Cuando me enteré de que Davey Wreden, creador de The Stanley Parable (2013, Davey Wreden) estaba haciendo un nuevo juego ya creía saber lo que me esperaba.
Esto es: una semana entera buscando easter eggs, divirtiéndome con un juego cuyo único propósito es el de sobrepasar los límites de la curiosidad y de la forma de contar una historia de la manera más excéntrica posible. Pues ya bien sabemos que Davey es un experto en este tema.
Para mi sorpresa, The Beginner’s Guide tuvo un efecto completamente opuesto en mí. No fue solo una historia que me cautivó, puesto que a la vez que escuchaba lo que Davey tenía que contarme lo estaba viviendo, sino que sentí como una persona que estaba feliz, que había encontrado un amigo, un ídolo en quien reflejarse, ocultaba un dolor tan inmenso en su interior que necesitaba explicarlo para no caer en la desesperación. Este videojuego me transmitió unas emociones tan reales que sentía que no era capaz de estar en el punto de vista de Wreden. Simplemente no podía, el dolor que me transmitía, la angustia que reflejaban las palabras de Davey… aunque te aseguro que el viaje valió la pena.
La historia comienza con Wreden, el propio creador de The Beginners Guide, el cual nos explica que quiere compartir una historia sobre unos eventos que ocurrieron en su vida, relacionados con un amigo suyo llamado Coda, un desarrollador de videojuegos que fue un referente y un ídolo para él, su inspiración y su salvación en un momento difícil de su vida. A medida que nos relata la historia incluso se nos permitirá jugar a los juegos de Coda.
La forma que tiene Wreden de contarnos una historia es algo que no se ha visto hasta ahora en un videojuego. En otros títulos de estilo RPG nos suelen contar una historia en la que el jugador es el protagonista. En cambio, en The Beginner’s Guide observamos encarnamos a alguien que se limita a escuchar un relato narrado por otra persona mientras recorremos una serie de mapas, al más puro estilo del género conocido como Walking Simulator, como Dear Esther (2012, The Chinese Room) o Everybody is gone to the Rapture (2015, The Chinese Room).
Pensad en este juego como cuando vas a ver una película. Tú no eres el protagonista, pero en cambio vives, sientes e incluso te pones en la piel de los personajes a los que estás viendo ser felices, sufrir, reír o llorar. The Beginner’s Guide, a diferencia de estas películas, te da completa libertad para explorar e interactuar con el mundo de la propia historia, para avanzar por tu propio pie, ofreciéndote todas las herramientas para continuar, algo que muy pocos o ningún videojuego o película del estilo ha conseguido alcanzar.
Y a esto es a lo que quería llegar: The Beginner’s Guide es un videojuego, pero, como tal, no te ofrece una experiencia de juego. Aunque puedas controlar un personaje dentro de un escenario e interactuar con este, la sensación que te da es la misma que te da una buena novela, una gran película, y un videojuego de 10, juntos en una misma obra. Vives y sientes lo que está sintiendo Davey desde el primer momento, desde el primer mapa, hasta el desenlace.
Y es por esto por lo que nos deberíamos replantear el concepto de lo que es el Arte, ya que esto, señoras y señores, no se puede catalogar de ninguna otra manera. La creación de Davey Wreden es un giro de 360 grados a lo que conocemos como videojuegos. En esta historia no importan los gráficos, la jugabilidad, el motor, el diseño de niveles… The Beginner’s Guide es, sin duda alguna, un juego que merece la pena vivir, escuchar, sentir, y, posteriormente, tras haberlo experimentado, desmenuzarlo mentalmente.
En mi humilde opinión, tras haberlo jugado 3 veces,The Beginner’s Guide se merece un notable alto ¿Pero como experiencia personal? Este juego se lleva un 10. [83]