Hace unos días terminé, aprovechando un par de trayectos en avión, Zelda: A Link Between Worlds para Nintendo 3DS, el sucesor espiritual del que quizá sea mi juego TOP de todo los tiempos, Zelda: A Link to the Past (Nintendo, 1991). Antes de jugarlo tenía el listón muy alto, altísimo, pero todas las expectativas que tenía puestas en él se han superado.
Ha sido una experiencia fantástica, aunque con matices puntuales.
Llevaba tiempo buscando una excusa para hacerme con Nintendo 3DS y su versión inspirada en Zelda A Link Between Worlds fue la oportunidad perfecta para matar dos pájaros de un tiro. Y es que no podía dejar pasar el homenaje en forma de secuela de uno de los clásicos imperecedoros del catálogo de SNES.
Gráficamente A Link Between Worlds parece un remake de Zelda A Link to the Past, lo que en la práctica constituye una autopista de 10 carriles hacia el orgasmo directo para los groupies de la primera entrega, entre los que me encuentro. Los diseños del original se han recuperado y han sido objeto de varias capas de barniz gracias a las cuales han conseguido un renovado brillo, pero la base sigue resultando tremendamente reconocible, lo que para mi es uno de los grandes aciertos de este juego. Las sensaciones en ese sentido son similares a las de jugar a la actualización del Resident Evil para GameCube y compararlo con el original. El 3D, además, le da un toque único a los visuales, resultando, posiblemente, el título al que mejor le sientan las tres dimensiones de la consola portátil de Nintendo.
Esta nueva aventura de Link recupera las sensaciones de su predecesor, convirtiendo la experiencia de recorrer los mundos de Hyrule y Lorule, el mundo alternativo del Reino de la Princesa Zelda, en lo más parecido a un DLC del juego clásico que podría existir. Y digo DLC sin sentido peyorativo, pero refiriéndome a que jugar a Zelda ALBW resulta familiar la mayor parte del tiempo.
¿Es eso algo malo? En mi opinión, en absoluto. El poder jugar a la que creo que es la primera secuela, en el sentido más estricto de la palabra, de un videojuego de la franquicia de Action RPG, es un auténtico lujo para los fans. Las referencias a Zelda ALTTP enriquecen el periplo del jugador o jugadora por pantallas que resultan más homenaje que novedades en los paladares jugones más curtidos. Y es que, echando cuentas, A Link To The Past salió a la venta hace más de 20 años, por lo que el lanzar en pleno 2014 un videojuego que recupere las bases de un juego pre Año 2000 dice mucho del trabajo a nivel de diseño de Zelda ALTTP, un título que ha envejecido de forma espectacular.
Pero no hay que negar lo evidente. Este A Link Between Worlds brilla en gran medida porque es una secuela de uno de los títulos más grandes que se han visto nunca en el género de los Action RPG y, además, evita, con acertado criterio, reinventar la rueda. Es más, de las pocas pegas que le puedo poner a este juegazo de Nintendo es que la navegación entre las mazmorras no es tan lineal como en su predecesor, algo que rompe la dinámica de la partida hasta que damos con la forma en la que acceder al siguiente desafío.
Las contadas miserias de la propia saga Zelda se encuentran exactamente ahí, en lo poco que el juego ofrece fuera de la Historia en si. Que tampoco es que necesite ser un sandbox, ojo, Zelda juega a otra cosa, pero los diseñadores no tendrían que arriesgarse, imo, a dejar que el jugador se descuelgue del argumento que le debería llevar, inequívocamente, de la mano de A a B y de B a C.
La otra gran propuesta de los desarrolladores, el poder de Link de estamparse en las paredes, en cambio, acaba resultando un acierto, pues añade una nueva profundidad a los puzzles, más allá de usar los objetos y armas necesarios, que refresca los desafíos en las mazmorras. Yo era de los escépticos que miraban con malos ojos este añadido, y he de reconocer que me he tenido que tragar mis dudas iniciales. Sobre las mazmorras, por cierto, destacar sus diseños, en los que nuevamente un Zelda vuelve a dar una clase magistral tanto en el planteamiento de los niveles como en la concepción de las batallas contra los Final Bosses.
Zelda A Link Between Worlds es una grandísima continuación que ningún fan de Zelda A Link to the Past debería perderse por nada en el Mundo. A pesar de su historia, que a nivel argumental me ha parecido flojísima, se cuela directamente en mi Top 3 de juegos de Zelda Evah, junto a Ocarina of Time y el propio Zelda ALTTP. Un título superior a todos los Zelda de sobremesa lanzados desde Majora’s Mask y un imprescindible en la colección de cualquier jugador de 3DS que no quiera dejar escapar los juegos TOP del catálogo de su máquina, que por cierto tiene unos cuantos. [95]