliados por medio de unas sencillas órdenes de combate como “atacar, “cargar” o “cubrirnos”. No sólo daremos las órdenes oportunas, sino que además podremos contestarles a las preguntas que nos formulen e incluso elogiarles o insultarles. Si cuidamos de nuestros compañeros y los elogiamos por sus hazañas conseguiremos crear un mayor vínculo con ellos y acatarán nuestras órdenes, de lo contrario, si los herimos o insultamos nos despreciarán y pasarán de colaborar con nosotros. A priori, este sistema de comunicación puede pasar desapercibido o no llamar la atención, pero a medida que se avanza en el juego nos daremos cuenta que es más importante de lo que puede parecer en un principio, pues nuestros aliados no sólo obedecerán nuestras órdenes, sino que además acudirán en nuestra ayuda e incluso nos curarán si estamos faltos de salud.

El juego puede llegar a reconocer más de un centenar de respuestas e incluso podremos configurarlas y grabarlas desde el menú. Si hablamos de forma clara y precisa el sistema no tendrá dificultad para comprender lo que decimos, pero no todo es perfecto, pues existen ocasiones en las que la consola entiende palabras que nada tienen que ver con lo que hemos dicho e incluso será necesario que el micrófono no recoja sonido de fondo pues de lo contrario no funcionará como es debido.

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Adentrándonos en el modo multijugador, el título de SEGA ofrece varios modos competitivos y cooperativos, desde combates por equipos, todos contra todos, captura de la bandera e incluso tomar el control de la base enemiga. Tenemos la posibilidad de seleccionar a varios personajes, cada uno con sus habilidades características y armamento propio.

Visualmente, Binary Domain es un título que entra por los ojos, con un apartado gráfico de gran calidad y muy cuidado. Tanto el diseño de escenarios, enemigos e incluso la trama principal están fuertemente inspiradas en clásicos del cine como Terminator, Blade Runner o Yo, Robot, entre otros. A su vez, el juego de SEGA desprende una profunda naturaleza nipona, con escenarios y diseños que parecen sacados de un manga o anime.

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Las animaciones de los héroes y de los enemigos están muy bien cuidadas, presumiendo de un repertorio de movimientos realistas y unas secuencias de vídeo estupendamente implementadas.  Detrás de los escenarios se encuentra una gran dirección artística, con ciudades y entornos la mar de variados que van desde una enorme metrópolis futurista hasta cloacas llenas de mugre y escombros, todo ello con un trabajo de texturas e iluminación digno de mención.

La música del juego, sin llegar a ser una obra maestra, cumple con su cometido, con unos acordes electrónicos que en ocasiones no encaja todo lo bien que debería y que no pasa de ser un mero acompañante durante toda la campaña. A diferencia de otros shooters, Binary Domain nos llega totalmente doblado al castellano, pero con un trabajo de doblaje que podría haber sido mejor y que se queda únicamente en un nivel medio aceptable. Con un poco más de parné sobre la mesa se hubiesen contratado a dobladores de mejor calidad, aunque ya sólo con el detalle de haberlo incluido no hay porque reprochar nada más.

SEGA nos ofrece un videojuego de acción de corte occidental con la intención de satisfacer al público oriental. A pesar de coger elementos de otros juegos, es un título que posee su propia identidad y que cuenta con una historia realmente interesante, pues una vez introduzcas el disco en la consola no querrás parar de jugar hasta descubrir todos los acontecimientos que se irán sucediendo. Un título muy interesante donde los fans del género y de las aventuras robóticas tienen ante sí una magnífica opción para disfrutar de la acción sin freno. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¡Descubridlo por vosotros mismos! [8]

  1. Buen y extenso análisis Iván. Por cierto, en todos los tráilers se ha visto… pero el doblaje, para tener la «intensidad» que tiene, ejem… mejor se lo ahorran.

  2. Perfect Iván! Me ha gustado mucho lo que dices y como lo dices, por ejemplo sobre el doblaje.
    Sobre el juego me atrae mucho desde siempre, a ver si cae un poco más adelante.

  3. Bueno, yo vengo a tocar las pelotas. El juego es cansino, repetitivo a mas no poder, sin carisma y mas refrito que el aceite de un rollito chino. El control por voz a nuestro compañero es un relleno que roza el chiste y las supuestas fases «variadas», con un control mas raquitico que jugar a Dragon’s Lair en un iglu. Un sufle de ideas manidas, cansinas y sin el mas minimo apice de interes.

    Lo siento, pero tenia que desquitarme. Los que han hecho este juego, mas que soñar con ovejas, han tenido pesadillas con cerdos.

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