Lo reconozco, no había tocado Minecraft, la creación de Markus Persson, más que de oídas. No había jugado a su versión para PC y le había hecho poco caso a los vídeos que los fans iban subiendo a Internet. Pero al ponerme a investigar un poco del juego, he descubierto algunas cosas de este auténtico fenómeno indie. Entre ellas, que la versión de PC lleva vendidas casi 6 millones de copias y que, en su lanzamiento en Xbox Live, se ha convertido en el juego que más rápidamente se ha vendido en la historia de la plataforma online. No está mal para un juego indie, ¿Verdad?
Si estás como yo y no habías probado la versión de compatibles de este juego, te recomiendo que no eches un vistazo a los vídeos que hay por ahí, al menos por un tiempo. Sino, corres el riesgo de que la casa que tanto te ha costado hacer deje de parecerte tan acogedora y comience a parecerte más una barraca. Pero bueno, si te puede la curiosidad por saber qué se puede crear con Minecraft, ahí va un vídeo para que veas parte del potencial de esta maravilla:
La idea detrás de esta bomba de adicción es muy simple: Minecraft consiste en interactuar con bloques. Hay bloques de diferentes materiales y puedes interactuar con ellos creando objetos nuevos a partir de ellos. Como la energía (dicen), los bloques ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman. A partir de bloques de materia prima (arena, tierra, piedra, hierro…), conseguidos excavando en el mundo de Minecraft, puedes construir prácticamente lo que quieras: Minas Tirith, Hogwarts, Winterfell… Tu imaginación y tu paciencia pondréis el límite. Y esto no es una exageración en absoluto: Minecraft es un sandbox en toda la extensión de la palabra, un juego pensado para que el jugador sea el amo absoluto de todo lo que existe en el mundo virtual.
Gráficamente, como salta a la vista, es totalmente pixelado, una decisión de diseño que, personalmente, considero que no tiene nada que ver con el retro, sino para enfatizar la orientación a los cubos del juego. De esta forma todo está creado por estos cubos: el mundo, el protagonista, los animales salvajes, los enemigos que aparecen de noche, el sol y las estrellas del cielo… y, por supuesto, todo lo que se puede crear en Minecraft.
Sorprendentemente, dada la aparente simplicidad gráfica del juego, es muy inmersivo. Minecraft cuenta con una ambientación capaz de sumergir al jugador en un Mundo que él mismo está creando. El contínuo ciclo de Día y Noche consigue dotar a las partidas de una sensación de ansiedad y de miedo a quedarse a oscuras, cuando el sol se esconde y los monstruos aparecen y el jugador siente que debe correr a guarecerse a su guarida. Y no son monstruos cualquiera, porque algunos de ellos, concretamente los hombre cáctus con mala hostia, sólo con tocarte, explotarán, quitándote parte de la vida y, lo que peor, destrozando unos cuantos bloques, que podrían ser perfectamente una construcción. Además, para recuperar energía deberás currártelo: cultivar, pescar, recolectar ingredientes… nada de corazones volando por el escenario o mágicos cofres, por lo que cualquier encuentro con los enemigos puede ser letal. Sí, habrá respam, pero los objetos que lleves encima quedarán desperdigados por el escenario, así que ya sabes, aplica la regla de oro de las aventuras (graba cada poco) y evitarás sorpresas desagradables.
Minecraft para Xbox 360, adaptado por 4J Studios, permite, teóricamente, que hasta 4 personas jueguen en local y 8 online (2 consolas con 4 jugadores en cada consola). Yo no he conseguido encontrar la forma de activar el modo online, por lo que supongo que, actualmente, está limitado a partidas con los amigos que tengamos agregados a Xbox Live. La versión de consola tiene varios puntos en los que queda por debajo de la versión original, la de compatibles. El principal es la falta de soporte de la comunidad, creadora de cosas tan alucinantes como el mapa de Perdidos, pero también hay otros, como los servidores dedicados o el tamaño de los mapas, que palidecen cuando se comparan con los de compatibles. En cuanto al control, no sé cómo será en PC, pero con el mando de Xbox 360 se controla a la perfección. Por lo que he visto por ahí, las cosas se ha simplificado.
Para mi, Minecraft es una de las experiencias más frescas y sorprendentes que he jugado en los últimos meses. El título de Markus Persson demuestra que los que llevamos muchos años jugando todavía podemos sorprendernos con un videojuego. Bajo su aparente simpleza se esconde todo el potencial de un taller mecánico. Hazme caso: que no te confundan sus gráficos pixelados o que haya nacido como proyecto indie, descubrir Minecraft es una experiencia equivalente a disfrutar la primera vez de la intro de Half-Life, de saltar por los aires en GTA, de abrir un portal en el juego de Valve, de cabalgar las llanuras de Red Dead Redemption. Por los menos de 20 euros que cuesta, este título es compra obligada… A no ser que tengas un PC que sea capaz de ejecutarlo. En ese caso te recomiendo que te hagas con la versión para compatibles, que puedes adquirir directamente desde su página web por el mismo precio que la versión de Xbox 360. Lástima que no tenga un modo online potente, sólo eso separa a este Minecraft para Xbox 360 de la perfección jugable. [95]