Siempre que aparece una consola nueva, suele salir en su catálogo de lanzamiento un título que reúne todas las características nuevas de la máquina a modo de demostración. En ocasiones viene gratuito con el pack de la consola y muchas otras veces no. El ejemplo más claro de éxito en los últimos años podría ser Wii Sports o Wii Play, gracias mayormente a la novedad de las funciones de la consola de Nintendo que estos mostraban y a que venían con la misma en cantidad de packs comercializados.
Lo raro, ya de principio, es que la propia PlayStation Vita, ya viene con una demostración de las posibilidades de la máquina: La Plaza de Bienvenida. Todos los que han tocado o tenemos la consola, convendremos en que no es un juego, aunque puedas compartir puntuaciones. Pero es una demo que muestra las posibilidades de los controles opcionales de Vita ¿Qué ofrece Little Deviants para ser comprado si ya tenemos una demo de este tipo?. Bastante más.
El título desarrollado por BigBig Studios es un poco de esto. No es un juego «en sí» podría decirse. Son muchos juegos en uno. Un catálogo de minijuegos dispuestos -por supuesto- a que pases el mejor rato con ellos, pero también a demostrarte lo que puedes llegar a hacer con PlayStation Vita. Simulando mucho la jugada comercial de los «juegos a 1 pavo» de los móviles, Little Deviants junta varios puzzles alrededor de unos simpáticos bichitos llamados -como no- Deviants, con los que vamos a tocar -literalmente- todas las partes de nuestra consola.
Deviants a lo Sospechosos habituales
Los Deviants son unas coloridas criaturas alienígenas con diferentes habilidades que andan desperdigados por el planeta y a los que deberemos ayudar a superar una serie de peligros para que reconstruyan su nave espacial. Argumento a la altura del mecanismo de un chupete como veis. Sin embargo las pequeñas criaturas se dejan querer. No al nivel de los sackboys por ejemplo, que desde el principio se les veía un poder comercial tremendo de merchandising y demás cosas, pero andan cerca si Sony les diera un poco de cancha. Podrían ser las «minimascotas» de inicio en potencia para Vita. Son adorables, juguetonas y un poco irritables… a lo Rabbids, pero sin llegar a los extremados conejos.
Cuando comenzamos el juego, tenemos la primera de 6 regiones disponibles abierta. En cada una de ellas tendremos cinco minijuegos y comenzamos con dos de inicio. Así hasta un total de 30 retos que, como podéis imaginar, hay que ir superando para desbloquear la totalidad de minijuegos y regiones hasta acabar el título. Para ello, deberemos superar una de las tres puntuaciones (bronce, plata y oro) que se nos presentan en cada minijuego. Con tan solo superar la puntuación bronce estaría hecha la fase, ya que nos permite desbloquear una nueva, quedando las puntuaciones plata y oro para superar nuestro orgullo propio y como no, mejorar el ranking, además de conseguir extras que se pueden compartir con otros usuarios a través de la aplicación Near. Si no llegas a la puntuación mínima, repites el reto o eliges otro. Fácil.
En los minijuegos vamos a usar, como comenté antes, todas las partes de la consola. Prácticamente lo que menos vamos a usar son los botones de toda la vida, pero del resto, nos vamos a hartar. Para empezar, los dos primeros minijuegos se manejan directamente la pantalla táctil y el touchpad. En el primero de ellos, moveremos nuestro dedo para deformar el terreno con el touchpad trasero y así, mover el Deviant como si una pelota se tratara, para encontrar la llave que abra la puerta del panel mientras recogemos estrellas para sumar más puntos. Similar a un Marble Madness o Super Monkey Ball, pero con el dedo. Fácil de comprender, difícil de manejar. Aunque yo quizás hubiese usado aquí los osciloscopios en lugar del touchpad: al principio intentaba girar todo el rato la consola para mover la «deviantpelota».
El segundo de ellos simula el «tiro al plato» de cualquier feria: mostrándonos 6 puertas, deberemos expulsar a los Robots pulsando en la pantalla táctil frontal o el touchpad, dependiendo de si estos miran al frente o de espaldas a nosotros y teniendo cuidado de no expulsar a los Deviants o a los humanos. Bastante más sencillo que el primero.
¿Después?… pues de todo. Desde pruebas de disparos a naves enemigas usando la realidad aumentada en la habitación o lugar donde estemos jugando, hasta caídas libres moviendo la consola para manejar el personaje mientras lo aceleramos o frenamos para atravesar los anillos que encontraremos en el cielo, pasando por combates de boxeo en los que estiramos el ring con el touchpad para rebotar en el cuadrilátero y cargarnos a los enemigos o fases donde debemos combinar varios controles como en el que tenemos que mover la consola para evitar minas aéreas, mientras matamos pájaros con la táctil a la vez.
Todo esto da mucha variedad al título y lo hace entretenido. Sin embargo puede que unos te interesen y otros pasen totalmente desapercibidos para ti y no quieras siquiera volver a probarlos más que para desbloquear la puntuación necesaria para seguir adelante con el juego. Es lo que tiene la filosofía de estos títulos: te apabullan con un montón de opciones, pero puede que solo te interesen la mitad. Además, el juego no tiene multijugador y esto es una pena. Hubiese estado muy bien que hubiese fases que pudieras realizar en modo cooperativo por ejemplo. El juego se presta a ello y a pesar de que está «curado» -en parte- con la opción de publicar nuestras puntuaciones en PS Network y así picarnos con el resto de usuarios, esto no alarga mucho la vida del título ni «parchea» esta falta.
El acabado técnico del título es bastante bueno. Ya hemos hablado de los «bichos» en sí, pero el apartado gráfico y artístico en general es notable y llama la atención. Todo funciona además de manera muy fluida y los controles responden perfectamente a nuestras acciones. No es un WipEout o un Uncharted gráficamente, pero no está descuidado en este aspecto, ni en el musical.
Con la respuesta a la pregunta del principio del análisis, haremos otra: ¿merece la pena comprarlo?. Aquí hay un pequeño problema si lo comparamos con el mercado de las Apps de los móviles. Little Deviant no deja de ser lo mismo que si hubiéramos comprado 30 juegos de este tipo. ¡Ojo!: está mejor acabado que la mayoría de «cosas» -por ser suave- que podemos encontrar en estas Store. Pero en ellas podemos elegir que comprar y que no. Con lo que si nos hubiéramos gastado 30 pavos en 30 juegos… serían los 30 juegos que nosotros queremos, cosa que en aquí no ocurre porque tenemos un producto cerrado.
El precio oficial es de 30 euros, lo cual cuadra con este razonamiento monetario (aunque sean 5 euros menos si lo compramos en la PS Store). ¿Podrían haber sido vendidos estos 30 juegos por separado a 1 pavo cada uno y elegir el que hubiéramos querido? Si, es cierto. Pero probablemente no estarían ni la mitad de cuidados de lo que están los 30 que aparecen en el título. Aun así, siempre te sigue quedando este pensamiento en el cerebro cuando has terminado el juego. Ese límite mental que te pones a ti mismo. Eso de «si este juego valiera tantos MSP menos», «si este juego valiera 10 o 15 euros»… y a día de hoy amigos, hay que mirarlo todo. Sin duda que el título es una demostración de todo lo que PlayStation Vita te puede ofrecer a través de sus controles, pero hay títulos más interesantes para considerar en el catálogo de lanzamiento de la consola por ese precio de salida.
Conclusión
Little Deviants es un título entretenido, divertido y que te enganchará -fijo- con no menos de 5 o 6 minijuegos de los que ofrece. Encima está siendo explotado en los foros de la comunidad PlayStation, con varios retos diarios, donde he visto a un tal Llobatares pululando. De jugado rápido, ideal para echar una partida de 10 minutos e irte a otra cosa y accesible a todo tipo de público, pero con una re-jugabilidad justita a medio plazo y con la duda de si vale lo que cuesta a pesar de todo el buen trabajo, cosa que solo tu puedes decidir. [65]