Desde su creación, los videojuegos han tenido la intención de entretener al jugador a menudo con pantallas llenas de disparos, puñetazos y centenares de efectos con el propósito de no dejar caer el ritmo de juego y que no despeguemos nuestras miradas de la pantalla.
Pese a eso, tras esa cortina de balas, surgen pequeños puntitos de luz cuya pretensión y herramientas son otras; Lumini es una de esas luces, una pequeña obra indie que nos ofrece un remanso de paz. Sus creadores Speelbaars, lo definen como un relaxing flow adventure game y en realidad no existe mejor término para definir este título. Un juego sin diálogos, donde la banda sonora guía la experiencia, un trabajo artístico notable y con un estilo gráfico que se tambalea en la fina linea del cell-shading. A nivel jugable se trata de un juego de desarrollo 2D con un punto de exploración en los escenarios.
Los protagonistas de esta obra son unos pequeños bichitos voladores a los que llamaremos Luminis, unas criaturas en teoría extintas a las que habrá que guiar por los escenarios para recuperar el equilibrio natural en su planeta. En su camino deberemos recoger unas semillas de luz con las que podremos multiplicarnos creando así nuestro particular y adorable ejercito de bichitos con los que superamos puzzles y derrotaremos enemigos.
Existen 4 tipos de Luminis:
- Púrpura: sin ninguna habilidad especial, sólo con la posibilidad de aturdir.
- Azul: la habilidad especial de moverse a más velocidad.
- Rojo: defenderemos mediante unas ondas de los enemigos que nos ataquen.
- Amarillo:atraeremos las semillas de luz hacia nosotros esquivando de esa forma muchas de las trampas que nos encontraremos.
La dificultad de Lumini está bien ajustada para que suponga una experiencia relajante; hay bastantes checkpoints y unos enemigos no muy complicados de vencer hacen que nos sintamos seguros a lo largo de las dos o tres horas de duración del juego.
Los puzzles cuentan con unas mecánicas muy básicas, en su totalidad se basan en pulsar interruptores o hacer girar ruedas con el movimiento del joystick; su dificultad reside más en el control que en el diseño, que es bueno. A nivel de manejo el juego cumple, con mando la experiencia es la más satisfactoria, teniendo en cuenta que es un título disponible para PC, OSX y Linux se hace raro. Con el joystick izquierdo moveremos al grupo completo de Luminis y con el derecho sí el puzzle lo requiere, separaremos a la mitad de ellos y los controlaremos por separado; la verdad controlar a los dos grupos a la vez y según en que lugar es más complicado de lo que pueda parecer. Con los gatillos ejecutaremos nuestras habilidades especiales y con los botones de acción intercambiaremos entre los 4 tipos de Lumini.
Estos simpáticos amiguitos, que al principio estarán indefensos, podrán ir mejorando sus habilidades a medida que recojamos unas gemas ocultas por los escenarios, hasta convertirlos en rivales duros de pelar para nuestros adversarios, aunque un despiste siempre puede costarle la vida a uno de estos bichitos, teniendo en cuenta el montón de ellos que llegamos a controlar es casi normal que esto suceda, pero os recomiendo ir con cuidado porque el sonidito que hacen al desvanecerse te hace sentir la pero persona del mundo, como cuando sin querer pisas la patita de tu perro.
Los escenarios de Lumini están llenos de elementos como plantas y piedras preciosas que harán las veces de decoración y de recurso para guiar e iluminar el camino del jugador con el reflejo de nuestra propia luz. Una mina, un páramo, un bosque pantano y unas ruinas serán los 4 escenarios que recorreremos, con una transición muy suave entre ellos. Así, nos adentraremos en cada uno casi sin darnos cuenta. Todos estos elementos dotan al escenario de variedad dándonos la sensación de que estamos recorriendo las entrañas de la tierra.
A nivel gráfico Lumini saca provecho de su estilo artístico dejándonos estampas bastante trabajadas en las que los polígonos y texturas se unen a la luz para darnos lo mejor de si. Pero sí hay un apartado a destacar en este título este es la banda sonora, que nos conduce por los escenarios con melodías pausadas, se vuelve progresivamente más atronadora cuando se aproxima un enemigo o una fase peligrosa y nos recompensa con un toque muy satisfactorio tras superar una fase más compleja.
Lumini, en general, es correcto pero lejos de puntuar sus apartados y de sus carencias y virtudes la experiencia general es buena, esta obra y sus creadores son plenamente conscientes de lo que tienen entre manos; la dificultad, la música, las recompensas, el arte, las guías visuales y la jugabilidad todos los elementos convergen para crear un camino que nos llevará suavemente a su desenlace; sin duda este esuno de esos títulos recomendables para relajar la mente entre tantos juegos que nos hacen ir de un sitio para otro y cumplir cientos de misiones. [65]