Japón nunca ha sido un territorio favorable para la marca Xbox. Microsoft lleva tres generaciones luchando contra este hándicap, pero este esfuerzo fue especialmente intenso durante los años iniciales de Xbox 360, cuando el éxito alcanzado en Occidente se combinó con la necesidad de abrirse paso en el mercado nipón.
Si te perdiste Tales of Vesperia en Xbox 360 es tu momento
Los de Redmond se encargaron de poner toda la carne en el asador para que su consola se convirtiera en una plataforma atractiva a ojos de los desarrolladores japoneses, consiguiendo garantizarse numerosas exclusividades de renombre. Una de ellas fue Tales of Vesperia, la décima entrega principal de la famosa saga de rol japonés, que a la postre acabaría siendo una de las más queridas por los seguidores de la franquicia.
Sin embargo, tal y como ocurrió con otros títulos del género publicados en Xbox 360, no pasó demasiado tiempo hasta que Tales of Vesperia fue publicado en PlayStation 3, incorporándose por el camino tal cantidad de nuevo contenido que la versión primigenia de Xbox 360 palidecía en comparación. Esta versión de PlayStation 3 nunca llegó a salir de tierras japonesas, por lo que en Occidente sus añadidos permanecieron vetados para todos aquellos jugadores que no tuvieran la paciencia necesaria para importar el juego y jugarlo en compañía de una guía con la que traducir los textos.
Tales of Vesperia, un gran remake 10 años después
Es ahora, coincidiendo con el décimo aniversario de su lanzamiento original, cuando Namco Bandai nos trae Tales of Vesperia Definitive Edition, una remasterización en la que, además de los típicos añadidos visuales en forma de aumento de resolución y framerate —variables según la versión, siendo las de PlayStation 4 y PC las únicas que garantizan 1080p/60fps en todas las condiciones, a pesar de que en PlayStation 4 se perciben notorias ralentizaciones al pasear por algunas de las ciudades— , también se restaura para Occidente todo el contenido que hasta ahora permanecía inédito.
Este contenido incluye nuevos personajes, nuevas misiones secundarias, modificaciones en la historia, audio dual, trajes, jefes, mazmorras y toda una multitud de pequeñas mejoras que hacen más accesible y cómoda la experiencia de juego, como, por ejemplo, la posibilidad de saltarnos las secuencias de diálogo para no tener que verlas repetidas cada vez que mordamos el polvo frente a un jefe final, aunque para el público hispanoparlante quizá el añadido más celebrado sea la posibilidad de jugar por fin en castellano a Tales of Vesperia con una traducción oficial de gran calidad, a pesar de no estar carente de pequeños errores en forma de frases descontextualizadas o despistes que, en todo caso, son menores y no impiden el pleno disfrute y comprensión de la historia.
Tales of Vesperia nos pone en la piel de Yuri Lowell un granuja de buen corazón que inicialmente se embarca en una búsqueda para atrapar a un ladrón, un viaje que progresivamente se irá complicando hasta convertirse en una aventura para el salvar el mundo. La trama es bastante sencilla y no duda en beber con abundancia de los clichés del género, pero, al mismo tiempo, consigue diferenciarse lo suficiente como para tener su propia personalidad.
Vesperia no duda en adentrarse en terrenos más oscuros y adultos de lo habitual en la saga y, aunque sea de forma superficial, no falta la crítica social o la reflexión moral sobre la justicia, el honor y el poder. La narrativa consigue atrapar, pues sabe como jugar con el misterio y dosifica de forma milimétrica la información que le hace llegar al jugador, de modo que, aunque el guion se reserve su tiempo para ir desvelando las sorpresas que guarda, el avance es constante, sin apenas espacio para momentos de relleno o tiempos muertos.
Otra de las grandes bazas narrativas de este Tales es su elenco de personajes. Todos ellos resultan carismáticos y, gracias a la forma en que se desarrollan y al modo en que interactúan entre ellos, conforman un conjunto que se hace querer, empezando por el protagonista. Yuri está muy alejado de ser el típico personaje principal de JRPG —un papel que casi siempre ha oscilado entre el crío imberbe y el malote taciturno y reservado, pasando por el tópico del personaje amnésico— entrando más bien en la categoría de antihéroe, un personaje canallesco pero de gran fondo, al más puro estilo Han Solo de Star Wars.
La narrativa no es el único apartado donde Tales of Vesperia apuesta exitosamente por la sencillez. El sistema de combate tan característico de la saga hace de nuevo acto de presencia, despojado esta vez de los numerosos artificios que contienen las entregas más modernas, de forma que, como es tradición, cada nuevo enfrentamiento nos transportará a una pequeña arena en la que combatiremos a nuestros enemigos en tiempo real mientras encadenamos combos y habilidades junto a nuestros compañeros controlados por la IA.
Se trata de un sistema en apariencia simple que durante las primeras horas puede parecer destinado a convertirse en un mero trámite machacabotones, pero los desarrolladores se han encargado muy acertadamente de garantizar la incorporación constante de nuevas mecánicas —como los sobrelímites o los combates por sorpresa— que añaden variedad y profundidad jugable, de modo que a medida que la aventura avance también irá aumentando progresivamente el grado de exigencia táctica de cada combate. Es una lastima que la rapidez que destila el sistema de batalla se vea un tanto ensombrecida por unos tiempos de carga más largos de lo deseable en las transiciones entre los niveles del juego y las arenas de combate.
Uno de los pocos JRPG que te da algo de libertad
A medida que avanza la historia también iremos teniendo cada vez mayor libertad para desviarnos del camino marcado, pudiendo explorar con detalle el enorme mundo del juego. La cantidad de contenido que nos aguarda es descomunal, rozando las sesenta horas si nos centramos solo en la historia principal y situándose alrededor del centenar si además nos detenemos a completar misiones y tareas secundarias, con el añadido de que resulta extremadamente difícil completar la totalidad del juego en una primera partida, puesto que muchas de las misiones secundarias solo estarán disponibles en momentos muy determinados de la historia, sin que, al más puro estilo clásico, se nos indique de algún modo su disponibilidad o se nos guie a través de los pasos necesarios para completar cada tarea.
No se puede finalizar una reseña de Tales of Vesperia sin hacer mención a su apartado artístico. Utilizando la técnica cell shading tan usual en juegos con este tipo de estética, el resultado en Vesperia es vibrante y colorido, creando estampas de gran belleza, pero logrando mantener la sobriedad, sin caer en las estridencias que, por desgracia, son también habituales, aunque hoy, después de una década, es posible que algunos escenarios y diseños resulten un tanto simples. La banda sonora y el doblaje, incluyendo el doblaje inglés que tan criticado suele ser en el género, están a gran nivel, con lo que en conjunto tenemos un título con grandes valores de producción que ha envejecido estupendamente y que en 2019 no desentona en absoluto.
Es fácil ver los motivos por los cuales Tales of Vesperia es considerado, junto a Abyss y Symphonia, como la cúspide de la saga Tales. Fue uno de los mejores JRPG de su generación y esta nueva edición es un auténtico regalo, especialmente teniendo en cuenta todo el contenido que incorpora, llegando a precio reducido y en castellano. Es difícil encontrar una remasterización que aporte tanto y que merezca tanto la pena. [90]