Muchos recordaréis como este humilde servidor llegó a AKB, ¿no? Hace un año o cosa así, acabaron las rebajas de Steam y un servidor se fue con una copia de regalo de Postal 3. Aquel bodrío hizo que me hirviera la sangre hasta un punto tal que tuve que vomitarlo todo en un análisis que aún podéis ver aquí.
Desde entonces, muchos juegos han caído en mis manos, la mayoría salvables solo por el cariño que les tenía a sus personajes o a la manía de que Deadpool me pusiera una pistola en la cabeza para que le metiera una nota decente a su título, pero ningún título había conseguido, ni por asomo, encenderme de tal manera que tenga que pagarlo con vosotros.
Hasta en el título podéis apreciar hasta que punto me ha incendiado este Viaje al Infierno. Preparaos, que esto va a ser movidito.
El guión del juego nos pone en las botas del protagonista con el nombre de Jake Conway, descendiente directo de Eddie Riggs de Brutal Legend y con la personalidad del papel de lija de grano medio, que vuelve tras pasar unos añitos de excursión en el Vietnam. Al volver, encuentra a su tío, que se convertirá en el viejo de Heidi con el paso del tiempo, y con su hermano, cuyo simple modelo me sugiere que fue extraído de algún personaje de fondo de Guitar Hero.
El caso es que Jack y su hermano se meten en una pelea con unos motoristas de la banda Devil´s Hand y se cargan a su hermano por llevar una chaqueta que pertenecía a su padre, integrante de otra banda llamada Retribution. Así pues, en un increíble giro de acontecimientos, Jake se lanza a la carretera para cargarse a todos y cada uno de los integrantes de los motoristas que se cargaron a su hermano. Como veis, Eutechnyx ha conseguido ensamblar un guión blando como la mierda de pavo y con todos los tópicos referentes al mundo de los motoristas que han encontrado: tías fáciles, motoristas hasta las trancas de drogas, un protagonista sacado de una película de Dolph Lundgren…
Luego, esta el apartado gráfico, digno de la generación de PS2, con modelos muy pasados de fecha y con el mismo nivel de detalle que una figura de LEGO: justitos y con un estilo que recuerda a Brütal Legend. Las animaciones de muchos personajes se encuentran entre sin hacer y mal hechas, con un toque de ragdoll cuando morimos dignos de un vídeo de Garrys Mod y con un comportamiento que los define más como marionetas sacadas de los episodios eliminados de los Thunderbirds con una papelera de pedal por cabeza, con especial hincapié en las «recompensas» que recibirá Jack en ciertos niveles. Por ejemplo, en la segunda misión, deberemos defender a una prostituta siendo atacada por un cliente.
Tras darles unos cuantos mamporros, tendremos acceso a una escena algo picante en la que, tanto Jack como la mujer en cuestión tendrían lo que algunas personas definirían como sexo y lo que puede verse como un Action-Man y una Barbie golpeándose el uno al otro, hasta con la ropa puesta. Algunos escenarios tienen un nivel de detalle increíble , pero solo actúan como pasillo para que sigamos adelante con nuestra misión principal en un desierto sin fin,donde podemos saltar sobre rampas, derrapar bajo camiones y hacer diferentes encargos. Esto nos hace pensar si Eutechnyx ha gastado algo de tiempo preparando este título o solo lo ha hecho para sacar un año fiscal más en su vida como empresa.
En cuanto a los controles, estamos ante el típico WASD + controles de ratón, con un retardo importante a la hora de liarnos a tiros con los malos. Siempre podemos coger nuestra fiel arma a melee y hacer el trabajo con nuestras propias manos, pues no será hasta la tercera misión cuando encontremos las primeras armas de fuego, y que será un arsenal compuesto de armas tan típicas en estas aventuras como revólveres, rifles, escopetas, metralletas, etc. Como en Sleeping Dogs, también tendremos la posibilidad de usar el entorno para ejecutar a nuestros enemigos de maneras muy variopintas, con material de construcción, taladros de mesa, coches, etc. pero que hace de esto una tarea bastante tediosa cuando estamos en una tangana con gente con pistolas y con bates de béisbol.
Mención también merecen los momentos en los que nos montaremos en nuestra moto para ir del punto A al punto B o para perseguir a alguien, sufriendo el acoso de algunos motoristas rivales que querrán deshacerse de nosotros en un sistema que hace de Road Rash un GOTY. También hay cinemáticas, y si, son de la misma calidad que los encuentros sexuales de Jake, con texturas que tardan en cargar más de 5 segundos, sin distinción del sistema en el que juguemos. Las animaciones ya os hemos contado que son dignas de la película «Team America», así que, sumado a este magnifico potaje, tenemos un plato bastante incomible.
Hablar ahora del apartado sonoro constituye hablar de uno de los peores juegos que jamás hayan tocado mis manos: la banda sonora se compone de 5 o 6 canciones que entran en la categoría de Repeti-Rock, con música machacona que no para en ningún momento y que nos acompaña durante las 10 horas que puede durar esta increíble experiencia. Bueno, sí que para: en las cinemáticas, encontraremos que la música para inexplicablemente, así como en algunas fases que desaparecerá en el momento que giremos la cámara, comportamiento digno de títulos de 2 o 3 generaciones atrás.
Las voces de los personajes son de muy poco nivel: voces dignas de un estudio de doblaje amateur y que hacen que el primer Resident Evil parezca una obra maestra. Todos los aspectos de este juego parecen conspirar unos contra otros para ver quien va a hacerlo lo peor posible: los controles pelean contra el usuario, los gráficos son mediocres en todo su esplendor, el juego se vuelve repetitivo en los primeros 10 minutos, el apartado sonoro es comparable a reventarse los tímpanos escuchando a Justin Bieber y las fases de conducción son comparables a conducir un carrito de supermercado por un descampado.
Con estos antecedentes, es difícil no odiar a Ride to Hell: Retribution. Nadie esperaba este título (y menos por 40 euros, que no esta la economía para este «pedazo de AAA»), nadie apostaba ni un euro de chocolate por el y nadie pensaba que este título se convertiría en el peor juego que he probado desde que estoy en AKB. Tras perlas como el ya citado Postal 3 o Narco Terror, tengo el orgullo de presentaros Ride to Hell: Retribution. Un título que, sin duda alguna, se ha convertido en un infierno sobre la Tierra. [3]
«… es comparable a reventarse los tímpanos escuchando a Justin Bieber …»
No hay punto de comparación, por favor. Al menos lo del juego se puede clasificar como música.
Eres como ese héroe anónimo que salta con el casco encima de una granada para salvar a sus compañeros. Siempre jugando a juegos mierder para que no tenga que hacerlo nadie mas.