Seguimos abriendo los análisis a nuevos productos relacionados con el gaming y os traemos un esencial dentro de vuestro setup: la silla. Hoy vamos a analizar la silla gaming Backforce One, así que nos toca sentarnos y ponernos cómodos.
La silla, donde comienza tu bienestar
Y nunca mejor dicho, lo más importante, dentro de tu setup gaming o de trabajo, es la silla. Comenzando por ella el resto de componentes, mejores o peores, harán que las horas de juego, o trabajo, se hagan menos pesadas. Backforce con esta Backforce One ha pensado en tu bienestar como jugador con detalles muy buenos y otros, que como leeréis, faltan o son simplemente insustanciales.
Backforce One: montaje e instalación
Evidentemente, la silla gaming Backforce One vino en una caja enorme, y es tan grande porque parte de esta silla viene premontada, de forma que nosotros apenas vamos a tener que hacer poco o nada para tenerla en funcionamiento en nuestra zona de juegos. Desde luego es algo que tenemos que agradecer, porque suele pasar que para montar este tipo de sillas necesitemos ayuda o tener mucha maña. En este caso el proceso fue muy simple, siguiendo las instrucciones incluidas en las que se incluyen las posiciones en las que tenemos que dejar la caja para que nos haga de soporte. En este caso, un 10 para Backforce y su Backforce One.
Junto a la silla nos vinieron las instrucciones, un cable USB, un logotipo USB, las ruedas, el sistema de elevación, tornillos, un embellecedor de plástico y una tarjeta como las de los hoteles que nos dan unas instrucciones sencillas para «calibrar» la silla y ponerla a nuestro gusto al 100%. Esta silla tiene un tope máximo de 120 kg, por lo que si pesas más, tendrás que irte a modelos superiores o de otras marcas.
Por la parte de la silla nos vinieron las siguientes partes: el respaldo, el asiento con los reposabrazos montados junto a los sistemas de gestión y los ejes de las ruedas.
El montaje fue muy simple y es de esas cosas que, cuando se hacen de esta forma, hacen que el consumidor empiece a usar tu producto con unas sonrisa en la boca. Simplificando, la silla gaming Backforce One se monta en menos de 20 minutos si estás solo, menos de 15 si eres mañoso y 10 si eres un fan de Ikea. Tenemos que encajar tres piezas y poner cuatro tornillos, es así de simple. De nuevo, enhorabuena a la marca por conseguir que este tipo de montajes, que en otras ocasiones nos supone perder mucho tiempo y sudar la gota gorda, sea súper sencillo.
En la parte de atrás tenemos la joya de la corona y es un hueco en el que va el logotipo de la marca que se recarga por el USB que se incluye. Sinceramente, es una de las cosas más inútiles que he visto en un producto y apenas otorga nada de valor. ¿Para qué quieres un logo encendido en la parte de atrás de una silla? Me hubiese ahorrado el detalle y hubiese puesto el logo de la marca en esa zona bordado. Además la Backforce One se puede personalizar con dos velcros a la altura de los hombros en el que, por 12 euros, vamos a poder poner el texto que queramos.
Backforce One: usabilidad
Estamos frente a la parte más importante de una silla y lo que marcará la diferencia frente a otros productos de otras marcas. Lo primero que notamos es que los materiales de construcción son muy buenos y la silla es rígida. La Backforce One no tiene supletorios lumbares ni cervicales porque busca que te sientes de la forma más firme posible en ella. Ahora ahondaré más en este tema porque, aunque no es determinante, si es importante el tema del soporte cervical.
El cojín es duro y está realizado en una mezcla de cuero y una tela parecida al alcántara. De primeras vamos a notar que es más dura que otras sillas de otras marcas y que la amortiguación es, igualmente, bastante rígida, por lo que la silla, en el momento de sentarnos, no hará el baja sube sino que se acomodará a tu peso en muy poco recorrido.
El soporte lumbar, de primeras, se siente aun más más duro que el cojín en el que apoyaremos el trasero, pero hace el mejor trabajo del mundo ya que se amolda de una forma naturas a tu espalda. Tiene un mecanismo en la zona izquierda con una pequeña rueda que bloquea o desbloquea el soporte de la espalda para ajustar a un más su posición y que quede como un guante.
El tema del reposa cabezas es tema aparte porque en mi caso, y más con los cascos puestos, mi nuca nunca llega a apoyarse de forma natural y tendría que echarme hacia atrás de forma intencionada para que me apoye al 100% la espalda y la cabeza. En la página web vi que vendían un reposa cabezas opcional y no es ninguna tontería, aunque si eres como yo, que aun teniéndolo en otros modelos de sillas lo terminaba quitando, no te va a hacer falta. Pero siempre es bueno que sepas este tipo de cosas si piensas en comprar la Backforce One.
Vamos a los reposa muñecas: vengo de otro modelo donde el movimiento es total y he echado de menos poder acercar más a la mesa los reposa muñecas con un movimiento extra que solo mueva la parte superior. El resto de movimientos y la comodidad es excelente, aunque en este modelo no tenemos el recubrimiento de espuma y el alcántara que tiene el modelo Backforce One Plus. Se gestionan desde dos botones: uno en la base de los reposa muñecas con el que los giraremos para «quitarlos» de en medio y otro, en la mitad, en el que los ajustaremos en altura.
Resumimos: la Backforce One es increíblemente cómoda y tiene suficientes ajustes para que la pongas a tu gusto y disfrutes horas del trabajo o de los videojuegos. El tema del reposa cabezas va por gustos, pero el tema de que sea opcional y no sea demasiado caro ese plus, hace que, si lo quieres o lo necesitas, lo puedas conseguir.
Backforce One: conclusiones
Por mi parte he estado encantado con el producto. Por partes: el proceso de montaje ha sido excelente y muy sencillo. La rigidez de la silla hace que no me pueda poner de formas raras y siempre tenga la espalda recta y el culete en su sitio por muchas horas que pase al teclado. Los controles para ajustar la Backforce One están donde deben y ajustan a la perfección la silla para acomodarse a cada usuario. Por ahora todo de 10, pero tenemos algunos peros.
La silla tiene un precio que puede quedar fuera del bolsillo de muchos usuarios, en este momento son 537 euros. ¿Es un precio alto por tener la espalda en su sitio y mejorar tu salud frente al ordenador? Lo dejo en la valoración de cada uno, pero por mi parte pagaría lo que fuese por poder estar horas delante de la pantalla sin tener problemas y la Backforce One lo consigue. Además los materiales en los que está construida te aseguran silla para muchos, muchos años, así que ya te dejo a ti elegir si el dinero que vale es elevado. Lo del reposa cabezas queda a gusto del consumidor y la luz de la parte trasera… pues es como si no estuviese, se la podían haber ahorrado.
Finalizando, la Backforce One es una maravilla como silla gaming y comparada con otras marcas que llevan tiempo en el mercado, hace que parezcan de juguete comparando en su construcción y calidades. Tenemos materiales de 10, una excelente usabilidad y es muy, muy cómoda. Tiene algunas cosas que incluiría de serie, como el tema del reposa cabezas. Y además es bonita, que no lo hemos dicho antes, además de tener mil combinaciones de colores y darnos 10 años de garantía. Así que por nuestra parte tenemos que dar la enhorabuena a Backforce por su producto y le damos nuestro sello de producto recomendado por este redactor. Nota: 90