Análisis de Aragami 2, una secuela muy superior al original

Casi cinco años después de la llegada del título original, el estudio español Lince Works acaba de lanzar Aragami 2 en PC, PS5, PS4, Xbox Series X|S y Xbox One. Una secuela que llega con la intención de mejorar a su antecesor, y que cuenta con varios aspectos que han cambiado por completo. ¿Lo habrá conseguido?

Elevando las cotas de ambición

El juego de 2016 ofreció una interesante experiencia de sigilo, pero arrastraba ciertos problemas que terminaron por dar lugar a un videojuego un tanto irregular. Así que nos vamos a centrar en lo mucho que ha mejorado el estudio de cara a esta nueva entrega. Aragami 2 es, en líneas generales, un título bastante sólido, pues ha sido capaz de coger la base del original, ampliar la experiencia con novedades de peso y refinar la fórmula hasta corregir casi todos los errores que vimos en el pasado.

Ahora tenemos un escenario que haces las veces de HUB o nexo. Es decir, un punto de encuentro en el que aceptamos misiones, conversamos con diferentes personajes para conocer más detalles sobre la historia y nos servimos de los servicios que ofrecen algunos en sus establecimientos (recursos, personalización, desarrollo del protagonista y adquisición de habilidades…). La verdad es que sienta bien contar con un lugar en el que relajarnos durante los momentos previos a la siguiente incursión en el campo de batalla.

En lo que respecta a las misiones, se trata de otro elemento que también ha sido mejorado. Ahora la variedad de objetivos es mayor y en rara ocasión se da el caso de que nos toque repetir tareas similares con poco margen de tiempo. Rescatar inocentes, robar objetos clave, asesinar sigilosamente a un objetivo determinado, sabotear el equipo de las tropas enemigas… Hay un buen puñado de objetivos y la variedad de misiones, así como de escenarios, le sientan muy bien al juego. Además, la enorme mejora técnica con respecto a la primera entrega se agradece, ya que recorrer los niveles con precisión y rapidez cambian por completo la experiencia.

Por supuesto, el título vuelve a apostar por el juego cooperativo y en cualquier momento es posible abrir el menú, crear —o unirnos— a una partida y llevar a cabo cualquier misión en compañía de otro jugador. Ya sea en modo cooperativo o en solitario, el procedimiento a la hora de probar suerte en una misión es el mismo: las elegimos a través de un tablón de anuncios que nos permite visualizar el mapa del mundo, así como la información de cada objetivo, la posibilidad de repetir un mismo escenario y el registro de puntuación obtenido durante la primera vez. En este sentido, Aragami 2 es un título bastante rejugable, pues obtener un rango elevado exige jugar de la mejor manera posible, sin cometer errores y actuando con rapidez.

Desenvainar no es ninguna deshonra

Uno de los principales atractivos de Aragami 2 es el flamante sistema de combate. En la primera entrega, pelear nunca era la mejor opción, algo que ligaba el éxito de la misión a ser paciente y evitar el cuerpo a cuerpo. Aquí es completamente diferente; luchar es una opción completamente válida, y además es muy divertido. Personalmente, es una de los elementos que me han convencido, pues considero que siempre es positivo ofrecer diferentes formas de abordar cada situación en un título así.

Salvando las distancias, el sistema de combate me ha recordado ligeramente al de Ghost of Tsushima, pues todo funciona de un modo similar. Fijamos objetivo, nos encaramos con él y comienza el baile de espadas. El estudio ha llevado a cabo un buen trabajo a la hora de medir los tiempos, algo que debemos hacer constantemente nosotros si no queremos morder el polvo en un abrir y cerrar de ojos; nos sentimos frágiles en todo momento y dar con la tecla en cuanto a realizar movimientos defensivos es el primer paso hacia la victoria. Todo funciona de una manera sencilla, ya que las batallas consisten en bloquear, esquivar, contraatacar y golpear. Lo justo y necesario para librar un intenso duelo a muerte.

Eso sí, entablar combate es una buena opción siempre las circunstancias lo permitan, porque en las batallas uno contra uno funcionan muy bien, pero en cuanto nos vemos en inferioridad numérica es prácticamente imposible salir airoso de la refriega. Las peleas están concebidas para potenciar los duelos individuales, pero siempre que nos enfrentemos a dos o más rivales simultáneos, lo más recomendable es huir de la zona, aguardar en un lugar seguro hasta que las cosas se hayan calmado y replantearnos la situación. Tal vez sea mejor eso de volver a las sombras.

Aragami 2: más y mejor

Ha pasado un lustro desde el estreno de la aventura original, y Lince Works ha aprendido de sus errores; Aragami 2 es ampliamente superior a su antecesor en prácticamente todos los apartados, a pesar de apostar por el continuismo. El salto técnico es evidente y le sienta de maravilla a la hora de ofrecer una experiencia fluida y agradable. Sin embargo, lo que más se agradece es el refinamiento de la fórmula: sistema de control, mecánicas de sigilo, variedad de situaciones y acción rallan a un buen nivel y dan lugar a un conjunto sólido, más allá de repetir algunos problemas en lo que a inteligencia artificial se refiere. Con todo, estamos ante un título recomendable para cualquier aficionado a los juegos de acción y sigilo. [75]

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