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Análisis de Deadpool para Xbox 360

Deadpool

Deadpool

¿Que pensabais? ¿Qué me iba a quedar de brazos cruzados mientras adorabais a The Last of Us? Nanai, chicos. Ya iba siendo hora de que os hiciera una visitilla con mi nuevo juego. Si, ese juego en el que YO soy el absoluto protagonista. ¿Chuster? No, pringaos, ¡ Yo, Deadpool, el Mercenario Bocazas, el mismo tío que recibió los poderes de esa bola de pelo conocida como Lobezno y que quedo con su cara como una lasaña estampada en una carretera y tarado a más no poder!

Pero bueno, no vengo a aburriros con mi vida, sino a enseñaros como los chicos de High Moon Studios han creado un título tan alucinante como mis aventuras en los cómics. Así que, preparaos, ¡que allá vamos!

Todo empezó hace año y medio, cuando me presente con mi cuerpo serrano en la Comic Con, con los colegas de Marvel, y os presente un traíler con el que hice que alguno de los aquí presentes se pusieran muy melosos con sus botes de loción y sus proveedores de kleenex favoritos. El caso es que secuestre a todo el equipo de High Moon Studios y les oblig- quiero decir, les “insistí” en que hicieran un título conmigo de protagonista, con una historia cojonuda y que, por lo menos, fuera mejor que eso que hizo Logan en consolas. El caso es que este pasado viernes ha salido mi título Deadpool, que por alguna razón habéis traducido al español y, después, puesto mi nombre en inglés. Ya tengo un nombre compuesto, gracias, y es El Señor Chimichangas, pero ya os echaré la bronca más adelante.

En cuanto pongas mi juego en tu consola (o en cuanto te lo hayas descargado por esa cosa llamada Steam), verás que estoy repanchigado en mi sillón favorito, rascándome la huevada con una pipa y viendo la tele, mientras mis amigos de High Moon Studios me llaman para felicitarme por el éxito que supone mi título y que me envían el guion cuanto antes. Espera, ¿guión? ¿desde cuándo el Mercenario Bocazas tiene que estar actuando? En fin, el caso es que me toca ir a por un pez gordo, instalado en su ático en un rascacielos.

Sin embargo, el regordete amigo que nos iba a proporcionar suficientes fondos para comprar la sección internacional de Taco Bell desaparece secuestrado por Arco Voltaico, Blockbuster y Vértigo, tres mindundis a las ordenes de Míster Siniestro, un pintas gótico que quiere dominar el mundo. Tras un “pequeño” accidente, los capullos de la Patrulla X me encuentran y me arrastran hasta Genosha, donde tengo que poner fin a sus planes “por el bien de la humanidad” y demás chorradas. ¡Hasta mi colega del futuro Cable viene a echarme una manita en este viaje! Fíjate si esta lleno de cameos este juego, colega.

Pero vamos, muchos de vosotros (la mayoría nerds que no son capaces de dejar el mando de la consola durante más de 20 minutos) estaréis preguntándoos “Oh, Deadpool, ¿como es tu juego?” Lo primero, ¡debería pegarte un tiro en la cabeza por preguntarme eso!. Mi juego es como esos juegos en los que matas, disparas o destripas enemigos, consigues orbes, mejoras y consigues armas y “herramientas puntiagudas” nuevas para volver al primer paso, con armas tan chulas como una pareja de sais (pinchos como los que llevaba esa tortuga ninja con nombre de pintor… Velazquez, ¿verdad?) o unos martillos muy monos que sirven para espachurrar todo a mi alrededor. ¡Y también tengo armas! ¡Unas cuantas! (¡Me falta poner más exclamaciones!)

Desde mis queridas pistolitas pasando por ametralladoras, escopetas o fusiles traídos del mismísimo futuro (no le digáis a Cable que se los he cogido prestados) para hacer pulpa a mis enemigos, así como unos cuantos artefactos tales como granadas, minas o cepos para osos, las herramientas necesarias para que un mercenario como yo pueda llevar a cabo su trabajo de la mejor manera posible. Como ya he dicho antes, mi juego es en plan “Matar-y-conseguir”: tenéis un botón para ataques ligeros, otro para ataques fuertes, un tercero para saltar y otro para usar mi teletransporte, con el que podréis poner a salvo mi culo cada vez que la situación lo requiera. También puedo realizar contraataques contra todo el pringado que se sienta con la suerte de atacarme y usar ataques especiales gracias a la Inercia, con el que puedo hacer cosas tan alucinantes como disparar en todas direcciones o hacer ataques demoledores.

En cuanto a lo que se refiere al audio, todo este juego esta en inglés, con la voz de Nolan North (si que es raro, se parece a la mía…), pero tranquilo: si no sois anglofilos, los chicos de Activison han decidido localizar el juego al español, con subtítulos igual o más descacharrantes que los originales. Los gráficos también están bastante bien: se nota que los chicos de High Moon Studios han puesto su cuello a salvo (de momento) haciendo que mi modelito sea fácil de reconocer, ¡hasta se me ve hablar bajo la máscara y todo! En serio, jamás había visto como podía hacer tantas muecas y sin verme el careto. Bueno, alguna vez me lo veréis, porque estos capullos que tengo como enemigos hacen lo que sea para hacerme cortes y balazos para que se me vean los higadillos y que se me quite el traje (Hasta podéis ver mi ropa interior si es que os mola ese rollo.), pero gracias a mi alucinante poder de regeneración, puedo curarme en segundos.

Hablando de modelos, no os perdáis lo bien recreados que están tanto los enemigos como los pazguatos de la Patrulla X o mis ejem, fans femeninas (¡Están de toma pan y moja!). Gracias a ese trabajo y a que el guión de todo esta locura de juego me pone en situaciones tan típicas de mi persona, tales como estar participando en atracciones de feria o hacer gala de toda mi paciencia para no tener que pegarme un tiro mientras Cable me explica como tengo que salvar el mundo por decimotercera vez. Ah, y no os perdáis las cinemáticas, chicos. Son la crême de la crême… sobre todo cuando os encontréis a Lobezno inconsciente y decidáis despertarlo a base de “caricias”.

Sin embargo, claro esta, no todo iban a ser buenas noticias. Por muy bonito que os quiera pintar el juego o por más que quiera empujaros esta preciosa pistola hacía vuestra frente, hay algunos problemas que tengo que anunciaros: el primero, es que mi juego es algo corto… si tenerme entre vuestras manos y controlarme de la manera que vosotros queráis es una idea que os mola (a algunos podría molarles demasiado), he de decir que es un juego algo corto.

Apenas tengo unos cuantos escenarios en los que menearme y demostrar cómo me las gasto. Si sois de esos hardcore gamers que se pasan los juegos con una mano mientras se hacen una… ristra de crucigramas con la otra y aún tienen tiempo para hacer cálculo aritmético con la calculadora del PC, os recomiendo que juguéis desde el comienzo en el modo Ultraviolencia (que según los chicos de High Moon en vuestro idioma es el de Difícil), puesto que en un par de toques puedo palmarla y, claro, no creo que os guste hacerme palmar. Ese pequeño desafío, unido al que el juego puede pasarse en unas seis o siete horas y que apenas tiene rejugabilidad (bueno, podéis “rejugarme” todas las veces que queráis, pero con delicadeza).

Por si os aburriis de llevarme de un lado a otro, podéis desbloquear arenas para el modo Desafío, donde podréis patearle el culo a toda la gente que queráis y conseguir una puntuación acorde a vuestra actuación para fardar ante vuestros amigos (Si, amigos…). También, si os mola eso de los modelitos, podréis ir descargando varios trajes para mi persona, previo paso por caja eso sí, con trajes tan molones como el de Dpooly o el que tuve tras pasar por X-Force. No se si los chicos de High Moon os darán más contenido vía-DLC, pero os iré informando con el paso del tiempo.

¿Qué dices, Chuster, que tengo que ponerme una nota? ¡Cenutrio! Eso es como intentar pedir que decida que tacos me gustan más, ¡ME GUSTAN TODOS! Pero, en parte, este tío tiene razón: parece que sois de ese tipo de personas que parecen necesitadas de que se os de una nota a X producto para ir o no a comprarlo. Mirad, este es el trato: si os molo cantidad, compradme y llevadme a casa.

Seguro que me lo paso en grande con tíos como Marcus Fénix o con Kratos. Pero, si véis en Deadpool un título lineal, corre-pasillos y mata-mata, dos cosas: una, no me gustáis y, segunda, mucho ojito con salir a la calle. En todo caso, yo me voy a poner la nota de 69 (Je je je je je), más que nada porque me encanta ese número y porque… ¿Por qué deberia daros más razones? ¿Es que tengo que hacerlo todo el rato? ¡Sois peores que Lobezno tras pedirle prestado el Pájaro Negro! ¡Hala y que os den, pringaos! [69]

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