Análisis de The Crown of Wu, prometedor pero poco más

The Crown of Wu (Trazos/Red Mountain, 2023) llega a las tiendas el próximo viernes 24 de marzo. Una exótica aventura que combina diferentes géneros y se sitúa en una versión fantástica de China, a medio camino entre el pasado y el futuro. Lo hemos jugado, y os contamos qué nos ha parecido.

Inspirado en Viaje hacia el Oeste, la novela china del siglo XVI sobre Sun Wukon, conocido como el Rey Mono, The Crown of Wu nos sumerge en un peculiar cóctel de géneros difícil de clasificar en un género determinado. Combates exigentes al más puro estilo souls, exploración, habilidades mágicas, resolución de rompecabezas, mecánicas de plataformas —hay muchos, muchos saltos y están realmente ajustados—… Hay de todo, y aunque hay algunos aspectos cuestionables que abordaremos a continuación, hay que decir que estamos ante un título diferente, con personalidad propia.

The Crown of Wu llama la atención rápidamente por su interesante ambientación, que apuesta por una visión retro-futurista de China. Pasado y futuro se dan la mano en una serie de entornos que desconciertan, pero entran fácilmente por los ojos. No falta la dosis de fantasía, marcada por las formas caprichosas y la sensación de estar en un lugar hostil, pero muy bello y de esos que atrapan. Templos suspendidos en el cielo, ruinas de algo que un día rebosó vida y hoy parece congelado en el tiempo… El estudio responsable ha hecho un buen trabajo en lo que a dirección de arte se refiere.

Lo más destacable de los combates es el sistema de recuperación de energía. A menudo vemos unos cristales que podemos golpear para rellenar el medidor, el cual debemos aprender a gestionar si no queremos vernos en un aprieto. Tenemos total libertad para curarnos usando energía, pero también la consumismos realizando otras acciones como ejecutar habilidades elementales, entre otras acciones. Nos ha resultado interesante la idea de tener que vigilar nuestras reservas y dosificarlas en función del momento. Una interesante alternativa a las clásicas pociones de salud o maná.

El principal problema de The Crown of Wu es que su factura no está precisamente pulida, pues falla en aspectos básicos que afean una experiencia así. Los impactos de los golpes apenas se sienten y las peleas no convencen; no hay contundencia alguna y en la mayoría de las veces damos un golpe y la sensación es la de estar pegando a una bolsa de aire. Algo que se agrava aún más por algunos picos de dificultad ocasionados, más que por el reto en sí, por cierto retardo de las animaciones. Es frustrante, y no por que sea difícil.

Y es una pena porque, como decíamos, el juego tiene buenas idea, pero estos problemas dan lugar a que, a pesar de querer ser un soulslike, en líneas generales funcione mejor por lo demás, que justamente por eso. En este sentido, nos preguntamos en lugar de disparar al aire un puñado de ideas, tal vez habría sido más acertado centrarse en algo más concreto. Por supuesto, no somos quienes para decirle a un desarrollador cómo debe ser su obra. Simplemente, creemos que hay mimbres para algo más enfocado hacia la exploración y menos para unos combates que, a nuestro entender, no terminan de funcionar.

The Crown of Wu pone sobre la mesa un conjunto de ideas que le permite ofrecer una experiencia soulslike más variada de lo que habitualmente vemos en el género, ya que le sienta bien introducir mecánicas de plataformeo a la antigua usanza, pero se ve lastrado tanto por una pobre ejecución, como por una factura propia de una producción menor que, en algún momento, parece haber apostado por unas cotas de ambición que no se corresponden con su realidad. Los primeros compases son prometedores, pero sus problemas no tardan demasiado en dar la cara. [60]

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