Max es La primera sorpresa del catálogo digital de Xbox One

Max The Curse of Brotherhood es el primer exclusivo dentro del género de las plataformas y puzle de Xbox One. Ha sido desarrollado por Press Play, un estudio danés que fue adquirido por Microsoft en 2012 y al que han encargado uno de los mejores juegos que podemos encontrar dentro del catálogo digital de la nueva consola de Microsoft.

Max llega a casa tras un día duro en la escuela y, al llegar a su cuarto, se encuentra a su hermano pequeño Felix jugando con sus juguetes, o más bien destrozándolos. Lleno de ira al ver como su hermanito destrozaba sus preciados juguetes, busca en internet la manera de vengarse. Encuentra la manera perfecta, un conjuro que eliminará el problema. Tras recitarlo, un portal se abre en la pared y una mano gigante agarra a Félix, llevándoselo a otra dimensión. Max, con algún remordimiento que otro, no se lo piensa dos veces y salta al portal antes de que se cierre.

Tras esta pequeña introducción, Max aparece en un mundo desconocido. Guiado por unas lianas que aparecen de la nada, va trepando por un árbol gigante hasta encontrarse a una pequeña anciana. Esta le explica que Félix ha sido raptado por el malvado brujo Mustacho, que quiere a su hermano pequeño para hacer un ritual y cambiar entre sí sus cuerpos. La anciana introduce los pocos poderes que le quedan dentro de lo único que tiene Max en su mochila que pueda parecerse a un arma: su rotulador.

Con este argumento empiezan las aventuras en Max The Curse of Brotherhood, el plataformas 2.5D que mezcla el desarrollo clásico de este tipo de videojuegos con la resolución de puzles gracias a el rotulador que posee Max en su mochila. El anterior juego de la compañía daba una libertad casi total para resolver los puzles, aunque en este caso se ha limitado su uso a unos nodos de colores que, aunque parezca que limitan o facilitan, hacen la resolución de los rompecabezas mucho más dinámicos.

Press Play y Microsoft Game Studios han conseguido, hablando del aspecto técnico, uno de los juegos de nueva generación que asombrará a el usuario por su aspecto visual. En algunos momentos, la calidad en el diseño del personaje principal y los decorados que nos encontramos nos hará pensar que estamos delante de una película 3D o realizada en stop motion con pasta fimo. En algunas tomas cercanas, vemos escenarios que parecen cerrados y pequeños, pero que al instante, con un simple movimiento de cámara, se transforman en algo gigantesco con múltiples planos de profundidad. En los momentos iniciales del juego, en el que estamos persiguiendo al raptor de nuestro hermano, siempre podemos seguirlo al fondo de la pantalla, e incluso, se cruzará en nuestro camino, dando situaciones espectaculares y al mismo tiempo tensas, en las que tendremos que actuar más rápido de lo normal para realizar las acciones que eviten nuestra muerte.

Todo el mundo en Max The Curse of Brotherhood es colorista y muy visual, incluso las zonas oscuras de cuevas se ven más vivas con los efectos de luces que Press Play ha incorporado a nuestro rotulador. Es un apartado que ha pasado nuestra crítica de manera sobresaliente, estamos ante un juego digital que denota esmero y cariño en su realización. Nada de prisas o conversiones mal hechas, Press Play ha tenido tiempo para realizar el juego que querían y en lo que a gráficos se refiere, cumplen con un sobresaliente. En el apartado sonoro, la música es simplemente anecdótica y los efectos de sonido están a un nivel normal. El juego viene traducido al castellano, pero no doblado. Los diálogos no son demasiado extensos, Max hablará al solucionar algún puzle y el resto de personajes en alguna que otra escena intermedia, por lo que los subtítulos no afectan al desarrollo de la trama.

Pasamos al núcleo duro del juego, la jugabilidad. Tenia un miedo terrible al control, ya que me temía un gran juego encorsetado en un Kinect que no se sabía a ciencia cierta que tal iba a funcionar. La desarrolladora ha jugado sus cartas sobre seguro y se ha basado en el método tradicional de manejo: el pad. No tenemos ni ordenes de voz, ni algún pequeño movimiento de los brazos para alguna situación del juego, todo se maneja de la forma clásica y es algo que los puristas de las plataformas vais a celebrar. Max se maneja a las mil maravillas, aunque su salto sea algo corto y alguna veces caigamos en un abismo, al no haber calculado con precisión nuestros movimientos. Con el gatillo sacaremos nuestro rotulador mágico y podremos usarlo en las zonas indicadas, como ya indiqué algunos parrafos más arriba. Estos nodos, como podeis ver en el vídeo análisis que acompaña a este texto, pueden ser verde, naranja, morado y azul. Una vez pulsemos en ellos, la cantidad de tinta que podemos utilizar y que pone límite a la distancia de la liana o la cantidad de tierra que podemos mover, se nos indicará en un circulo alrededor de nuestro cursor. En caso de cometer un error, cosa que será más común de lo que pensamos, con el botón X deshacemos. Un control simple, pero que al mismo tiempo acelera el trascurso de la acción.

Podéis pensar que es sencillo, pero algunos puzles nos haran pensar algunos minutos hasta dar con la tecla y que elementos tenemos que juntar. La dificultad va incrementándose a medida que nos acercamos a la fortaleza del malvado Mustacho. Sacamos una rama, colocamos una vid a la rama y cortamos la base de esa vid para conseguir una liana lo suficientemente larga para poder pasar una zona del mapa, esto es un pequeño ejemplo de la dinámica más básica. En algunos momentos la precisión al crear una rama no es la que nos gustaría, pero cuando todo funciona a la perfección, la dinámica que se consigue es muy ágil y nos da situaciones espectaculares en las que no tendremos mucho tiempo para pensar. Cuando lleguemos a una zona tranquila o estable, miraremos el mando pensando, ¿todo esto lo he hecho yo?

Los logros y los retos de este juego son sencillos, aunque nos costará al menos un par de vueltas conseguir todos los ojos vigilantes y los trozos de medallón mágico, los dos coleccionables del juego. En el vídeo podéis ver los logros que tiene Max The Curse of Brotherhood, un total de 1000G, novedad en los descargables del catálogo de Microsoft. Sabemos que muchos de vosotros sois amantes de completar juegos o caza logros y esta información os será muy útil a la hora de enfrentaros a este juego. La duración estimada de la primera vuelta a este plataformas es de unas siete horas, más que digno para un descargable con un precio reducido y este nivel de diversión.

Termino esta crítica animándoos a probar Max The Curse of Brotherhood si sois poseedores de una Xbox One. Un juego que ha entrado por la parte de atrás, sin hacer demasiado ruido y se ha convertido en el mejor juego del catálogo digital de Xbox One, tanto en gráficos como en jugabilidad. Vais a pasar uno de los momentos más divertidos y os recordará a viejos clásicos de las plataformas y el puzle, dos géneros que ha sabido mezclar a la perfección. Pasaréis momentos épicos en la mazmorra final y seguro que es un juego que cada poco tiempo os apetecerá retomar, si no sacáis el 100% en la primera vuelta. Ha nacido un grande del catálogo digital de Xbox One, Microsoft ya tiene su héroe en las plataformas hasta que renazca Banjo-Kazooie.

[Nota: 86]