Uno de los platos fuertes del E3 de este año ha sido el anuncio de una nueva entrega de la saga Fallout, Fallout 4. Dentro de la presentación de este juego hubo dos anuncios más que llamaron poderosamente nuestra atención.
El primero era la introducción de un Pip Boy real en la edición coleccionista del juego y el segundo es el lanzamiento de un pequeño juego llamado Fallout Shelter para iOS.
Como enamorado de esta saga que soy, corrí como loco para probar este juego, disponible desde el mismo momento de su anuncio. Cuando instalé este juego en nuestro iPad y lo lancé me encontré formando parte del grupo de elegidos y encargados para supervisar el buen funcionamiento de los refugios nucleares donde sobreviven los restos de la maltratada atómicamente humanidad.
El juego nos sumerge en el día a día de un refugio nuclear. El género en el que se encuentra es la gestión, muy similar a otro tipo de juegos como los Sims, pero desde el punto de vista Fallout y embadurnado de toda su esencia. En el primer momento de juego la partida nos situará en la coyuntura de organizar el refugio para sobrevivir durante las primeras horas. Para poder sobrevivir necesitaremos tres recursos, agua, comida y electricidad. Para conseguir agua tendremos que crear depuradas y nutrirlas de refugiados para que trabajen en ella, para conseguir comida haremos lo mismo, pero con restaurantes y por último, para conseguir electricidad haremos lo mismo.
La gestión de los personajes de nuestro refugio será clave, cada uno de ellos tendrán una serie de habilidades diferentes guiadas por el conocido sistema S.P.E.C.I.A.L., y cada habitáculo de producción premiará una habilidad u otra, por poner un ejemplo, el carisma será necesario en los dormitorios para procrear y poder perpetuar la especie dentro del refugio. La falta de cada uno de estos recursos producirá una serie de inconvenientes diferentes, por ejemplo, la falta de agua aumentará la radiación, la falta de electricidad apagones y mal funcionamiento y la falta de comida una bajada generalizada de salud. Estos no serán los únicos inconvenientes, sino que aleatoriamente tendremos que hacer frente a bandidos que querrán expoliar nuestros recursos, a cucarachas y otros animales mutados que intentarán eliminar a cualquier humano con el que se encuentre, habrá fuegos, errores energéticos, etc.
Nuestro refugio pasará por diversas fases e irá evolucionando. Las principales salas que tendrán nuestro refugio vivo será, por supuesto, los generadores de comida, electricidad y agua, pero a medida que vayamos consiguiendo más chapas y más refugiados tendremos que ir aumentando y expandiendo nuestras dependencias. Otro de los principales elementos será el dormitorio, necesario para engendrar descendencia, otro elemento característico será la puerta de acceso, que podremos mejorar para evitar que los bandidos entren. Podremos construir otras dependencias como por ejemplo una radio que aumentará la felicidad de nuestros refugiados y les permitirá trabajar más y mejor y también otra serie de elementos que mejorarán las habilidades de los habitantes del refugio como aulas de estudio, gimnasios, etc. Para construir estas salas únicamente tendremos que limpiar el terreno de rocas, tener las chapas suficientes y elegir el lugar. Si construimos un sala idéntica a la contigua está formará una doble sala que podrá expandirse hasta un triple, mejorando el rendimiento de cada una. Las salas podrán mejorarse subiendo de nivel, aspecto que también podrá realizarse en los habitantes, que irán mejorando sus habilidades progresivamente. Todos estos aspectos ofrecen una patina de complejidad que añade un fuerte atractivo al juego.
El espíritu de Fallout está impregnado en cada momento del juego, desde la estética de los personajes, muy cercana a la presentada por el personaje que ilustra cualquier habilidad del juego madre y por otros momentos, como por ejemplo, poder mandar a uno de nuestros refugiados al yermo para que explore el territorio. Antes de mandar fuera del refugio al personaje elegido tendremos que armarlo con equipo como armas o vestidos que van desde el clásico mono azul y amarillo hasta las gigantescas servoarmaduras, como las propias armas, que van desde los rifles de plasma hasta los propios puños. En todo momento podremos seguir las andanzas del personaje en el yermo y comprobar cómo se enfrentan a determinados peligros y hallazgos que traerán consigo una vez vuelvan al refugio.
Todo ello implementado de una manera muy sencilla y simple que engancha desde el primer momento. Más aún cuando comprobamos que el juego es completamente gratuito y que, a diferencia de otros muchos juegos de este estilo, no exige pequeñas compras en su interior para poder disfrutarlo en todo su esplendor, sino que premiará al jugador fiel y no penalizará a aquel que no quiera gastarse el dinero en él, una medida a aplaudir dentro del mundo de los micropagos en el que viven los sistemas operativos portátiles y sus videojuegos.
En definitiva, Fallout Shelter es un minijuego de gestión tremendamente adictivo, sencillo y simple que harás las delicias de los amantes del juego madre y atemperará la espera de la llegada de la cuarta parte de la saga, y su carácter gratuito lo hace aún más apetecible. Aunque no hay que perder de vista que eso mismo, se trata un juego pensando como marketing, para promocionar la saga madre, pero aún así no desmerece y si te gusta la saga Fallout harías bien en probarlo [75]