Que te quede una cosa clara: The Fight está orientado a mover el esqueleto. El programa va contando las calorías que supuestamente has gastado en cada combate que realices y créeme si te digo que si luchas más de 5 veces seguidas vas a tener la misma sensación de cansancio que si te machacaras en el gimnasio haciendo cardio. Es por ello que este The Fight, más que como un videojuego, habría que valorarlo como un programa de entrenamiento.
A destacar varias cosas. La primera es la gran respuesta de los PlayStation Move, que recrearán con gran fidelidad los movimientos que realicemos: Crochets, ganchos, swings… Los movimientos que ejecutéis con los Move en el mando serán recreados casi sin lag.
La segunda, el claro enfoque a la vinculación con el personaje que os montéis. Deberéis preocuparos de curarle las heridas tras cada combate, de entrenarlo asignándole los puntos de mejora conseguidos a fuerza de combatir, cambiarle la ropa con los nuevos atuendos desbloqueados… Vamos, al más puro estilo Modo Carrera, Be a Pro, etc. que tantas veces visto en juegos deportivos.
También es de remarcar el hecho de que nuestro mentor virtual será el carismático Machete, Danny Trejo, el cual se desgañitará dándonos consejos de luchador callejero. Todo un lujazo, aunque lo cierto es que los momentos en los que nos enseñará los movimientos él mismo empuñando sendos Move son un poco LOL.
Problemas: La falta de conexión en cuanto a contundencia entre los ataques y la ejecución de los mismos con el Move. Muchas veces está la sensación de que estamos «acariciando» al adversario en vez de estar dándole una paliza. Después, el hecho de que hay cosas, como los ataques especiales o el moverse por el ring que necesitan de pulsar un botón o realizar una acción no «natural» con el move. Además, claro, del hecho de que jugar a The Fight cansa. Y es peligroso. Estar más de 20 minutos dándole caña estará solo al alcance de los que tengan una mejor forma física, algo que le pasa factura. Yo, por ejemplo, me hice daño en el hombro tras una sesión intensiva al juego a base de dar puñetazos al aire a diestro y siniestro. Y me está durando varios días. Hay que tener cuidado y dosificar las partidas. Por desgracia – o por fortuna – el encanto de The Fight no va más allá de esos minutos de prueba del Move.
Como muestra de las posibilidades de los nuevos mandos de Sony, The Fight no está mal. Más allá de ahí, poca cosa encontrarás en un juego cuyo mayor pecado es su escasa ambición más allá de demostrar que los PlayStation Move ofrecen un control superior a los wiimotes. Por desgracia, eso no parece garantizar que cualquier juego merezca la pena. Más les valdría a los diseñadores de Sony el centrarse en técnicas de realidad aumentada que en fórmulas como esta.
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