El manganime más importante de todos los tiempos vuelve a la carga con un título que trata de recuperar la esencia perdida durante los últimos años. Dimps toma el mando y aquí está el resultado de Dragon Ball Xenoverse en la pasada y por primera vez nueva generación de consolas.
Con Dragon Ball pasa algo parecido que con Sonic; parece que éste será el título definitivo, el que reconduzca una saga que ya de por sí se sentía quemada e injustamente tratada. Es por ello que las promesas de Xenoverse se cogían con pinzas, pues si no el golpe podía ser aún mayor. Sin embargo, desde el primer momento daba la sensación de que de verdad aquí estaba cambiando algo, dejando atrás los experimentos que más bien se traducían en desenlaces raquíticos y faltos de sentido.
Esta vez, por algún motivo, he caído. Ahora sí tengo claro por qué he tardado tanto en ponerme a escribir sobre esta entrega, y es que no he podido parar de desmenuzarlo hasta haber terminado todas las Parallel Quests y ver el 100% en la pantalla. Más de 70 horas de auténtico disfrute a los mandos; porque sí amigos, Dragon Ball Xenoverse es un mapa que redirige el camino de la franquicia, y lo hace de una forma diferente a lo que cabía esperar, pero que al fin y al cabo cumple y convence.
Lo primero que hay que dejar claro es que no estamos ante un nuevo intento de Budokai o Budokai Tenkaichi, aquí no tenemos un roster de personajes ingente con un menú que desglosa diferentes modos de juego; no está pensado para invitar a tus amigos desde el momento en que desprecintamos la carátula. Digamos que no es ni tan arcade ni tan simulador como otros, sino que conjuga ambas mecánicas y consigue atraer a un target más bien pecero. Me explico.
Dragon Ball Xenoverse es más un JRPG que un Beat em’ up. No es algo que se haya comentado mucho, pero a las pocas horas te darás cuenta de ello. La ciudad Toki Toki es el eje central de la aventura, donde tras unos sucesos que se contextualizan en una dimensión paralela a la historia contada por Akira Toriyama, nosotros seremos los elegidos para cambiar las tornas e intervenir en momentos clave de los enfrentamientos que acaparan nuestras memorias. La intención de Dimps con este título es hacernos partícipes de todo lo que sucede a nuestro alrededor, que nos sintamos protagonistas de una historia bien cohesionada y que verdaderamente brinda al jugador la opción de ser él quien escoja el ritmo, que te sientas no como mero espectador sino un componente indispensable para resolver la pericia.
Así pues, estamos ante un buen juego a nivel narrativo, que sabe repartir bien este apartado que podríamos llamar principal con el resto de modos de juego. Ha sido criticada la ausencia de menús convencionales, obligándonos a recorrer a pie los tres grandes sectores de Toki Toki City para cada acción. Esta división se compone del Sector Industrial, la Campo del Tiempo y Nido del Tiempo. En la Industrial compraremos todo tipo de objetos, mezclas, habilidades, accesorios… Mientras que en las otras dos residirán las Parallel Quest y misiones principales.
Antes comentaba que Dragon Ball Xenoverse era un título para jugadores típicos del PC, y quizás sea la mejor forma de definirlo, porque en la medida en que vayamos ganando experiencia, seremos nosotros los que decidamos cómo dividirla en nuestro personaje; tendremos que escoger qué habilidades asignar a los comando, probarlas, volver a cambiar, volver a probar… Esa sensación constante ensayo-error, que investigues y descubras por ti mismo dedicando la mayor parte del tiempo a cosas que poco tienen que ver con la tarea principal, no recuerdo haberlo visto antes más que en Dragon Ball Online (que no llegó a ver la luz en estas tierras), y le sienta de lujo. La cantidad de habilidades, técnicas, objetos potenciadores, etc., es ingente, así como la personalización de nuestro personaje, algo que merece mención aparte porque podremos hacer realidad el sueño de convertirnos en Saiyan.
No solamente la raza de Goku sino que podremos ser Terrícolas, “la raza de Freezer”, Monstruos (como Bu) y Namekianos. A esta hora ya nos sentiremos inmersos en un verdadero fanfic, pero en verdad lo bueno no ha hecho más que empezar. Personalmente lo que más he valorado es la centralización en este punto, el desarrollo constante de nuestro personaje. Hay un hexágono que desarrollar y hay que saber cómo dividir los puntos de experiencia, porque llegar hasta el Nivel 80 es una dura tarea, pero ello no significa que podamos elevar hasta los 100 puntos cada parámetro (Ki, Resistencia, Golpes, Super Golpes, Resistencia y Vida). Hay un límite. Dependiendo de nuestra raza, tendremos parámetros genéticamente más desarrollados desde el inicio.
En mi caso escogí un Saiyan, el cual por defecto era un portento en Ki, pero en mi caso preferí crear un verdadero luchador cuerpo a cuerpo y tratar de hacer un muchacho versátil y acercar la experiencia lo máximo posible a la saga Budokai, porque tras los primeros quince minutos de tutorial creí darme cuenta de por dónde quería ir esta obra. Un efecto colateral de esta abundancia de ataques, técnicas y habilidades nos permite no basarnos en machacar botones cuando embistamos directamente ante los enemigos, sino que te invita y obliga a investigar y dominar unas mecánicas profundas y variadas. La CPU es muy exigente y no será fácil avanzar sin acudir a las misiones secundarias al menos un par de veces durante cada arco argumental. De hecho, es casi imposible no hacerlo. Los combates cuerpo a cuerpo no los gana el más fuerte sino el más hábil; si esquivas bien y haces buen uso de las cadenas de golpes, saldrás con los brazos en alto.
Por su parte, los ataques a distancia me han dejado algo frío debido a que es muy difícil apuntar a tu objetivo por un problema claramente de la cámara, que aunque su comportamiento general sea bastante bueno, no hay por dónde cogerla en las esquinas o cuando nuestro rival no para de moverse despavorido. Aquí es un verdadero lío.
Cada vez que se termine un capítulo, véase el de Freezer, se desbloquearán misiones al más puro estilo “What if…?”, donde nos pondremos en el bando rival o simplemente lucharemos en enfrentamientos que nunca surgieron realmente. La mayor parte de las misiones son de 3 vs 3 ó 3 vs 1, pudiendo escoger los compañeros sólo en las secundarias. Aunque la cooperación entre estos se haya quedado a medio camino, la idea es muy buena; podremos ayudar y ser ayudados por los aliados, ser resucitados cuando nos derroten o dividir el objetivo de cada jugador. Esperaba algo más, insisto, pero si se desarrolla bien puede ser una verdadera locura en un más que probable Xenoverse 2.
Otro de los problemas más acusables es el escaso plantel de personajes, además de estar prácticamente vacío desde el inicio, uno de los motivos por los que algunos jugadores han salido decepcionados de estas primeras horas. 46 caras ó 47 si nos contamos a nosotros mismos. No faltan muchos trascendentes, pero sí faltan por ejemplo la mayoría de la serie original (Comenzamos a partir de la invasión Saiyan, es decir Z) y otros tantos secundarios para mí esenciales. No merece la pena compararlo con Budokai Tenkaichi 3; lo de incluir a Arale fue una auténtica locura.
La presentación del juego es soberbia. Hay enfoques y planos de la cámara que le dan un toque muy cinematográfico, tanto físicas como modelado de los personajes y comportamiento de los mismos se siente muy real. Dimps no es CyberConnect 2, así que no esperéis un referente gráfico, pero sí está muy logrado. La saturación de colores está muy bien y la iluminación es correcta, aunque a veces es demasiado exagerada, pintando literalmente de blanco o vertiendo barniz sobre los personajes. En cualquier caso, tanto la interfaz como el HUD son muy claros y no hay dientes de sierra; todo lo que se muestra está bien acabado. Mención especial para algunos escenarios, totalmente espectaculares. Una de las luchas en el espacio, muy cerca del planeta Tierra, es sin duda una de las mejores por su dinamismo.
La curva de dificultad está perfectamente lograda, consigue que sintamos cómo mejora nuestro personaje, cómo se notan las mejoras. Tu alter ego será más veloz, preciso y fuerte con el paso del tiempo, permitiéndote llegar a donde antes no podías y a plantar cara en misiones donde antes no durabas ni medio minuto. El timing es muy riguroso, está bien equilibrado tanto en el juego ofensivo como defensivo.
La cruceta, por su parte, es otro elemento capital porque aquí es donde podremos insertar los comandos y objetos. En caso de que necesites curarte por falta de vida, pulsas la cruceta hacia la derecha y ahí aparecerá tu menester de ítems, mientras que para loa ataques especiales habrá que pulsar los gatillos. Es muy gratificante; convertirte en Super Saiyan es un sueño húmedo y no es fácil, no es algo que se desbloquea al llegar a un nivel específico, sino que tienes que buscarlo, es una recompensa en una de las misiones secundarias. Es una constante, tú eliges en qué gastar tu dinero, cómo distribuir tus puntos de experiencia y ritmo de la partida.
Luego tenemos el modo multijugador, donde se ha incidido mucho no solamente en las batallas sino en lo que respecta a la ciudad Toki Toki. Muchas de las personas que deambulan por las inmediaciones del lugar son los avatares de tus amigos o gente conectada. Entre esta gente también estarán personajes clásicos de la saga que podrán covnertirse en nuestros maestros y enseñarnos nuevas técnicas y habilidades en la medida en que completemos sus requisitos en las clases. Incluso Mr. Satán puede ser nuestro maestro, así que imagínate cómo de fuerte puedes llegar a ser…
Conclusiones
Para finalizar, decir que Dragon Ball Xenvoerse es un gran juego, que en términos generales cumple con lo que prometía y reconduce la saga a donde nunca debió de haberse ido. Podríamos comenzar a sacarle defectos, pero es que a decir verdad son más las cosas que sí me han gustado que las que no. Estamos en un título muy fanservice, que te invita a echarle muchas horas, desarrollar todas las razas y conseguir tu guerrero definitivo. Todos los personajes se comportan de forma diferente, los escenarios están muy logrados y gráficamente es vistoso y bien dibujado.
Quizás cuando baje de precio sea uno de los títulos más recomendados para la actual generación de consolas en cuanto a multiplataformas se refiere. Es divertido, profundo y tiene personalidad; deseando estoy de ver Xenvoerse 2 con más personajes, una IA más inteligente y no tan alocada, mejoras en la cámara y todavía más contenido. Mientras tanto, tienes decenas de horas por delante para revivir el manganime definitivo en todo su esplendor. [80]
Tenía el miedo de que con las cámaras hubiese problemas para lanzar las bolas y demás, que es lo que me ha gustado a mi siempre en el universo dragon ball, cosa que lamentablemente comentas en el análisis.
Es una pena, porque la verdad es que tengo ganas de jugarlo pero lo comentado me echa para atrás. Lo alquilaré y si me convence lo compraré, porque le tenía ganas, pero me niego a comprar juegos que no me terminen de convencer del todo en esta gen.
Gracias por esas 70 horas 😉
El de 3DS, ese sí que va a ser el mejor Dragon ball desde los 16 bits y los de Banpresto.