Fue ayer cuando Sebastian Vettel se proclamó campeón de la actual temporada 2011 de Fórmula 1. Una competición automovilística que está tan centrada en la excelencia técnica y mecánica, que se olvida por momentos que realmente los aficionados van a ver carreras y muestra su mayor hándicap: la mayoría de carreras son aburridas (sino todo el campeonato, como este año). Porque para ver lo bueno que es un ingeniero diseñando un chasis, bastaría con un concurso público y cuando todos tuvieran los coches acabados, hicieran las pruebas en un túnel de viento para ver cual es el mejor y dejarnos de tonterías de carreras y costosos desplazamientos a lo largo del planeta.
Si pensáis que estas palabras auguran un análisis por parte de alguien que no le gusta la F1, estáis equivocados. Todos los años hay 4 o 5 carreras que merecen la pena totalmente y veo la temporada al completo de manera habitual desde hace casi 30 años. Sólo hay que ver la fantástica temporada que nos depararon el año pasado con cinco pilotos luchando hasta las últimas carreras. Pero lamentablemente esto no es lo habitual hoy en día y la época en la que no primaba la electrónica, con Prost, Senna, Piquet o Mansell queda ya muy lejos.
Como todos conocemos, Codemasters adquirió la licencia de explotación de la F1 para los videojuegos y su primer título resultó ser un fracaso pese a las ventas. Codemasters lo tenía muy fácil para vender: muchos años sin juegos de F1 destacados para que los aficionados calmaran su sed y estos clamando porque metieran coches de esta categoría en cualquier otra franquicia cuando no venía a cuento. Tan fácil lo tuvieron que la cagaron con un juego repleto de bugs e inconsistencias difíciles de solucionar en su salida y que lastraron su vida comercial.
Ahora regresan con el objetivo de integrar todos los cambios de reglamentación y sobre todo, no volver a defraudar ese mal sabor de boca a los seguidores de esta disciplina competitiva. Y lo consiguen, pero solo por momentos.
F1 2011 integra perfectamente los nuevos sistemas y reglamentación de la actual normativa, añade el Safety Car a las carreras (con más de determinada duración), disminuye los juegos de neumáticos y adapta su comportamiento de manera más fiel a la filosofía que Pirelli ha implantado en esta disciplina. Además vamos a encontrar con un nivel de exigencia mayor en la conducción – lo cual es bueno-, tanto para los más conformistas y que solo buscan la diversión arcade, como para los más exigentes y buscan la simulación, eso si, sin llegar a cuotas de realismo total.
Los nuevos sistemas para agregar espectáculo a la F1 de esta temporada funcionan perfectamente en el juego. Es más, funcionan mejor incluso que en la realidad al tratarse de un juego, lo cual es beneficioso para la diversión. Recordemos (sin entrar en tecnicismos aburridos) que el KERS es como una especie de turbo o nitro que los pilotos pueden pulsar durante un periodo de tiempo hasta que se gasta en el trascurso de una vuelta y que se recarga al pasar por meta con la energía que se genera en las frenadas. Por otro lado el sistema DRS no es más que el alerón móvil trasero, que al abrirlo, consigue que el coche tenga menor resistencia aerodinámica y puedas ganar velocidad cuando estás a menos de 1 segundo del piloto que llevas delante y así, poder adelantarlo en una zona determinada del circuito, favoreciendo los escasos adelantamientos en carrera (ya que el sistema se puede usar libremente en las prácticas y clasificación) que veíamos enla F1 hasta estos años anteriores.
El juego no es que explique muy bien como es la mejor manera de usar estos sistemas, pero tampoco tiene mucho misterio y el propio piloto (es decir, nosotros) iremos aprendiendo cuales serán las mejores zonas donde apretar el botón de KERS o utilizar el DRS en la clasificación, sin pasarnos con este último, ya que si lo abrimos antes de tiempo o en una curva, tendremos un bonito trompo asegurado.
La respuesta de la dirección a nuestras ordenes, tanto en el mando de la consola, como en el volante es mucho más directa y precisa, pero también más complicada, ya que ahora los coches son más nerviosos y tendremos que aprender a configurarlos, además de comprender la utilización de los diferentes tipos de neumáticos (blandos, medios, duros, lluvia, intermedios…) que tenemos a nuestra disposición. Y este año, se nota mucho más salir con un compuesto u otro: notaremos la degradación del neumático en mayor medida. Todo en este sentido es mucho más realista.
La ventaja que tenemos, como el año pasado, es que el título se amolda a nuestras necesidades con bastantes opciones de ayuda. Y se agradece porque es muy fácil desesperarse en las primeras pruebas, bien porque el juego te parezca fácil, bien porque te ha hayas pasado de dificultad. Puedes ir variando los parámetros hasta encontrarte a gusto, y entonces si, cuando te hagas con la configuración que más te guste, comenzarás a disfrutar de verdad del juego.
Los modos de juego son bastante amplios. Tenemos el modo Gran Premio, en el cual elegimos a uno de los pilotos reales de la licencia y nos configuramos la temporada con el número de carreras y condiciones que queramos. También encontraremos el clásico Contrarreloj, además del «Crono de Medalla», el cual no deja de ser una colección de eventos donde con un coche, circuito y condiciones determinadas, tendremos que batir el tiempo pre-fijado para conseguir la medalla de bronce, plata u oro (o compararnos con los que realizan los usuarios online). En particular este modo de eventos me ha parecido muy atractivo y divertido si bien, los eventos disponibles son un poco escasos.
Sin embargo, el juego se centra una vez más en el modo Trayectoria. Al igual que el año pasado, comenzaremos en una de las escuderías más modestas de las que hay en el mundial – aunque esta vez, además de HRT, Virgin y Lotus, podremos escoger de principio a Williams y Force India. Y ojo, porque la decisión es importante ya que algunos equipos no disponen de determinadas mejoras al principio (como el KERS). A partir de ahí tendremos cinco temporadas completas con sus 19 grandes premios (incluido el nuevo circuito de India donde aun no se ha disputado la carrera) para conseguir avanzar a un equipo puntero y ser campeón del mundo. Podremos configurar la temporada a nuestro gusto, pudiendo elegir si queremos disputar el fin de semana completo o «corto», saltarnos las practicas y clasificaciones para ir a la carrera directamente o seleccionar el tanto por ciento de carrera que queremos disputar.
En cuanto a la configuración de nuestro coche no hay muchas novedades en este aspecto, ya que estaba bien integrado en la anterior edición. Si acaso para los más puristas, se echará de menos alguna opción más de personalización en los modos más exigentes para el coche (suspensiones, frenos, aerodinámica…), pero en general está resuelta bien ya que podremos elegir diferentes mapas de motor (o seleccionar los pre-establecidos), cambiar los parámetros de consumo y potencia del coche, etc.
El paddock está «más vivo» y podremos ver a gente concediendo entrevistas, las pit babes y sobre todo, los periodistas dando el coñazo más a menudo, aunque las respuestas que demos, a pesar de lo prometido por Codemasters, no acaben de influir de manera notoria en nuestra relación con el equipo ni en el avance mecánico de mejoras, lo cual esto si que se consigue mediante los retos que nos propone el equipo a lo largo del fin de semana de carrera, con los que conseguiremos el favor de la escudería en contraposición de nuestro compañero si los llevamos a cabo de manera correcta, siendo los primeros en disfrutar de las mejoras del coche y consiguiendo puntos de experiencia.
En nuestro camión privado, podremos consultar las especificaciones de la carrera y consultar los mails que nos envíe nuestro representante, el jefe del equipo o las ofertas de futuros equipos interesados en nuestro palmarés para los próximos años. También podremos escoger entre unos 20 diseños de casco predeterminados, aunque hubiese estado mejor una herramienta para poder diseñarnos el nuestro.
Toda esta ambientación ayuda a sentirte dentro de lo que sería el campeonato, como ya hicieron el año pasado, pero no deja de ser un bonito adorno que tampoco es que aporte mucho y menos aún con las animaciones presentadas, que dejan un tanto que desear en este sentido. Todo lo contrario que en el resto de gráficos en el juego.
El motor gráfico del juego es una evolución del utilizado el año pasado y se nota. Así, los vehículos y circuitos están algo mejor modelados y se notan más reales. Ahora tendremos algunas texturas con mayor resolución en carrera y los reflejos están mejor implementados a lo largo del circuito en los coches (sobre todo en el morro). También está muy currado las animaciones de las manos del piloto para representar cuando pulsa los diferentes botones de KERS, DRS o de limitación de velocidad en boxes, así como los volantes de los monoplazas, cada uno muy fiel a los modelos reales. También encontraremos nuevas animaciones para nuestros triunfos y fracasos al terminar una carrera.
Lo más espectacular sigue siendo el tema de las pruebas con lluvia, que está muy conseguido, tanto para la cámara interna, como para la televisiva (encima del cockpit), viendo como caen las gotas de lluvia y se empaña la visión con el efecto spray de los coches al pasar sobre el agua. Es una delicia correr con lluvia en este juego, lo cual hace que las carreras en seco palidezcan un poco a su lado. No es que estén mal -todo lo contrario-, sino que al final nos parecen algo «sosas». Por otro lado, los ciclos tarde/noche, como en el G.P. de Abu Dhabi que cierra la temporada, o cuando cambia el clima en mitad de la carrera, están perfectamente realizados y es sorprendente mirar al cielo y verlos durante la prueba, Bien es cierto que algunas texturas «cantan» cuando es de noche en circuitos como Singapur.
El motor aguanta bien la tasa de 30fps. No se notan pérdidas cualitativas en el mismo, incluso en las salidas cuando se juntan todos los coches va perfecto. Si es cierto que en circuitos con una alta carga poligonal como Mónaco, sin llegar a molestar, se nota que le cuesta un poco. Además, en la versión de PS3 que hemos analizado, pega bastante saltos al salir de boxes y las texturas como gráficos en general están menos definidos que la versión de 360 y por supuesto, la de PC (las cuales también hemos podido probar).
Afea un poco el resultado general el tema de las repeticiones. Si normalmente estamos acostumbrados a que las repeticiones de los juegos de coches sean más espectaculares que las propias carreras, en esta ocasión ocurre todo lo contrario. Sobre todo cuando comienza a mezclar cámaras y sale la horrorosa vista cenital que hace que parezca que estamos viendo un Scalextric con espasmos.
Las colisiones siguen estando en general bien conseguidas. Veremos como vuelan trozos de alerón, nos quedamos sin ellos y perdemos ruedas con asombrosa facilidad, teniendo que entrar a boxes. Pero bien es cierto que la estructura del chasis apenas sufre daños y son más duros que una piedra. Probablemente sea tema de licencias, pero no deja de ser un punto en contra del juego. Ya sabéis: el típico accidente a 300 por hora nos dejará sin alguno de los apéndices, pero no deformará en absoluto el resto del coche.
El sonido es estupendo. Una vez más con el tema de la lluvia, es fantástico poner la cámara dentro del cockpit y escuchar como cae y sentir el viento alrededor del coche, aunque los sonidos aplicados a los accidentes están menos trabajados. A veces el sonido es tan atronador (sobre todo en las salidas), que ni siquiera escuchamos a nuestro ingeniero por radio. La banda sonora me sobra.
En cuanto al resto de modos, el juego cuenta con la opción de poder correr a pantalla partida con un amigo en casa y por supuesto los modos online y de red local. El modo a pantalla partida es un regalo tal y como está el tema a día de hoy en estos asuntos, pero el problema es que pierde frames que se las pela y está todo muy tosco. Una pena, pero se agradece -y mucho- el intento.
Los modos online han mejorado mucho las opciones respecto al año pasado. Se mantiene bastante fluido y es fácil encontrar partida de hasta 16 contrincantes (rellenando los 8 espacios restantes de la parrilla con coches manejados porla CPU). En todos los modos, los coches, independientemente del fabricante, tendrán las mismas prestaciones para dar prioridad a la habilidad de los pilotos.
Tenemos un montón de modos, tanto prefijados como configurables para competir contra los usuarios online: Sprint, Resistencia, Grand Prix… incluso crearnos el nuestro propio con las variables oportunas partiendo de este último. Pero el más interesante quizás sea el modo Mundial Cooperativo, creado para jugar junto a otro amigo, formando equipo para lograr el mundial de constructores, pero realzando el pique entre compañeros de equipo (como en la vida real) por ver quien de los dos lo hace mejor para llevarse primero las mejoras que pueda realizar los ingenieros en los coches.
La I.A. del juego deja de hacer estupideces y realiza una carrera real, no como en la anterior entrega. Bien es cierto que hace cosas extrañas en ocasiones y que a veces, ganan carreras pilotos con coches que no deberían, pero en general está bien resuelta. Quizás es un poco extraña. Me explico: en general se nota como se ha rebajado algo el nivel de dificultad, pero los pilotos al menos cometen errores, nos presionan e intentan adelantarnos. Vamos, que no es la típica I.A. «por raíles» de todos los juegos de coches pero veremos como es casi imposible que se produzcan abandonos por roturas de motor o accidentes, o que los fallos muchas veces se cometen por los mismos pilotos en los mismos lugares, lo cual te deja una sensación de que se puede depurar todo mucho mejor.
El sistema de penalizaciones es muy exigente en ocasiones, pero me parece totalmente conseguido y respeta las reglas del campeonato, tardando menos que los propios comisarios reales en dar las sanciones. En este sentido, deberían copiarlo el resto de juegos de conducción en lugar de poner «pegamento» cuando salimos del trazado o «multarnos» por temas de rebufo (si, hablo de GT y Forza). Aunque en el juego, este sistema tiene un problema dentro de los modos online: a veces cuando somos embestidos por otro contrario, acaba por quitarnos a nosotros también los puntos de experiencia que pudiéramos ganar en esa carrera por estar en el incidente, aunque no hayamos tenido la culpa del mismo.
En cuanto a nuestro ingeniero en boxes también ha mejorado respecto al año pasado. Sigue siendo muy parlanchín y nos da órdenes cada poco, lo cual en ocasiones puede resultar pesado (la voz del doblador ayuda a esto), pero en otras se agradece. Además, responde muy bien a lo que nos encontramos en carrera y nos da las órdenes e información en el momento adecuado y sin retrasos. Otro tema ya es el de la estrategia, la cual como siempre puede no ser la más adecuada, pero también podemos «pasar de su culo» libremente y entrar en boxes cuando queramos, siempre que seamos capaces de aguantar el juego de ruedas y no fastidiar el coche.
Por ejemplo, en una de las carreras llevando uno de los Virgin, me indicaron la entrada a boxes para cambiar neumáticos y los mantuve durante 6 vueltas más, lo cual me benefició finalmente en salir unas cuantas posiciones más adelante de lo previsto y estar en los puntos, aunque finalmente por las características de mi coche, no pudiese acabar más que el 12º. Si hubiese hecho lo que me habían indicado, habría permanecido en más abajo de la 18ª posición.
Volviendo a los boxes, el conocido bug de la entrega anterior se ha solucionado. Ahora no tendremos que esperar para salir después de todos los demás coches como el año pasado. Pero también es cierto que la I.A. aplicada a este menester sigue sin arriesgar y no intenta sacarnos rápidamente para volver a carrera cuando entramos más de uno a la vez. Simplemente suele respetar el orden, aunque alguna vez nos ha hecho perder alguna posición (que no todas, como anteriormente). Así que una vez más una de cal y otra de arena.
Y aquí es donde comienza el tema de los problemas del juego. Como comentábamos, la lista de fallos del año pasado fue escandalosa y en gran parte se han solucionado, pero nos vamos a seguir encontrando con ellos… con muchos (como ya habéis podido leer en lo que llevamos de análisis). A día de hoy ya ha salido un parche, hay previsto otro, la lista de bugs reportados en los foros oficiales supera un número pornográfico de peticiones y los usuarios de PC están que echan pestes por la boca por sus continuos cuelgues.
Como ejemplo, me he encontrado cuando comienza a llover en una carrera y desde boxes te obligan a entrar a cambiar de ruedas, ves que tu entras y el resto de pilotos no lo hace. Bastante incomprensible. Al igual que haya ocasiones en las cuales, después de haber hecho las prácticas y la clasificación, se salta la carrera y te manda al siguiente Gran Premio o los interminables tiempos de carga entre carrera o sesiones, que si bien están «disimulados» por el conocido sistema de estadísticas que usa Codemasters desde GRID, no acaba de ocultar la demora.
No es de recibo. Sinceramente es para coger al estudio y que alguien se lo haga mirar. Es el segundo año que sacan un juego sin depurar/terminar o como se quiera mencionar. Y creo que ya comienza a ser un tema incluso de denuncia por parte de los usuarios que compran el juego. Una cosa es que tengamos que tragar con DLC’s o con determinados parches. Otra, que la comunidad de PC esté acostumbrada a dichos parches y otra que el juego tenga una calidad de acabado lamentable. Y esto se comprende aun menos cuando la misma compañía saca productos increíbles como DIRT 3, que comparten hasta motor gráfico sin ningún problema aparente, más allá de los normales.
Os preguntaréis entonces porqué no he suspendido al juego con una nota más baja. Bien, esto es porque a pesar de todo, cuando le pillas el truco y amoldas las ayudas y características a tu forma de jugar, el título es agradecido y resulta divertido (más incluso que ver una carrera de la propia competición real) y en definitiva sus bugs son molestos, pero no hacen la experiencia injugable (ya solo faltaría).
Pero si a esto añadimos el tema de que aun no se comprende porqué estos títulos salen con la temporada de F1 a punto de terminar y que en el fondo no deje de parecer una actualización con respecto al año anterior (mejorada, eso si), hace que el juego pierda enteros. Y es una auténtica pena, porque pide a gritos una oportunidad. Es una lástima que la forma de trabajar de Codemasters con este título te haga pensar muy mucho si merece la pena pagar por un juego mal terminado (por segundo año consecutivo). [7]