Atomic Heart, el primer juego del estudio Mundfish deja muy buenas sensaciones al inicio, pero todo se va desvaneciendo a medida que el juego avanza y los errores de principiante se vuelven evidentes.
Máquina de guerra
El protagonista de Atomic Heart es P-3. Un soldado que está a las órdenes del gobierno y debe investigar lo sucedido en un complejo donde las máquinas han tomado el control y están acabando con todo y todos.
P-3 es una verdadera máquina de guerra, con la posibilidad de manipular cualquier tipo de arma, construirla y además complementar sus habilidades con Charles, un guante con inteligencia artificial que le permite potenciar sus poderes o apoyar a nivel defensivo.
Chatarrero
En Atomic Heart recoger cada trozo de chatarra es importante, porque son materiales que nos permiten crear munición, armas y también mejorar el guante, el personaje y/o el arsenal. Todo esto a través de una maquina super cachonda que me hizo sentir incómodo varias veces.
Tenemos munición básica y también elemental (fuego, electricidad y hielo), la cual afecta a los enemigos dependiendo de su debilidad, la cual podemos explorar gracias a Charles. Además, cada arma cuenta con una ranura de para adaptar este tipo de munición en incluso hacer daño elemental cuerpo a cuerpo.
Pero desde aquí comienzan a notarse las inconsistencias del juego. La chatarra se consigue por todas partes y es posible mejorar las armas y el personaje rápidamente. Si, algunos planos son requeridos para otras armas y se deben conseguir en lugares especificos, pero con las iniciales es más que suficiente, una vez mejoradas, para superar el reto.
Además, las máquinas de mejora se encuentran casi que en todos lados, por momentos tenemos hasta tres en un mismo sector, solo con un piso de diferencia, lo que siempre me pareció innecesario.
Que comience la batalla
Los primeros minutos de Atomic Heart ponen el contexto, se podría decir que son hasta lentos. Una vez llegamos al complejo es cuando comienza la acción y descubrimos a qué nos enfrentamos. Aquí debo admitir que la ambientación es genial y encontrarse con una habitación llena de robots genera un impacto y algo de miedo.
Inicialmente son solo robots humanoides, después descubrimos un laboratorio de botánica donde las plantas se fusionan con los robots para crear seres más ágiles y mortíferos, con habilidades adicionales.
La mayoría de los escenarios cuentan con cámaras y cuando nos descubren envían a todos los enemigos del sector a atacar, lo que es un gran problema del que rara vez se sale con vida. Claro que esto se puede solucionar si uno se aleja lo suficiente de los enemigos, para que regresen a su patrón original.
Entretenido pero repetitivo
Los enfrentamientos en Atomic Heart suelen ser divertidos al inicio, en especial cuando se nota el detalle de los robots a medida que se destruyen o se conocen su habilidades especiales, pero a medida que avanza el juego, las batallas son siempre las mismas.
Es más, con un par de habilidades mejoradas todo se remite a congelar/electrocutar y un par de golpes con el arma cuerpo a cuerpo. La cosa cambia un poco con los jefes, que son imponentes y con diferentes habilidades. Allí es necesario llegar preparado y se agradece tener una estación de mejora antes de comenzar.
Mundo desaprovechado
No me cansaré de repetir que Atomic Heart tiene un lore muy interesante y bien pensado. Sin embargo, el entorno donde se desarrolla todo está muy mal utilizado. Tenemos una especie de mundo abierto donde las misiones secundarias se reducen a explorar laboratorios de investigación.
No me tomen a mal. Los laboratorios son de los mejores escenarios que tiene el juego, en especial por los puzzles, pero algunos se encuentran tan alejados entre sí, que no vale la pena el viaje. En especial porque están repletos de enemigos y ya después de tanto tiempo destruyendolos, no es tan divertido (lo notarán cuando tengan que cruzar el puente, solo corran y no miren atrás).
A esto se suma que la historia principal es supremamente lineal y te lleva a explorar tan pocos sectores del mapa que al parecer muchos de los escenarios fueron agregados para extender el tiempo de juego, pero no conecta en nada con la historia.
Una historia predecible
Creo que algo que ha perjudicado mucho a Atomic Heart es llamarlo el Bioshock ruso. Si, admito que yo lo he hecho también y eso le ha puesto un peso inmenso encima, pero también hace evidente algo en la historia en relación con el título de Irrational (no lo diré, pero los que lo hayan jugado sabrán que es).
Pero más allá de lo predecible, la última parte de la historia es supremamente apresurada. Ata un montón de cabos a la carrera e incluso el final es muy raro. Si, está bien que quieran hacer giros en la trama, pero sería genial que se sientan orgánicos.
Me gustaría destacar los momentos donde el personaje entra en un estado mental donde los niveles son una mezcla de situaciones, con voces, música, personajes. Como si se hubiera chutado la droga más extraña del mundo.
Todo bien empaquetado
Lo que no se le puede negar a Atomic Heart es su apartado visual. Es espectacular por donde se le mire. Iluminación, texturas, reflejos, animaciones (aunque sigue sin gustarme que sean parte constante del combate). En general un juego que entra por los ojos y es llamativo de principio a fin.
Cada lugar que visitamos sorprende e impacta e insisto, los laboratorios son caso aparte. Sus acertijos son retadores, novedosos y entretenidos.
Conclusiones
Atomic Heart no me decepcionó, pero tampoco me enamoró. En un juego muy inconsistente en muchos aspectos, que salta a la vista por su apartado visual y que se muestra completamente durante sus primeras horas de juego.
De ahí en más tenemos un título repetitivo, lineal y predecible, donde destacan algunos jefes finales, la primera parte de su historia y sus acertijos. Estos últimos los debemos buscar por nuestra cuenta explorando los laboratorios.
Para ser su primer juego no está mal, varios de los errores que se evidencian son precisamente por ser esa primera vez, pero creo que este estudio, con un poco más de experiencia, nos puede presentar cosas interesantes.[70]
Me ha pasado algo curioso con este juego:
Estaba con la boquita abierta, disfrutando de lo que podía ser un precioso y único videojuego hasta que he llegado a la zona en la que te enseñan que si el malo se pone rojo le des a esquivar. Se acabó lo divertido y el juego se vuelve un tocamiento de pelotas bastante grande. Tuve que dejar de jugar con teclado y ratón para pasarme al pad… mecánicas sin sentido y que no aportan nada.