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Fallout: New Vegas es un juego de proporciones bíblicas

Podríamos comenzar este análisis preguntándonos cómo se puede mejorar el que posiblemente sea mejor juego de rol de esta generación. Y uno puede pensar que sin tocar más que lo necesario, hacer unos ajustes aquí, otros allá, cambiar los reglajes e inventar un nuevo escenario son arreglos más que suficientes para ofrecer uno de los títulos más interesantes del 2010. Y así es, Fallout: New Vegas es un juego de rol más profundo, más difícil, más interesante y, en términos generales, más completo incluso que su predecesor.

Estos cambios, sutiles, van desde la modificación de las armas y arsenal hasta la posibilidad de explorar el desierto de Mojave con algún compañero controlado por la IA, sin olvidarnos de las apuestas, los casinos y el jolgorio que cabe esperar en la ciudad de los casinos (o lo que queda de ella). Otras mejoras son la posibilidad de unirse a alguna de las facciones que pueblan los post-apocalípticos escenarios del oeste americano y, por supuesto, el modo guarcor, en el que la epicidad es una constante y la supervivencia exige el máximo del jugador, obligándolo a alimentarse e hidratarse a diario, la imposibilidad de hacer viajes rápidos, la obligatoriedad del sueño y otros factores que complican la supervivencia hasta límites extremos.

Fallout New Vegas

El resto de elementos que otorgaron a Fallout 3 la global consideración de mejor juego de 2008 se mantienen constantes y han sido depurados para que la experiencia sea más refinada si cabe. Características como la progresión mediante los puntos SPECIAL y el sistema de combate VATS siguen presentes, ofreciendo al jugador un amplio abanico a la hora de personalizar y potenciar a su personaje y a la hora de enfrentarse al combate. Aunque la historia principal posiblemente no tenga la fuerza de F3, la ingente cantidad de misiones secundarias y las implicaciones que tienen nuestras decisiones superan al original y hacen que New Vegas sea una experiencia vasta, prácticamente inabarcable y que te absorberá desde el mismo momento en que introduzcas el juego en la consola.

Sin embargo todo tiene un precio y si Fallout 3 presentaba los clásicos problemas a los que los jugones de cierta edad nos hemos enfrentado desde tiempos inmemoriales con los juegos de rol en ordenador. New Vegas es un catálogo completo de fallos, cuelgues inesperados, partidas corruptas (usad cuántos más espacios para grabar podáis) y errores de programación que lacran la experiencia. A nadie le gusta que un compañero desaparezca en medio de un combate o que mientras tú tomas un atajo él se vaya a explorar el camino para el que le han programado.

A nivel técnico el acabado es muy similar al de Fallout 3. Como el anterior título lo jugué en otra consola distinta, creo ver mejoras en la iluminación, distancia de horizonte y en las texturas, pero podrían ser tanto por ser dos sistemas distintos como por la depuración del mismo, obsoleto, motor gráfico. Y eso sí, un fuerte aplauso para Namco Bandai que han traducido y DOBLADO al castellano una obra de las bíblicas proporciones de Fallout New Vegas.

Para finalizar recomendaros encarecidamente que lo juguéis. Si disfrutasteis con la anterior entrega lo haréis igual con ésta y si aún no habéis dado el salto a Fallout estáis tardando en poneros frente a una de las franquicias que más potencial tiene de cara a los próximos años. [9]

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