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Análisis de FIFA 11 para Xbox 360




FIFA 11 es como FIFA 10 pero mejorado ligeramente. Esta sensación supongo que es casi inevitable en las sagas deportivas que lanzan entregas nuevas cada año, pero con FIFA 11 la sensación es muy fuerte. Tanto que he tardado varias horas en apreciar algunas de sus cacareadas mejoras, como el Personality +.

Sí, parece que cada jugador se mueve de una forma, actúa de una determinada manera, pero mientras que gente como Piqué sí que parece que se mueve de forma parecida a su homónimo real, otros como Iniesta se comportan como clones de CR7 y no paran de realizar fintas, recortes imposibles… Y claro, acaban perdiendo casi todos los balones que tocan, incluso en su propio campo, habilitando así jugadas en contra muy peligrosas, algo que los jugadores reales tienen grabado a fuego que no deben hacer. Estoy hablando del modo Carrera, llevando únicamente a un jugador y controlando al Barça en dificultad pr0.

Llevando a un equipo entero, en cuanto a sensaciones de control he de decir que las combinaciones me han parecido mucho más rápidas que en FIFA 10, que el juego de contacto ha perdido protagonismo y que las celebraciones han ganado en interactividad, pues ahora pueden participar todos los jugadores, no sólo el que haya conseguido mojar. Por supuesto, también hay una colección de nuevos regates a dominar para todos los virtuosos del pad.

Quizá la mayor mejora o novedad con respecto a los anteriores FIFA, al menos a nivel jugable, sea el potenciado sistema para controlar al portero manualmente. La implementación es intuitiva, con chivatos visuales para ofrecernos ayuda en cuanto a la colocación, aunque el hecho de que las palomitas sean automáticas le resta profundidad. Eso sí, tiene su gracia y merece la pena echar unos partidos en esa demarcación, al menos como experimento jugable.

Hay más cambios, aunque se me antojan menores. Ahora en el modo Carrera no podremos escoger las categorías en las que mejorar a nuestro jugador al subirle de nivel, gracias a la realización de logros. Aparte, el rendimiento del mismo será juzgado muy severamente si decidimos iniciar nuestra carrera en un club puntero, por lo que será muy recomendable el foguearse en algún combinado que no tenga la oblicación per se de luchar por todo. La idea de que el entrenador nos vaya quitando o poniendo de la alineación cuando estemos jugando en un gran equipo y aún no hayamos demostrado nuestra valía está bien, pero hay inconsistencias entre el sistema de puntuación y las valoraciones por mensaje que, tras el partido, recibiremos del mister.

Por lo demás, FIFA 11 cuenta con, como no podía ser de otra forma, acabados marca de la casa: Banda sonora de lujo, menús funcionales, equipaciones y plantillas actualizadas… Eso sí, hay un par de «Peros» de importancia a nivel de producción en dos categorías sagradas en los FIFA, quién se lo iba a decir a EA Sports. El primero es las licencias: Que no esté licenciada ni la Champions ni la UEFA le resta mucha gracia al modo Carrera.

El segundo son los comentarios, concretamente lo poco variados que resultan y algunos gazapos-desactualizaciones, como que el Barça y el Arsenal, según Manolo Lama en FIFA 11, jugaron la final del año pasado de la Champions, las puyas a que el equipo que estamos controlando está en más arriba en la tabla de lo que le corresponde, aunque sea el Barça o el Chelsea… En fin. La gente de EA España nos comentó hace tiempo que EA sólo permite modificar ligeramente los comentarios de un año para otro, por lo que ahí se podría encontrar la causa.

En conjunto, FIFA 11 es un gran juego de fútbol de la actual generación de consolas que mejora – aunque no tanto como me gustaría – muchos de los apartados de su predecesor. Y no lo elevo al trono de Mejor Juego de Fútbol porque aún no he probado ni sus características online – en la promo que EA nos ha enviado no viene incluido el código para acceder a ellas – ni a la versión final de Pro Evolution Soccer 2011.

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