Año 2027. Los implantes mecánicos están a la orden del día. Han supuesto un gran beneficio social al permitir usar prótesis para recuperar brazos y piernas pero la cosa va más allá, también es posible usar dichos implantes para aumentar las limitaciones del cuerpo humano. Grandes corporaciones como Sarif Industries son pioneras en el sector pero tienen enemigos.
Deus Ex: Human Revolution es un juego desarrollado por Eidos Montreal en el año 2011. Disponible para PC, 360, PS3 y luego para Wii U en una edición que permite hacer un uso exhaustivo del tabletomando. Más tarde se lanzó una versión Director’s Cut destinada a solucionar bugs y añadir más misiones extras y DLCs. La compañía tuvo que someterse a una gran presión mediática, ya que significaba hacer un reboot de un juego de culto, Deus Ex, en un mercado dominado por shooters genéricos. Los fans no confiaban en que se fuera a hacer una buena labor, pero al final el resultado fue satisfactorio. Cosechó unas críticas muy favorables y ahora cuenta con una nueva entrega para la presente generación de consolas que se vislumbra para 2016.
La técnica de los aumentos tiene dos grandes problemas. Aún no se ha podido perfeccionar – produce gran cantidad de rechazos en pacientes que los prueban – y son caros, no todos se lo pueden permitir. La brecha social se hace evidente al haber personas con más capacidades físicas que otras. En esta tesitura grupos prohumanos y religiosos se rebelan contra el orden establecido y piden a los gobiernos unas regulaciones que no llegan. Un día Sarif Industries está a punto de realizar un descubrimiento trascendental cuando de repente la sede es atacada. En ese momento Adam Jensen, el jefe de seguridad de la compañía, es herido grave y tiene que someterse a una operación en la que su cuerpo adoptará todos los implantes biomecánicos necesarios (y se volverá el tío más cool de todo Detroit). A raíz de eso Jensen, después de seis meses tendrá que investigar lo ocurrido en lugares tan dispares como Detroit, Montreal o Hengsha, una ciudad china dividida en dos, la ciudad tradicional con un techo para la clase trabajadora y la ciudad alta para los privilegiados. A lo largo de la aventura encontraremos valiosos aliados como Malik, la piloto del helicóptero o Pritchard, el jefe de seguridad informática de Sarif con los que podremos empatizar y conocer más de ellos.
En cuanto estilo de juego recuerda a títulos como Alpha Protocol, Splinter Cell y Metal Gear Solid. Tiene mucho en común con el primer juego comentado, en especial por el sistema de elecciones que nos plantea el juego, aunque no tan amplio. En determinados puntos del juego podremos someternos a duelos dialécticos con personajes del juego que si van bien permitirán salvar a personajes u obtener diversas recompensas. Por otra parte si las negociaciones no salen bien provocarán que tengamos que hacer un esfuerzo extra en forma de misiones adicionales para cumplir nuestro cometido. Claro, que hay un hilo conductor en la historia y hay que respetarlo, sea como sea tenemos que llegar a uno de los cuatro finales que nos presenta el juego. Lo que ocurra por el camino, en cambio, es decisión nuestra.
Este poder de decisión no se limita a las conversaciones. El cómo avanzar en el juego también está a nuestra elección. El entorno nos plantea una serie de posibilidades para llegar de un punto A a un punto B. Podremos infiltrarnos y ser un fantasma a los ojos de nuestros enemigos o en cambio podremos ir a saco pero ojo, esto no es como un shooter más, aquí a la mínima que estás expuesto a las balas mueres. Cualquiera de los dos sistemas es válido para cumplir nuestro cometido. ¿Cómo lo haremos? Hemos hablado antes de un elemento crucial en el universo de Deus Ex, los aumentos. Estos nos permitirán ampliar nuestras capacidades y estadísticas de acuerdo con el estilo de juego que tengamos. Hay de muchos tipos: resistencia física, camuflaje óptico, capacidad de almacenaje, hackeo… Para poder obtener más aumentos necesitaremos puntos de praxis que o bien se pueden comprar en las clínicas LIMB, los podemos encontrar en lugares escondidos o los podemos obtener al subir de nivel. Sí, aquí dispondremos de puntos de experiencia al realizar acciones determinadas.
Aparte de usar los aumentos para definir nuestro estilo también dispondremos de distintos caminos alternativos. Explorar el terreno a fondo es siempre interesante si no nos gusta una ruta a seguir. Investigando un poco encontraremos conductos de ventilación o puertas cerradas que tendremos que desbloquear mediante técnicas de hackeo en un divertido minijuego a contrarreloj en el que aparte de piratear el sistema puedes obtener datos u objetos útiles. Claro, que para usar esta última opción tendremos que disponer de los aumentos necesarios y el nivel. Una puerta de nivel 3 necesitará hackeo de nivel 3 o superior. Debido a esta diversidad de opciones jugar a Deus Ex es muy satisfactorio. Si nos quedamos atascados siempre podremos intentar otra cosa y aún así sentirnos realizados. Añadir que según el argumento del juego, Jensen nunca pidió ser aumentado. Si alguien quiere una experiencia realmente desafiante hay que jugar en dificultad Deus Ex – la difícil – y sin aumentos.
El componente de exploración también está ahí. Aparte de conseguir experiencia al descubrir caminos secretos tenemos dos grandes ciudades a explorar, Detroit y Hengsha. Son ciudades que, aunque no son muy extensas, son entretenidas de visitar. En todos los lugares – no sólo las ciudades – puedes buscar ebooks o ítems útiles para la aventura, además de husmear en los ordenadores ajenos pirateándolos (en determinados terminales es posible controlar las cámaras y los robots) y saber más sobre el mundo de Deus Ex o bien puedes aceptar misiones secundarias de parte de algunos personajes. Son entretenidas de realizar y no son muy abundantes, por lo que es recomendable hacerlas todas para tener la experiencia completa.
Técnicamente no destaca por sus gráficos, que son aceptables pero no llegan a un nivel excelente, pero el conjunto tiene un estilo místico al usar de forma constante tonos dorados. Esto, junto con las genialérrimas melodías usadas, transmiten una sensación de tranquilidad que no sabría bien cómo explicar. Ayuda a reflexionar constantemente sobre la misión de Adam Jensen y el dilema ético al que se enfrentan en 2027.
Cómo podían faltar los jefes en el juego. Lamentablemente no están tan bien implementados como deberían. Tienen una dificultad excesiva respecto al resto del conjunto, lo que implica fallar múltiples veces – y más cuando no dispones de aumentos de combate -. Y eso implica cargar la partida múltiples veces, lo que genera una debacle de frustración en la que cuando por fin se consigue vencer al enemigo en cuestión inconscientemente – o no – nuestro dedo corazón se levanta y se muestra ante la pantalla mientras la secuencia de vídeo se va reproduciendo y a la vez nos harán recordar eso que nos decían en primaria de lavarnos la boca con jabón. Como en el resto del juego, se pueden buscar alternativas para acabar con el enemigo, pero aún sí es difícil.
Finalmente comentar que nos mantendrá entretenido por muchas horas, pues su duración es perfecta, creo que me ha durado unas 15 horas o más. Algunos podrían comentar que para alargar su vida debería de existir un modo online, pero nada más lejos de la realidad. Para hacer un online sólo por cumplir mejor que se centren en hacer el juegazo que es Deus Ex. Además, tiene un buen componente de rejugabilidad al poder intentar otros métodos para completar el juego.
El conjunto no es perfecto, como he comentado anteriormente tiene unos pequeños defectos que lo lastran ligeramente, pero es una experiencia que mantiene al jugador pegado a la pantalla durante horas sin parar. Se nota que le dieron mucho mimo y se implicaron mucho en su desarrollo. Tal es así que en los créditos aparecen fotos del equipo de desarrollo y se puede ver que son gente que, a la vez que trabajan duro, disfrutan con lo que hacen. Además está doblado al castellano. Tanto si te gustan o no los juegos de sigilo seguro que te lo pasarás bien con Deus Ex: Human Revolution. Y si te gusta tienes otra cita con Adam Jensen en 2016. Yo ya me he hecho fan de la saga, ¿y tu? NOTA:[88]