Icono del sitio Akihabara Blues

Análisis: Earth’s Dawn, un juego al que volver

Admito que me costó más de la cuenta superar los primeros minutos de Earth’s Dawn. Demasiados datos, demasiada información… De hecho, empecé a jugar sin entender muy bien todo lo que tenía delante.

Me considero un jugador curtido en este tipo de juegos, pensé que no me costaría demasiado coger los mecanismos necesarios para entender y disfrutar de un juego de acción. Así que empecé más bien dejándome llevar, poco a poco, sin prisas.

Quizá lo primero que llame la atención de Earth’s Dawn es su apartado artístico. No diré que es un juego bonito, no podría serlo con la tierra devastada, con túneles, estaciones de metro abandonadas y centrales nucleares de por medio. Pero sí que es un juego que entra por los ojos.

Pero evidentemente Earth’s Dawn va más allá de ese apartado. Está desarrollado por OneorEight, un estudio Japonés del que no sabía nada hasta este juego. Pero decir esto es realmente quedarse corto.

Nada más empezar crearemos a nuestro personaje. Tampoco es que tengamos muchas opciones en el editor. Pero tampoco esto va de quedar guapos, esto va de recuperar nuestro planeta de una invasión alienígena.

La historia es palomitera y resultona sin más: La tierra ha sido invadida por alienígenas que der cuenta con la superioridad de utilizar un armamento mucho más evolucionado que el nuestro. En un corto periodo de tiempo desaparece más de la mitad de la población mundial a manos de estos seres. De alguna manera., la humanidad encuentra la forma de fusionar partes de estos seres con células humanas y crear armaduras y armas mucho más potentes. Nosotros formaremos parte de un escuadrón que se encuentra en USA, epicentro de todo.

https://www.youtube.com/watch?v=f_6c4bK3zc8

La historia funciona sin grandes alardes. Es cierto que tiene momentos de cierto atractivo, pero por desgracia estos momentos se olvidan rápidamente por tratarse de un tema trillado en mil películas y que aquí se lleva sin gracia o sorpresa. A mi personalmente me sirvió como aperitivo de la acción. En una mano la espada, en otra la pistola, y afuera hordas de enemigos.

Sin duda el punto fuerte de Earth’s Dawn son los combates. Y ahí sin ofrecer nada novedoso, el juego se gusta y atrapa como pocos. La base de los combates será esquivar y asestar espadazos hasta que encontremos el momento oportuno de remate del enemigo. Este «remate» además de acabar con el alienígna, nos rellenará un poco la barra de vida.

También hay enemigos que requieren otra estrategia, como quitarles el escudo con armas de fuego para hacerles inmunes. Será vital aprender las estrategias de los enemigos como la de aprender a utilizar todo nuestro arsenal. Según vayamos avanzando por Earth’s Dawn iremos encontrando objetos que nos ayuden a crear cada vez armas y armaduras más fuertes. Incluso armas con daños elementales. Es fundamental pasarse de vez en cuando por el sistema de creación para bien crear o aumentar el nivel del equipo.

Según vayamos avanzando iremos desbloqueado nuevas habilidades. Quizá al principio no le demos la importancia que tienen, yo no lo hice y bien que me arrepentí. Existe la posibilidad que el juego te enlace las habilidades por ti. No sé exactamente si elige las mejores, las últimas que vayamos encontrando o las más prácticas. No lo sé. Pero si recomiendo de ir echándolas un ojo de tanto en tanto. Y sobre todo de ir recolectando cristales azules para ir aumentando las posibilidad de activar cada vez más habilidades.

Lo peor de Earth’s Dawn es sin duda el abuso de misiones. No sé por qué OneorEight decidió estirar tanto el juego. Entiendo el debate de la cantidad de horas en un juego, lo entiendo, pero aquí no tiene sentido alguno y por desgracia ese aspecto lastra mucho la experiencia final. A menudo tuve la sensación de no estar avanzando en absoluto, de repetir una y otra vez la misma misión.

Earth’s Dawn no es un juego perfecto, ni tampoco arroja luz a un genero que rara vez sorprende. Pero si es un juego con más virtudes que defectos. Gracias a sus posibilidades, el juego se abre a un nicho más grande. Los toques de RPG le sientan bien, de eso no hay duda. Pero es en la acción donde el juego saca a relucir lo mejor de él.

Quizá lo mejor que se puede decir de Earth’s Dawn es que apetece jugarlo. Y eso a día de hoy… Poca broma. [75]

Salir de la versión móvil