Dead Money es el nombre de la primera entrega de una serie de DLCs que Obsidian Entertaiment tiene previsto ir lanzando para expandir la experiencia jugable de Fallout New Vegas. Inicialmente aparecido en el Marketplace de Xbox Live, ahora se encuentra disponible desde el pasado mes de Febrero para todos los usuarios de PlayStation 3 y PC previo pago de 9,99€.
Al igual que ocurría en las expansiones de Fallout 3 todo comienza con la recepción de una señal de radio invitándonos a la inminente inauguración del Casino de Sierra Madre, un complejo construido por el viejo mundo pero que tras el estallido de la guerra nunca pudo llegar a abrir sus puertas. Como era de esperar, tras dirigirnos a la nueva localización todo comienza a torcerse y seremos victimas de las inclemencias de Sierra Madre.
Tras una advertencia en la que se aconseja un nivel superior a 20 antes de acceder a la zona ya nos empezaremos a dar cuenta de que esto no es un lugar apto para novatos. Incluso con un nivel 30 de personaje he tenido algunas dificultades por el camino, por lo que se recomienda jugarlo cuando estemos cercanos del final de la historia original del juego.
Dejaremos atrás a nuestros antiguos compañeros y todo nuestro equipo e inventario desaparecerá durante este DLC, con lo que unido a un clima hostil y a unos enemigos que, aunque no abundan, sí que son bastantes fuertes, deberemos esforzarnos para mantenernos con vida.
La historia de Dead Money, básicamente nos encauza a trabajar conjuntamente con otros tres habitantes del desierto del Mojave para conseguir recuperar el tesoro que oculta el Casino de Sierra Madre. El problema es que inicialmente la trama se resiente debido a su elevada dificultad y, por otro lado, por el diseño caótico de la Villa que nos hará desorientarnos en exceso hasta que estemos familiarizados. A esto hay que unirle la estructuración de las misiones que nos hará recorrer de un lado para otro sin posibilidad de viajes rápidos. Puede llegar a convertirse en algo tedioso. Por suerte el interés por la historia va aumentando conforme avanza el juego, haciéndolo más llevadero.
La atmósfera, oscura y que otorga un tono rojizo al juego, nos irá reduciendo la vitalidad en buena parte de la Villa, con lo que tendremos que estar constantemente atentos a la presencia de alimentos y estimulantes por la zona. Una forma de conseguirlos será intercambiando fichas del Casino de Sierra Madre por diferentes artículos en una serie de maquinas expendedoras que iremos encontrando por diversas localizaciones. Dichas fichas no serán muy abundantes, por lo que tendremos que elegir bien en que las gastamos.
También podremos cocinar nuevos alimentos en unas ollas especiales con unas recetas novedosas que incluso el chef Gordon Ramsay estaría orgulloso de nosotros.
Si, unido a esto, además nos atrevemos a jugar en el Modo Difícil entonces mantenernos hidratados, bien alimentados y sanos durante nuestra aventura se convertirá en un gran reto.
Aparte de la nueva localización, Sierra Madre nos ofrece la oportunidad de conocer tres nuevos compañeros (disponibles únicamente durante la aventura), el aumento en cinco niveles del limite máximo (podremos llegar hasta el 35), algunas armas nuevas como el Holorifle o el Puño Trampa para Osos, nuevas recetas y algunos nuevos enemigos. La cantidad de tales mejoras no es elevada pero al menos le da un poco de variedad respecto a lo visto por el Mojave.
En conclusión, Dead Money no llega a ser tan bueno como los ultimos DLCs que aparecieron para Fallout 3, pero sus 6 horas de juego supondrán un reto extra.
Si acabas de empezar a jugar a Fallout New Vegas probablemente no te convenga adquirirlo todavía, pero si tus pies virtuales ya han recorrido el extenso desierto del Mojave y te has quedado con ganas de más entonces quizás no te importe pagar su precio. [6]