Seguro que como yo, muchos de vosotros, los fines de semana, os tragábais los episodios completos de Oliver y Benji, con sus campos esféricos de 600 hectáreas, sus tiros de 3 episodios de duración y sus técnicas con nombres imposibles. Es por eso que la saga Inazuma Eleven siempre me ha llamado la atención, y por fin he tenido la oportunidad de probarla con su última entrega para 3DS: Inazuma Eleven 3: Rayo Celeste.
No os voy a contar las características básicas del título para no repetir, ya que mi compañero Iván lo ha detallado todo genial en su análisis de la versión Fuego Explosivo. En su lugar, voy a intentar dar mi punto de vista como total profana en la saga, ya que esto me ha jugado alguna mala pasada y me he encontrado con un juego que levantó en mí muchísimas expectativas y luego no cumplió con todas. Como he dicho anteriormente, la saga siempre me ha llamado la atención por las buenas críticas que he oído( la gente de mi entorno que jugó a la primera entrega de Nintendo DS, lo tachó de auténtico juegazo debido a su mezcla de fútbol y Pokémon), pero mi opinión tras jugar a Rayo Celeste, es que nos encontramos ante un juego que cumple de manera correcta, con algunos añadidos, como el multijugador y el streetpass que lo hacen más interesante.
De entrada, hemos de tener claro que este título es la última entrega de la primera trilogía de juegos que salió en Japón, que llega en forma de port desde DS. Por lo tanto, vamos a encontrarnos con la continuación argumental de las dos anteriores versiones, así que si no las habéis jugado y es vuestro primer contacto con el universo de Inazuma Eleven, vais a estar como yo, más perdidos que el futuro de The Last Guardian. Tras una breve introducción, tendremos que decantarnos por uno de los capitanes de los dos equipos que se forman, y comenzará la chicha del juego: los partidos.
Al más puro estilo RPG clásico, mientras vayamos explorando los diferentes mapas, nos asaltarán pequeños equipos para disputar pachangas muy breves que tendrán diferentes objetivos: ganar, marcar el primer tanto… Estos encuentros nos servirán para entrenar a nuestros jugadores y para reclutar a algunos de los que derrotemos. Los controles durante el partido se me hacen algo toscos: los jugadores no siempre responden con la rapidez que me gustaría, y en general, he notado que se cansan muy rápido. Cuando me aclaré un poco entre tanto cansancio, supertécnica y habilidades, mejoró la cosa, pero nunca llegué a engancharme por completo a la jugabilidad que plantea Inazuma Eleven 3. Entrenar para potenciar a nuestros jugadores y subir de nivel, coger práctica y reclutar es imprescindible de cara a superar los partidos que van marcando la historia del juego. Por supuesto, como en cualquier RPG que se precie, tenemos la pertinente dosis de exploración, diálogos, tiendas y demás características, como expendedoras que funcionan con fichas y nos permiten conseguir más jugadores. Si queremos hacernos con todos los personajes, ir desbloqueando todas sus técnicas y cogiendo todos los objetos, nos encontramos ante un título que, sin duda, nos va a dar muchísimas horas de juego.
Por si esto fuese poco, Inazuma Eleven 3: Rayo Celeste, cuenta con un modo multijugador local que permitirá que nos piquemos con hasta 3 amigos más y que intercambiemos fichajes para intentar hacernos con todos, ya que de otra manera, al ser dos versiones complementarias al más puro estilo Pokémon, no tendremos disponibles a todos los jugadores en el cartucho por el que nos decantemos. Además, mediante streetpass, nos podemos enfrentar a los equipos de la gente conla que nos crucemos; dos características que añaden aún más horas y diversión si tenemos colegas con los que echar unos partidos.
En cuanto al apartado técnico, al encontrarnos ante un port de DS, los gráficos son del montón. El efecto 3D se ve reducido a las supertécnicas y a los menús, por lo que no esperéis ninguna maravilla a ese respecto. Como compensación a esto, el juego llega perfectamente localizado al castellano, en voces y textos, un detalle que seguro que agradecen tanto los fans como los más pequeños de la casa.
En resumen: ¿Qué me ha parecido Inazuma Eleven 3: Rayo Celeste? Un juego con una buena base, que cumple, con algunas asperezas en temas de control, que se me ha hecho a veces un poco repetitivo, y algunos añadidos interesantes, como el multijugador o la enorme cantidad de jugadores por reclutar. Ahora bien, si es tu primer acercamiento a la saga, te recomiendo que primero juegues a sus anteriores entregas, o no vas a poder disfrutar la historia como merece y es algo que sin duda va a empañar la experiencia jugable. Si por el contrario eres todo un fan de la saga y sabes perdonar que, en su base, siga siendo más de lo mismo, te encuentras ante un título que seguro que te dará muchas horas de diversión, [70]
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