Todo aficionado al fútbol suele recorrer la misma trayectoria respecto a sus sueños relacionados con el ‘Deporte Rey’. De niño, ser un futbolista de éxito, preferiblemente parecido al ídolo de su tiempo. Más adelante, a medida que se va asumiendo la anterior meta como inalcanzable, uno juega más a ser entrenador o directivo.
Nos interesamos por los aspectos más tácticos del juego, aquellos desastrosos fichajes que con nosotros seguro no hubieran ocurrido y esos otros futbolistas que nuestro club dejó escapar de forma imperdonable. Empezamos a ver el fútbol desde una perspectiva diferente, que podemos considerar más madura, aunque en realidad no es más que la prolongación de una ambición que viene de la propia niñez. La figura del mánager, especialmente predominante en el fútbol británico, aúna las dos áreas de gestión de un equipo de fútbol: la dirección del equipo sobre el césped, ya sea durante el partido o en el campo de entrenamiento, y todo lo que acontece en los despachos, ya sean fichajes, contratos y un largo etcétera de tareas similares a las que realizan empresas de toda índole.
Esta dualidad en el fútbol es una de las principales novedades que encontramos en Football Manager 2015, ya que lo primero que se nos pedirá al crear nuestro perfil de mánager es definir nuestra personalidad entre dos estilos: el mánager de chándal o el mánager de traje, entendiendo el primero como una posición más de ‘pringarse las manos’ en los entrenamientos, y el segundo un perfil más distante con los jugadores, más gestor empresarial por decirlo de alguna forma. Asignaremos puntos entre distintos atributos que deseemos que nos caractericen como entrenador, y, en el caso de que decidamos empezar desde abajo, a lo largo del juego podremos estudiar para obtener licencias superiores que nos permitan llegar a dirigir equipos más potentes.
Centrándonos completamente en el juego en sí, Football Manager 2015 no viene precisamente cargado de novedades respecto a su antecesor. Eso puede interpretarse tanto para bien como para mal, pero seguramente es algo bueno sabiendo que el juego venía siendo una maravilla en las últimas ediciones. Más allá de la evidente actualización de plantillas y estética renovada de la interfaz, encontramos mayoritariamente añadidos en las conversaciones, ya sean con los jugadores de nuestro equipo, que ahora nos traen nuevas inquietudes, como con la prensa. Así, por ejemplo un jugador puede volverse verdaderamente insistente al conocer por la prensa rumores de que un equipo superior está interesado en ficharle, poniendo al mánager en un verdadero dilema: obligar al jugador a quedarse contra su voluntad, con los posibles efectos adversos sobre el ambiente en el vestuario y su rendimiento, o dar el brazo a torcer y simplemente intentar buscarle un sustituto de nivel.
También existen diversas novedades en el motor gráfico, que sin embargo sigue siendo paupérrimo comparado con lo que prácticamente cualquier juego de un estudio grande ofrece hoy en día. De hecho el que os escribe recomienda encarecidamente usar el modo 2D, que además ofrece una visión mucho más clara de cómo nuestro equipo responde a las tácticas. En cualquier caso, los jugadores responden de forma más realista a muchas situaciones de los partidos, algo que por supuesto siempre es de agradecer.
Como novedades varias que comentar antes de concluir, con Football Manager 2015 la saga también ha dado un giro bastante realista en lo relacionado con el ojeo y conocimiento de jugadores. Ahora por defecto no conoceremos con exactitud los atributos de prácticamente ningún futbolista de otros equipos, y si queremos asegurarnos de que vamos a hacernos con el jugador adecuado nos veremos obligados a encargar informes a nuestros ojeadores, que los mantendrán ocupados durante un cierto periodo de tiempo. Además, dispondremos de gritos desde la banda en pleno partido, que servirán para levantar el ánimo a nuestros jugadores, pedirles concentración en los minutos finales o transmitirles calma si los notamos nerviosos. Un añadido particularmente útil es la nueva orden táctica de no dejar al portero rival sacar en corto a sus defensas, lo cual nos permitirá hacer daño a equipos como Barça o Rayo Vallecano, que sufren cuando se ven obligados a jugar «al pelotazo».
También conviene puntualizar algo que a los jugadores más veteranos de la saga directamente se nos olvida, pero que a los que la jueguen por primera vez les podría parecer desagradable en primera instancia: Football Manager 2015 apenas trae licencias más allá de los nombres de jugadores y equipos. Sports Interactive no realiza grande esfuerzos en este sentido por el simple hecho de que la comunidad de Football Manager hace un trabajo espectacular. Son muchas las páginas de las que podemos descargar fácilmente packs de escudos, equipaciones y fotos de jugadores entre otras modificaciones imprescindibles para el juego, que al final acaban convirtiendo esta ausencia en una mera anécdota.
En definitiva, Football Manager 2015 es una buena continuación de la saga. Sigue incluyendo la abrumadora cantidad de opciones y detalles de sus predecesores, con algunas modificaciones que lo hacen mucho más atractivo, especialmente en el aspecto puramente futbolístico, donde las nuevas posibilidades tácticas y de interacción con los jugadores son muy de agradecer. Pero al fin y al cabo la inmersión total en el mundo del fútbol ya la ofrecía prácticamente al mismo nivel la anterior edición de la saga, por lo que quizá sería conveniente que en Sports Interactive se planteen la cuestión del precio: 50€ por lo que, honestamente, no deja de ser una ampliación de lo que hemos vivido en juegos anteriores.
De hecho, en la humilde opinión del que les escribe, para alguien que quiera iniciarse en los juegos de mánager y tenga un presupuesto medianamente ajustado la mejor opción es empezar por Football Manager 2014. Pero desde luego esta última observación no debe empañar ni un ápice un hecho prácticamente incontestable: Football Manager 2015 proporciona una experiencia de inmersión en el mundo del fútbol que merece absolutamente la pena.