Dentro de la marca Nintendo, Mario es un comodín en toda regla. Iba a escribir Joker, pero seguro que se malinterpretaba. Estamos ante una de las numerosas sagas “secundarias” de este universo. Por un lado es más de lo mismo, continuando con la saga Mario & Luigi y por otro es un paso adelante, introduciendo las características de la saga Paper.
La saga Mario & Luigi, enfocada a las portátiles, siempre ha apostado por ser un RPG bastante clásico, también podría denominarse ligero, con ciertos toques interactivos. En esta quinta entrega, titulada Mario & Luigi Paper Jam Bros, podemos comprobar cómo se nos sigue ofreciendo un RPG más que clásico, anticuado, por mucho que la novedad en esta ocasión sea el crossover con los personajes de la saga Paper.
La trama de este nuevo juego huele a simplona. Un libro abandonado en el castillo de Peach, que casualmente contiene el universo Paper Mario. Y Luigi, al abrirlo, como Pandora, la lía parda. Porque además de liberar a los buenos (Paper Mario y cía.) obviamente también libera a los malos (Paper Bowser y cía.) Y a continuación que ocurre, pues imaginaros, una princesa secuestrada. Lo que no me llego a explicar es porque no aparece Paper Luigi.
Esta trama nos ofrece algún que otro momento divertido, como las dos princesas discutiendo de lo cansadas que están de que las secuestren, dejando todavía más claro lo “inútil” que resulta este personaje en el universo de Mario más allá de ser secuestrado.
A este título le cuesta poder ofrecernos situaciones originales y divertidas que no hayamos visto ya repetidas en otros juegos protagonizados por Mario.
SPOILER: Paper Luigi si aparece, pero una vez acabado el juego. Hay que entrar en el modo Music Player y allí podemos encontrarlo tomando el sol en plan Fernando Alonso.
Partiendo desde esta trama y sus mecánicas clásicas, Paper Jam también trae algunas novedades. En cuanto a las mencionadas mecánicas, incluye poder interaccionar con el escenario más allá del típico RPG y acercándose casi a un título de plataformas, para poder explorar más a fondo los escenarios.
Mario y Luigi tienen un manejo similar a otras ediciones (salto y martillo), con lo que pueden interactuar de mayor o menor medida con los escenarios y los enemigos que nos vayamos encontrando. Paper Mario puede aprovechar su condición de 2D para poder entrar por rendijas o llegar a lugares (mediante forma de avión de papel) a los que sus compañeros tridimensionales no puedan acceder. Mención especial para, ya dentro de los combates, el ataque mediante copias. Puede usar hasta 8 copias, que reciben el daño por él, que por cierto, es el personaje que menos vida tiene de los tres.
Aunque me da la sensación de que este componente podría haber estado mucho mejor aprovechado, ya que los mapas son muy reducidos y se encuentran llenos de minijuegos que, a mí personalmente, me han “cortado el rollo” durante toda la aventura.
SPOILER: el juego se reduce a rescatar Toads perdidos. Y se esconden bien, los jodios. Incluso detrás de los bocadillos de las conversaciones.
Nuestros héroes se controlan cada uno con un botón. Alguno de ellos está más accesible que otros pero bueno, te acabas acostumbrando al poco tiempo. Cabe destacar que Paper Mario no puede hacer ataques tándem pero si trio, que al fin y al cabo son los más espectaculares y poderosos. Otro aspecto (nuevo) son los ataques papercraft, o cartoñecos, en los que aparecen gigantescos personajes o armas de cartón que dan lugar a minijuegos, algo extraños por cierto, para poder incrementar el daño.
También se han incluido una serie de cartas. Destinadas a realizar diversos efectos durante los combates. Típicas habilidades de cura, reducción de daño, potenciación, etc… Estas cartas, que solo podremos tener un mazo de…10!, se encuentran repartidas por los diferentes mundos y también se pueden comprar en las tiendas del juego.
Lo malo de las cartas es que necesitan de puntos estrella para poder usarlas. Estos puntos estrella se obtienen con los contraataques, por lo que su uso es moderado. Fiel a la tendencia de Nintendo, los amiibo desbloquean cartas e incluso pueden hacer que se fusionen entre ellas.
En líneas generales, el sistema de batallas, por turnos, es lo mejor. Aquí es donde está el problema del juego, que las batallas son entretenidas, pero todo lo demás, no.
Empezando por la trama, el juego parece un copy paste de otros de los numerosos juegos del fontanero. Partiendo de que las tramas no suelen ser muy originales, no he podido aguantar sesiones de juego muy largas, como mucho media hora (me ha durado casi 20h), no hay ninguna innovación ni en los enemigos, ni en los personajes, ni en los diálogos… Esto en un RPG no tiene perdón posible, este juego tiene un 0 en narrativa. Es soso.
Los mundos son copias de todos los juegos de Mario. Verde pasto, desierto, selva, agua, volcán…En cada mundo podemos encontrar 3 o 4 tipos de enemigos, a lo sumo. Puedes encontrarte un mundo repleto de los mismos enemigos todo el rato. Las “cacerias” de Toads incluidas con calzador y comentadas antes, no ayudan para que este juego deje de ser soso, homogéneo y como he leído en alguna parte, genérico.
En cuanto al apartado técnico, una de cal y otra de arena. La banda sonora, como en la gran mayoría de los títulos de Nintendo, es bastante notable. Si eres fan de Mario seguro que reconoces alguna de las melodías. Un apunte curioso es que los personajes de papel no tienen voces. Supongo que para poder diferenciarlos de los “reales” tridimensionales.
El mundo modelado en 3D es correcto. No es ninguna maravilla, son “gráficos reciclados” de otros juegos anteriores y lucen medianamente bien. El problema es el gran pixelado que sufren los bordes de los personajes de papel y que en algunas ocasiones lucen horribles. [60]
*Lo mejor
-Sistema de combate
*Lo peor
-Falto de originalidad
-Mezcla al azar de mundos, enemigos y minijuegos repetitivos