Tras tirarse poco más de un año en estado beta, Edge of Reality por fin saca a la luz a su querido retoño: una bestia que se alimenta de los insultos, rage-quits y lágrimas de todos aquellos que lo prueban, un monstruo que no hace más que devorar tiempo, paciencia y satisfacciones varias de nuestro día a día.
Estamos hablando de LOADOUT, un nuevo juego F2P combinado con shooter y cámara en la espalda, cuyo caballo de batalla es la customización excesiva de armas y que nos invita a volarnos en mil y un pedazos con nuestros amigos y contra toda la gente que tenga este título en su biblioteca de Steam. Aunque ahora las cosas estén un poco calientes por aquí con los F2P, ¿nos merece la pena meternos en harina con LOADOUT? ¡Evidentemente que sí!
LOADOUT no se basa en una trama increíble, ni en cinemáticas abrumadoras ni en nada parecido: la palabra clave es la ACCIÓN, con mayúsculas y acento; Edge of Reality ha querido, desde el primer día de desarrollo, plasmar un campo de batalla sanguinolento, armas bestias por doquier y violencia entre cómica y gratuita. Por eso, el componente del single-player es abandonado de inmediato salvo por el «Crafteo de Armas», en donde probaremos nuestras creaciones ante indefensos bots… pero no adelantemos acontecimientos.
LOADOUT basa su sistema de juego en 4 modos de juego, ya conocidos por todos los amantes de los FPS en los últimos 10 años: tenemos el clásico modo de «Capturar la Bandera», donde tendremos que hacer eso mismo, en equipos de 5 vs 5; «Robo de Martillos», modo inspirado en lo visto en Halo y en el que tendremos que defender nuestro martillo mientras robamos el del rival e intentamos hacer todas las bajas posibles para sumar más puntos; «Recolección», modo en el que debemos de recolectar trozos de Blutonium, un extraño material de tinte radioactivo, mientras nuestro equipo nos escolta a la picadora más cercana y luego tenemos «Dead Snatch», que es un deathmatch pero con tintes de Call of Duty, en el que tendremos que confirmar las bajas que hacemos y en el que podremos «denegar» las de nuestros aliados. Podemos jugar a estos modos de juego de dos maneras: la «Casual», que nos junta con gente de casi todos los rincones del mundo, y la «Competitive», en la que se mezclan cada uno de los ya citados modos de juego y que nos darán muchísimos más puntos para mejorar nuestro arsenal.Todos estos modos tienen un límite de 3000 puntos, y el equipo que llegue antes gana, por supuesto.
Pero, si de algo puede presumir LOADOUT es del ya citado crafteo de armas, un sistema que nos dejará crear todas las locuras que pensemos: ¿que te interesa un lanza-misiles con misiles guiados que vayan en espiral y destruyan a tu enemigo con un baño de fuego? Puedes hacerlo. ¿que quieres crear un rifle de francotirador que pueda sanar a tus amigos pero destruir los cráneos de tus enemigos? ¡Adelante! LOADOUT cuenta con un completo sistema de desbloqueo por puntos en el que se pueden adquirir todas las partes habidas y por haber de un arma: culatas, cartuchos, visores, las propiedades de la munición que disparemos (y lo que vayamos a disparar, claro esta), etc.
La personalización se apoya en 3 factores clave: el chasis, que determinará que dispararemos a nuestros enemigos (balas, lanzadores, pulso o laser), las partes, que nos permitirá ahondar en las propiedades del arma en sí (mejorar o empeorar su estabilidad, precisión, daño, tiempo de recarga) y la munición que disparará nuestra creación, dividida en Balas normales, Pyro (Fuego), Tesla (Electricidad), Curación o Jugo, estas dos últimas enfocadas más a hacer de apoyo y soporte a nuestro equipo, sanando sus heridas o dándoles un empujoncito para que lleguen más lejos en sus cortas vidas. Todo esto se puede hacer también testeando nuestras armas en el mismo modo, donde (como ya explique antes) podremos ponerlas en práctica ante bots que no hacen más que gesticular ante nosotros.
LOADOUT te anima a que crees todas las armas posibles, pero esto no es posible debido a que tienes que subir de nivel e ir desbloqueando todas las partes, pagando en el juego con «Blutes», la moneda creada para adquirir dichos complementos en el juego, lo que nos permitirá ir sacando mejoras cada poco tiempo. De modo que, aquellos que empiecen a jugar, podrían verse impotentes ante los señores de la guerra que campean por sus anchas con lanza-cohetes de carga eléctrica y sistema de minas. La paciencia es la clave en este tipo de juegos.
También, LOADOUT apoya por la personalización no solo de las armas, sino también de los propios jugadores. Tendremos tres modelos a elegir: podemos crear a nuestro personajes entre un clon de Sylvester Stallone cuando no estaba fondón, otro clon de Mr. T y una muy venida a menos Miley Cirus, que podremos personalizar con varias opciones: desde su peinado hasta los accesorios que lleven y la ropa, así como un montón de burlas creadas para que nos expresemos de la mejor manera posible ante nuestros enemigos y nos jactemos de ellos en las pantallas de fin de partida. Para estos ítems si que habrá que aflojar «pasta de verdad», ya que algunos accesorios cuestan la friolera de 5000 «Space Bucks», lo que podrían ser al cambio como unos 3 o 4 euros.
Nadie en su sano juicio se gastaría este dinero en un simple sombrero o en dejar a su personaje en bolas, pero hay gente para todo. La personalización de cada personaje y de su armamento se puede guardar en inventarios para cada clase de partida que nos encontremos, aunque la vasta personalización que dispone el juego nos invita a que creemos todas las armas que podamos… si disponemos de la pasta, claro. El juego se basa en la personalización al máximo, como podéis ver, y en lo que se apoya con un apartado gráfico muy consistente y que hace que veamos como nuestros personajes se expresan con una sorprendente variedad de movimientos y gestos… hasta en sus muertes, que son de lo más curiosas. No se puede decir lo mismo de los escenarios, algo vacíos y faltos de vida, pero que permiten moverse con rapidez. apartado sonoro, ya que apenas se puede extraer nada bueno de ello: rock a punta pala, efectos sonoros justos y gritos y voces por doquier que cumplen su cometido pero que no destaca en ningún aspecto.
Banner de cabecera por TheSudz, de DevianArt.