El ultimo y primer DLC de Dark Souls 3 llegó el 25 de Octubre para PS4 (un día antes para Xbox One) para delicia de todos sus jugadores. No será el único puesto que en unos meses tendremos el segundo DLC del título de From Software.
Gracias a AKB, pude probarlo la semana del lanzamiento. Este es mi análisis sobre la nueva pieza de Miyazaki.
Ashes of Ariandel, el primer DLC para Dark Souls 3
La historia y el lore de los Souls es la propia interpretación que hacen los jugadores sobre los objetos, la ambientación, los personajes y hasta de la banda sonora. Son juegos únicos por los que nos mataríamos una y otra vez por saber algo más de la historia, sin embargo, en este análisis del DLC no entraré en la historia por lo que puedes leer este análisis sin temor a descubrir nada más en relación al lore.
En cambio, te comentaré que la ambientación de este DLC que tira a un tono más gélido está en consonancia con lo que nos pide: tenemos que estar atentos a cada paso puesto que de ello dependerá que entendamos (o no) lo que nos proporciona dicho contenido. Cada huella y cada pisada, puede ser la última dado que la duración es corta. Se podría decir es una auténtica pasada, visitando un mundo nuevo donde no solo sentiremos que esto es una expansión del contenido original sino que disfrutamos de este soplo de aire fresco, nunca mejor dicho.
Destaca sobresalientemente en el apartado de diseño de niveles, con una forma muy laberíntica pero a la vez discreta de llevarnos por donde el juego quiere. Aun así, nosotros tenemos la última decisión y de ello dependerá qué camino tomar.
Los enemigos finales ponen la nota agridulce a este DLC
Sin embargo, el tono agridulce lo tienen los bosses que no llegan a ser lo que yo, al menos, esperaba. Fue toda una sorpresa la ejecución del combate dado que es algo atípica dentro de la saga y puede cabrear a más de uno. Si pruebas el DLC, seguro que se te pasará por la cabeza invocar a algún amigo o jugador para poder resolver esta pelea sin tirar el mando por la ventana.
Otros aspectos a analizar quedan relegados a lo ya enseñado: la jugabilidad sigue siendo más rápida que los primeros Souls pero no tanto como el frenético pero sobresaliente Bloodborne. Los gráficos siguen manteniéndose en la línea ya presentada desde hace unos meses pero eso no hace que no luzca la espectacularidad de los entornos y paisajes escogidos para dar rienda a nuestra aventura.
Sin embargo, el DLC podría ser descrito como: “corto pero intenso”. Quizás un punto a desfavorable es el precio, puesto que si no tenemos el season pass, el DLC vale 15 euros.
La dirección de Ashes of Ariandel destaca y se nota la mano de Miyazaki
Por otra parte vuelve a brillar la mano de Miyazaki en cuanto a dirección se refiere, puesto que encontramos todo lo que nos gusta de los Souls: una buena banda sonora en los combates principales, un contenido que nos deja con ganas de descubrir más y una nueva manera de ganar más objetos, armas, inventario y armaduras nuevos. Incluso podemos observar animaciones única y sobre todo personajes que nunca hemos visto y que dejaran una pista por la que guiarnos.
Eso siempre es de agradecer puesto que han pasado solo unos meses desde que empezamos la tercera parte de esta saga tan querida. La dificultad en este DLC he de decir que ha sido media tirando a baja durante la mayor parte del recorrido, lo que quizás es de agradecer. Por otra parte, se integra los tan queridos PVP a la hora de poder combatir con nuestros amigos en diversos modos salvo que entre éstos, me confunde que se parezcan tanto entre ellos. Yo no soy gran seguidora de este modo, y lo poco que ha jugado no me ha parecido muy interesante en gran parte por problemas de lag y que solo hay una arena disponible. De momento.
Conclusiones
Dado que siempre nos deja con gusto a más, hubiese sido preferible una mayor duración aunque de ello repercutiera en la dificultad. Es una opinión personal, y creo que se hubiera disfrutado mucho más de esta pequeña pero bonita pieza del puzle que resulta Dark Souls 3. Que las llamas nos acompañen…o no. Nota: 85.